Constructoras Esclavistas

LOS ALBAÑILES: UNA HISTORIA DE EXPLOTACIÓN

Por María de Lourdes Martínez González

Afuera de las centrales camioneras de la ciudad de México hay un mercado de trabajo para los albañiles que, a veces en pleno siglo XXI, se convierte casi en una zona de contratación de esclavos.

En la central camionera poniente, afuera del Metro Observatorio, esto es lo que ocurre.

"Aquí es la concentración de trabajo, donde se concentra uno… Aquí es donde contratan a la gente para que los lleven a trabajar, a varias partes de la ciudad… a cualquier obra los llevan…aquí los concentran a todos".

A la central camionera poniente llegan los trabajadores de la construcción desde lugares tan remotos como Guanajuato, Querétaro, San Luis Potosí, Michoacán, Toluca y de la propia zona conurbada de la ciudad de México.

Ahí en la calle comen, duermen, viven y mantienen la esperanza de un empleo. Se tienen que cuidar de los asaltos, de los ataques callejeros y de los policías que llegan a correrlos y no los dejan dormir. Los árboles son sus roperos en donde guardan sus cobijas y su ropa.

Desde las 6 de la mañana en las escaleras del puente que da al metro observatorio, se juntan hasta 300 albañiles diariamente, principalmente los lunes, que al ver llegar un contratista se arremolinan, levantan la mano, gritan ofreciéndose yo,yo,yo, para ser empleado temporalmente y de palabra.

La oferta de salario oscila entre mil 200 y mil 800 pesos a la semana, pero esto a veces es sólo una promesa, es un gancho para explotarlos como esclavos, porque laboran de lunes a viernes y no reciben paga alguna.

"Luego a veces ni nos pagan…sí a veces no nos pagan, llegan por la gente, se la llega el sábado y no nos pagan nada ¿de qué sirve?".

El problema es que los albañiles que se emplean temporalmente en estas condiciones, casi nunca conocen el nombre del contratista, ni la dirección de la obra ni tienen comprobantes de su contratación, por lo que tampoco pueden reclamar ante la autoridad.

"No pus tantos contratistas que luego van…van varios maestros, varios ingenieros, varios arquitectos o arquitectas y pus no nos pagan"

Lo peor de todo es que el contratista, lejos de pagarles el salario que ganaron con su esfuerzo, les dice que les va a hacer un préstamo, porque no hay dinero, que les va a dar un crédito, pero es una maniobra para pagarles la mitad de lo prometido.

"Llega el día sábado y no hay nada de dinero, puro préstamo, de qué sirve que vengan por la gente y nada…es de 500. Si a los oficiales les pagan mil 800, nomás les dan 700 pesos a la semana y a los chalanes nada más les vienen dando 600 pesos…a veces va uno a cobrar al maestro y según dice que no le han dado nada de dinero".

(Otra voz)"Hacen eso para que la gente regrese la próxima semana, te dan la mitad de dinero y a la próxima semana de dan la otra mitad. Te puedes llevar un mes, te puedes llevar dos meses y así te la llevas…a veces se les olvida o te sales, más bien, porque nunca el dinero es completo".

Los contratistas, aunque sean emisarios de grandes empresas constructoras, tampoco les ofrecen seguro social ni asistencia médica.

"Pus piden la tarjeta del seguro, pero dicen que es para despistar nada más, porque no hay nada de eso. Y cuando se accidenta uno, asegún llaman la ambulancia y nada, nunca llegan, así es que no tiene caso de que sea esto".

Muchos de los albañiles que llegan a las centrales camioneras son desconocidos, nadie sabe su nombre ni quien es su familia ni de dónde viene y cuando mueren por accidente en una obra, escuche usted lo qué ocurre:

"A veces no lo paga nadien…ellos mismos sacan al difunto y lo llevan a otra parte y lo echan a los barrancos y los tiran".

Las historias de muerte de albañiles se multiplican. Conforme tomaron confianza los trabajadores de la construcción que fueron entrevistados por Frecuencia Laboral, las narraciones fatales siguieron, porque dicen que hay una creencia macabra, oigala:

"Dicen que si sepultan gente no se caen las obras…pero pus sepultan mucha gente...uno ha visto que los contratistas le piden a algún albañil que viene de lejos que baje por un martillo que se cayó o por un medidor y ahí lo matan y lo entierran para que amacise".

¿Falso o cierto?. Lo real es que constantemente hay trabajadores de la construcción muertos en las obras

"Hay casos que han ocurrido, como Santa Cecilia en donde se hundió el túnel y todo el turno se quedó enterrado ahí, la compañía desvió el túnel para otro lado para evitar gastos, seguros de vida. Y en otras obras se han visto accidentes, muchas situaciones que, pues ahí dejan a la gente…por no pagar a la gente y los ingenieros por quedar bien con su compañía, por subir de puesto".