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Año 3. No.176. del 07 al 13 de marzo 2009. |
México,D.F. |
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Día de la Mujer532 MIL MEXICANAS SE SUMAN AL DESEMPLEOPor Regina Vargas
Recae en mujeres el impacto de desempleo por la crisis que se vive en México y el resto del mundo. Las noticias para el género no son halagüeñas, ya que ya que tan solo en el último año se sumaron al desempleo más de 532 mil mexicanas.
Pedro Reyes, investigador del Centro de Reflexión y Acción Laboral (CEREAL), aseguró que por lo menos el 45 por ciento de las féminas incluidas en la Población Económicamente Activa están en paro; y el 55 por ciento no tiene acceso a la seguridad social ni prestaciones, revelan investigadores laborales.
Además, las féminas ganan menos; sus percepciones van de un salario mínimo hasta 3, o bien algunas laboran sin salario.
En 2009, el lema de referencia para el Día Internacional de la Mujer en la OIT es “Trabajo y familia: ¡Compartir es la mejor forma de cuidar!" basado en la evidencia abrumadora que una terreno de juego justo en el trabajo para las mujeres y los hombres solamente puede ser alcanzado si se comparte equitativamente el trabajo no pago en el hogar y en la familia. La Organización Internacional del Trabajo reveló en su informe Trabajo y Familia, que la maternidad y la división del trabajo en función del género, según las cuales la responsabilidad primaria de mantener la casa y la familia recae sobre las mujeres, constituyen importantes determinantes de las desigualdades entre los sexos y de las desigualdades entre las mujeres. Estas responsabilidades familiares y las exigencias del trabajo entran en conflicto y ello contribuye de forma significativa a la situación desventajosa de la mujer en el mercado de trabajo y a la lentitud del avance hacia la igualdad de oportunidades y de trato para los hombres y las mujeres en el empleo. Mientras las mujeres se ven forzadas a aceptar, o deciden aceptar, un trabajo mal remunerado, inseguro, a tiempo parcial, realizado desde el domicilio o informal para poder combinar sus responsabilidades familiares con el trabajo remunerado, por lo que respecta a los hombres, las dificultades para conciliar las exigencias de un área y de la otra perjudican su situación con respecto a la vida familiar y limitan su capacidad para participar en los asuntos del hogar. Un programa de trabajo que no tiene en cuenta las responsabilidades familiares de los trabajadores puede provocar discriminación indirecta, pues obliga a estos trabajadores a «rendir menos» en las actividades laborales, en perjuicio de sus perspectivas de desarrollo profesional. En particular, el avance profesional de la mujer puede verse perjudicado cuando se produce una «interrupción en la carrera» más prolongada que la licencia por maternidad obligatoria a los fines de la atención familiar, o cuando la mujer se acoge a la licencia parental inmediatamente después de la licencia por maternidad. Últimamente hay un mayor reconocimiento de la importancia de idear medidas para ayudar a armonizar las responsabilidades familiares con el trabajo, una estrategia clave para facilitar una mayor participación de las mujeres en el trabajo decente. En el Convenio núm. 156 se establece la igualdad de oportunidades como objetivo general de las medidas de armonización de la vida familiar y laboral. Sin embargo, no todas las medidas en la materia promueven la igualdad. Tal como se indica en un Informe global de la OIT: «existe el riesgo de que las políticas conciliadoras de trabajo y familia, al estar tan frecuentemente dirigidas explícita o implícitamente a las mujeres, terminen por reforzar la imagen de estas últimas como «asalariados de segunda fila» y por incrementar la doble carga de las mujeres trabajadoras». En México, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), al cierre de septiembre señala que la tasa de desempleo era de 4.13 por ciento de la Población Económicamente Activa (PEA) para los hombres, mientras que para las mujeres esta proporción se elevó a 4.45 por ciento de la PEA.
Ya en enero del 2008 a enero del 2009, la tasa de desocupación de la PEA fue de 5.0%, donde la población masculina pasó de 4.8 a 4.84 por ciento, mientras que las mujeres de 3.97 a 5.28 por ciento.
Datos de la Comisión Económica para América Latina (CEPAL), destacan que a la fecha, más de 760 mil mujeres mexicanas en condiciones de trabajar, y que están buscando un empleo, no lo han encontrado.
A su vez, el Centro de Análisis Multidisciplinario señala que el desempleo en las mujeres la desigualdad es evidente y el desempleo para ellas es aún más grande.
Luis Lozano Arredondo, coordinador del CAM, especifica que después de ver las Tasas de Desempleo Total a nivel nacional “apuntamos además que son más altas para las mujeres. Y no es sólo el 5.28 que asegura el INEGI, sino representa el 12.65%.
“Siendo la inequidad de género uno de los problemas que el gobierno ha declarado le preocupa. Sin embargo, la segmentación de las mujeres no ha tenido mejoría y su Tasa de Desempleo Total es aún mayor.
Para el segundo trimestre del 2008, esta es del 19.11%. En las tasas de desempleo de las mujeres no ha presentado mejoría, con lo que queda claro que los esfuerzos del gobierno y sus leyes no han arrojado ningún beneficio ni han cumplido con su meta de propiciar la igualdad de género. |
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Año 3. No.176. del 07 al 13 de marzo 2009. |
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