En Defensa del Patrimonio Cultural

RECHAZO A LA CONCESIÓN DE SITIOS ARQUEOLÓGICOS

Por María de Lourdes Martínez González

Hasta ahora sólo se ha concesionado a empresarios japoneses, un área de pirámides super exclusiva en Quintana Roo, también algunos museos y librerías, pero los trabajadores del Instituto Nacional de Antropología e Historia, mantienen su oposición a la privatización del patrimonio cultural de los mexicanos, advirtió el arquitecto José Manuel Figueroa Matus, Secretario General del Sindicato de Arquitectos del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).

P.- Ustedes pusieron mantas en todos los sitios arqueológicos y museos del país, en contra de una reforma legal que se avecina ¿por qué?

Esa reforma es una modificación al artículo 73 fracción quinta de la constitución que le quitaría la facultad al gobierno federal y a la legislatura federal de legislar, entre otras cosas, sobre zonas arqueológicas, monumentos artísticos e históricos, pasándolo a una esfera de carácter administrativo de estados, municipios y empresas.

Vemos que esta modificación iría en contra del patrimonio cultural de México, porque desde hace tiempo se pretende entregárselo a las empresas turísticas y comerciales o culturales privadas, para que hagan lo que ha sucedido con el Auditorio Nacional -por ejemplo- que siendo propiedad federal se lo otorgaron a OCESA que lo administra y no le entrega ningún dinero a la federación.

Puede haber el peligro de que pase -como no hay gente preparada en los estados, difícilmente los presidentes municipales tienen a alguien especialista en el área de la que está a cargo- es que no haya ningún especialista al cuidado de zonas arqueológicas, monumentos artísticos e históricos, por lo tanto estaría en riesgo ese patrimonio, porque no tendrían la capacidad para cuidarlo.

P.- Ya hay algunas zonas culturales concesionadas a los empresarios privados ¿cuántas hay en total?

R.- En Cancún hay una zona de pirámides que administra una empresa japonesa, en la zona de Xel- Ha, que es muy privativa, que la entrada al público cuesta en dólares y eso la vuelve prohibitiva para el pueblo mexicano.

Nosotros sostenemos que el pueblo de México paga con sus impuestos tanto la educación como la cultura. Entonces el acceso del pueblo mexicano a esos sitios arqueológicos debería ser gratuito. En algunos casos es gratuito a estudiantes, maestros, pero no a todo el público.

Nosotros proponemos que el cobro sea solamente para los extranjeros que están acostumbrados a pagar 100 dólares por la entrada a un museo.

P.- ¿Cuántos sitios patrimoniales están en esa situación?

R.- Ahorita todavía es poco lo que hay en ese sentido. Está concesionada la Cumbre Tajín, en Veracruz, para hacer eventos en las zonas arqueológicas, lo cual podría provocar un colapso en las pirámides.

Hay una propuesta por ahí, que tiene el nuevo director del INAH, de hacer visitas nocturnas.

Hay otra propuesta del gobierno del Estado de México, para que en Teotihuacan se meta -otra vez- luz y sonido- se metan visitan nocturnas, con alrededor de 350 personas por turno, en un camioncito que andaría recorriendo la calzada de los muertos. ¡usted se imagina el daño a la calzada de los muertos que esto podría ocasionar!

P.- ¿Qué pasa con los trabajadores sindicalizados cuándo se concesionan estas áreas?

R.- Pues no hay trabajadores sindicalizados. Todas las zonas arqueológicas que se ha concesionado no tienen trabajadores sindicalizados. Las zonas arqueológicas son patrimonio cultural de los mexicanos, son inalienables imprescriptibles, no se pueden vender, no pueden tener un uso comercial.

Ahí es donde planteamos estar en contra de estas reformas porque modificarían este estatus, las leyes orgánicas del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA).

Entonces tendría que hacerse una ley diferente que buscaría volver comercial el uso de nuestro patrimonio.