La Industria de la Muerte

MÁS MUERTOS EN MINAS QUE EN LA GUERRA

Por María de Lourdes Martínez González

Durante el actual sexenio las minas mexicanas se convirtieron en la industria de la muerte. Los accidentes de trabajo, arrancaron la vida a 7 mil 21 mineros y dejaron inválidos a 105 mil 921 más .

En las minas del país hubo más muertos y lisiados, durante el último sexenio, que en la guerra de Irak, afimó Luis Manuel Pérez Pantoja, perito en medicina del Trabajo.

Sostuvo que la razón principal de estos percances asesinos es la evasión de las normas de seguridad, salud y medio ambiente en el trabajo dentro de las minas del país. Así como por negligencia de los inspectores y autoridades de la Secretaría del Trabajo y Pevisión Social

Guerra de Irak Siniestros en Minas Mexicanas
6 mil soldados muertos 7 mil 21 mineros muertos
50 mil civiles heridos 105 mil 921 incapacitados permanentes

El perito Luis Manuel Pérez Pantoja participó en un foro de análisis que se realizó en la Cámara de Diputados, para recordar que el 19 de febrero ocurrió una explosión en la Mina Pasta de Conchos, Coahuila, en el que perdieron la vida 65 trabajadores, como un suceso trágico más en la industria de la extacción.

Propuso reformar la Ley del Seguro Social, ya que se hizo más tolerante para los empresarios que omiten o evaden su responsabilidad en la prevención de accidentes de trabajo.

"Si comparamos la actual Ley del Seguro Social, con la que exitía hace 20 años,
hoy las fórmulas con las que se calculan las primas de riesgos de trabajo para las empresas , hacen la mitad de años más barata la muerte de un trabajador en 2005, que en aquel entonces".

Las modificaciones al reglamento de clasificación por grado de riesgo le han abaratado a las empresas las muertes y lesiones permanentes de los trabajadores, sostuvo.

Dijo que en el caso de la Empresa Minera México, propietaria de Pasta de Conchos, su prima de pago al Seguro Social por riesgo de trabajo no va a subir más del 1 por ciento aunque haya habido 65 muertes, porque el reglamento así lo estipula.

"La empresa ni siquiera tiene que costear de manera inmediata la reparación del daño", comentó.

La situación empeora porque en el reglamento de la Dirección General de Inspección Federal del Trabajo, señala en su artículo 27, inciso 1, que la certificación y verificación de las normas oficiales mexicanas, relativas a seguridad, salud y medioambiente en el trabajo, se realizarán directamente por las autoridades laborales o por organismos, laboratorios o unidades privados de cetificación, debidamente certificados.

Es decir, que la autoridad delega en otra empresa privada su facultad de inspeccionar en materia en salud y seguridad e higiene, por eso urge reformar esta ley, para que el Estado retome su obligación de inspeccionar a las empresas.