Alto al Recorte de Prestaciones

EN RIESGO 6 MIL EMPLEOS EN EL SECTOR AÉREO

Por Regina Vargas

Los sindicatos de pilotos, sobrecargos, trabajadores de tierra y controladores aéreos, denunciaron que no hay política de estado en materia aeronáutica, por lo que el sector está a la deriva, por la guerra de tarifas, problemas financieros y la sobreoferta de vuelos.

Esas organizaciones afiliadas a la Federación de Sindicatos del Sector Aéreo (FEDSSA), que preside Tomás del Toro del Villar, reiteraron que la crisis financiera de la industria aérea no se resolverá a través de la fusión de las aerolíneas, de la pauperización de los contratos colectivos de trabajo y de la pérdida de empleos.

Por ello, los sindicatos afiliados a la federación demandan al gobierno federal acciones concretas e inmediatas, para salvaguardar las fuentes de empleo. Además, propone varios esquemas para mitigar la crisis aeronáutica.

Los líderes gremiales de los pilotos, sobrecargos, trabajadores de apoyo en tierra y de control y tránsito aéreo, demandaron al gobierno federal llevar a cabo acciones concretas e inmediatas, en conjunto con las propuestas de todos los actores de la industria.

Pues advirtieron que de no tomarse las medidas necesarias, se estima que al cierre de este año se podrían perder 6 mil de un total de 26 mil empleos directos del sector aéreo, lo que se aceleraría con la pretendida fusión de las aerolíneas, por parte de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT).

Tomás del Toro, también líder del Sindicato Independencia aseveró: "No aceptaremos una puñalada por la espalda. No vamos a permitir que se fusionen las aerolíneas a través de la precarización de las condiciones laborales y salariales. ¡Basta de pretextos! Los trabajadores hemos hecho varios pactos de productividad con las aerolíneas, para mantener la viabilidad de la industria".

Prueba de ello, es que la propia Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC), reconoce que Aeroméxico y Mexicana siguen manteniendo dominancia en el mercado aéreo nacional, lo que desde hace dos años y medio motivó a la Comisión Federal de Competencia (COFECO), a no autorizar su venta conjunta, por considerarlo una práctica monopólica.

Tampoco existe garantía de que se repita la historia de un nuevo rescate aéreo, que conllevaría al despido masivo de empleados y a la conformación de otro monopolio como Cintra, donde los accionistas sean los únicos beneficiados.

Y es que el gobierno federal sólo ha considerado a la industria aérea nacional como un negocio, cuando se trata de un sector prioritario para la economía y para la generación de miles de empleos calificados y altamente especializados que difícilmente se pueden cambiar de sector, resaltó el también diputado panista.

Los representantes de la FEDSSA propusieron a la SCT otras soluciones de apoyo a la industria aérea. Entre ellas, solicitaron que los excedentes de los ingresos provenientes del cobro del derecho de uso del espacio aéreo mexicano.

Se utilicen para palear el costo de la turbosina, dado que la captación que la federación ha obtenido por ese concepto (estimada en un superávit de más del 200% entre el 2002 y el 2008) no se encuentra disponible en las Secretaría de Hacienda y Crédito Público y de Comunicaciones y Transportes, ni en los estados financieros de Servicios a la navegación en el Espacio Aéreo Mexicano (SENEAM).

De igual forma reiteraron la necesidad de modificar la Ley Federal de Derechos para que se homologue el Impuesto Especial sobre Productos y Servicios (IEPS), al sector aéreo, porque sólo beneficia a la industria del auto transporte de carga, ferrocarril y naviero, además de que se tome como base el precio de referencia de la mezcla mexicana y no el de la Costa del Golfo.

Por su parte, el SINACTA, que dirige Raúl Campilla, propuso apoyar en el mejoramiento de la infraestructura obsoleta y los procedimientos de control de tránsito aéreo, para que el descenso de las aeronaves en los aeropuertos permita reducir en forma considerable el consumo de la turbosina y las demoras innecesaria o excesivas tanto en tierra como en vuelo.

Segundo, la reestructuración integral del espacio aéreo, a través de más infraestructura para distribuir el tráfico de aviones de manera mas homogénea y evitar la peligrosa sobresaturación en algunas áreas; tercero, disminuir al mínimo las recurrentes fallas de lo equipos de radar, de procesamiento de datos de vuelo, radioayuda, entre otros equipos.

Esto una vez que el gobierno federal realice un diagnóstico de la situación que guarda el equipo de control de tránsito aéreo, que registra un rezago en infraestructura y personal de 40 %, respectivamente.