Aprueba la Suprema Corte

VOTO SECRETO PARA ELEGIR LÍDERES Y SINDICATOS

Por María de Lourdes Martínez González

Por decisión de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, la elección de dirigentes sindicales o cambio de dirigencia sindical deberá ser por voto secreto y directo. Ese es un avance democrático, pero hay muchas otras trampas que deberán superarse para alcanzar la plena democracia sindical, opinó DE VIVA VOZ, Arturo Alcalde, líder del Frente Auténtico del Trabajo (FAT).

Parece una decisión de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, muy positiva para la vida democrática laboral.

Es una medida que se ha estado reclamando desde hace muchos años para tener votaciones libres en los recuentos. Es un asunto que tiene que ver con los derechos humanos. Con la posibilidad de que los trabajadores cambien hacia la organización sindical de su preferencia. Más en nuestro país, donde impera un sistema de contratos de protección generalizado.

Creemos que el voto secreto para elegir dirigentes sindicales y organización sindical, siendo una medida muy importante y hay que reconocer a los ministros de la segunda sala de la Suprema Corte, no es suficiente para que tengamos democracia laboral en México.

Hay que acompañarla de medidas complementarias, como elegir un lugar de votación neutral, la transparencia, la rendición de cuentas.

-Una de las maniobras que se hacen en las elecciones o recuentos sindicales es que se despide a los trabajadores que reclaman elecciones y se contrata personal nuevo, así el padrón está lleno de gente que ni conoce la demanda.

R.- Así es, las maniobras son múltimples. Recientemente tuvimos un despido masivo en la gasolinera PAGA, en la gasolinera Churubusco...en una empresa aeronáutica despidieron a 15 sobrecargos, es cotidiano (para evitar el recuento o elecciones para designar, cambiar dirigente o elegir un nuevo sindicato). Y en el proceso hay mucha lentitud. Hay un caso que tiene 5 años, es una gasolinera y la Junta Local de Conciliación y Arbitraje tiene 5 años que no le puede notificar al sindicato demandado.

Los obstáculos son gigantes. Hay complicidades entre líderes, patrones y autoridades que impiden la democracia sindical. Pero esta decisión de la Suprema Corte es clave. Sobre todo porque los recuentos abiertos sufrían de mucha violencia, eran una batalla campal en donde los trabajadores tenían que enfrentar golpeadores, líderes charros, personal contratado o policías armados, presionándolos en su votación.