Dilema Cotidiano

CUIDAR HIJOS O TRABAJAR DIARIAMENTE

Por María de Lourdes Martínez González

En México las trabajadoras viven entre la angustia que provoca el dilema de llevar el sustento a sus hogares y de cuidar a sus hijos, debido a que no hay guarderías suficientes con horarios de tiempo completo ni centros recreativos-educativos que resguarden a sus infantes de la vagancia, los ataques de algún pederastas, la drogadicción, la mala educación y otros males sociales que son consecuencia de los prolongados lapsos de tiempo que deben pasar en soledad y sin una imagen de autoridad en su casa.

Actualmente trabajan 4 de cada 10 mujeres mayores de 30 años con un promedio de 2 a 3 hijos cada una, cuyos ingresos mensuales son de 2.2 salarios mínimos, y aunque algunas son afortunadas de contar con alguien que los cuide, a la mayoría no le alcanza ese ingreso para pagar cuidadosas especiales para sus niños y niñas, mientras ellas salen a buscar el sustento diario, lo que se traduce en hijos que pasan muchas horas solos.

Sobre este tema nos habló la diputada federal por el Partido Revolucionario Institucional (PRI) María Oralia Vega Ortiz, quien comentó que los menores de edad necesitan de la atención de su madre y cuidados permanentes.

Explicó que para una trabajadora es muy difícil cumplir con el deber de madre y el de abastecedora del hogar, por lo cual urge que el gobierno federal implemente programas de construcción y operación de centros de desarrollo infantil cercanos a los centros de trabajo.

De acuerdo a un estudio del Instituto Nacional de la Mujer (Inmujeres) las trabajadoras mexicanas laboran, en promedio, un total de 64.6 horas: 37.5 horas las dedican al trabajo remunerado y 27.1 horas al trabajo doméstico.

A lo anterior se suma el tiempo que invierten en el trayecto de su casa al trabajo y de regreso, lo cual en muchos casos consume al menos dos horas –y en casos extremos- hasta cinco horas al día.

Eso significa que las progenitoras que trabajan deben ausentarse al menos 7 horas diarias. Tiempo en el cual sus hijos quedan al cuidado de algún familiar –que por lo regular es la abuela- o en soledad y expuestos a riesgos de males sociales.