Con muchas Limitaciones
LOS CARTEROS: UN OFICIO QUE SOBREVIVE
Por Regina Vargas
Hay un personaje de la vida cotidiana, muy querido por el pueblo mexicano:
los carteros. Ellos, en motocicleta, bicicleta o a pie caminan los miles
de kilómetros del país, sin importar las inclemencias del
tiempo, para llevarnos un mensaje epistolar, a veces de alegría,
otros de tristeza o esperanza.
Pese a su importancia, también perciben salarios bajos y, en ocasiones,
tiene que lidiar con perros que los quieren morder o bien con delincuentes
que los asaltan.
El 12 de noviembre se celebra el Día del Cartero y del Empleado
Postal, conmemoración que data desde 1931, la cual se debe al coronel
Luis Franco.
Pero fue hasta 1947 cuando el correo mexicano emitió, por primera
vez, una estampilla dedicada al cartero.
Datos del Sindicato de Trabajadores del Servicio Postal Mexicano mencionan
que hay aproximadamente 9 mil carteros, que luchan por sobrevivir pese
al desmesurado crecimiento del Internet, correos electrónicos y
de las empresas de mensajería.
La organización sindical informó que ha disminuido en un
60 por ciento, el envío de cartas personales, por los factores
antes mencionados.
Un ejemplo de ese trabajo es el que realiza Diana en el Word Trade Center.
Ella es una de las pocas mujeres que se dedican a este oficio. Nos comentó
que ella reparte cerca de 100 kilos diarios de mensajería.
"No fue fácil para ella comenzar en este oficio, con una
gran mayoría de hombres. Aunque la mejor experiencia es la gente,
que tiene un concepto muy bonito de los carteros", indicó.
"Tienen un alto grado de servicio. Y muchas personas los trata bien
y les invita un refresco o a comer".
Aunque lamentó que en muchas ocasiones, los muerden los perros
y sufren saltos en zonas de alto grado de delincuencia.
Aunque los carteros son trabajadores que cumplen con una función
primordial dentro de la vida cotidiana, últimamente han visto disminuir
su trabajo, debido al crecimiento desmesurado de empresas de mensajería
que representan una competencia desleal para el servicio postal mexicano.
Sobre el particular, el líder del Sindicato del Servicio Postal
Mexicano, Manuel Fermín Acevedo González comentó
que ese tipo de empresas les comen el mandado, ya que la infraestructura
de Sepomex es obsoleta.
"No tenemos la tecnología, no tenemos los vehículos,
no tenemos aviones que en muchas ocasiones tienen las empresas trasnacionales.
Los carteros aseguran que las empresas trasnacionales les están
quitando el trabajo.
Por ello, Acevedo González, exigió por enésima ocasión
que impulse la creación de una nueva ley que verifique cabalmente
el desarrollo de esas empresas. Ya que recordó que la ley del Servicio
Postal Mexicano dice que todo lo que pese menos de un kilo en correspondencia
o comercial deber ser exclusivo del servicio postal mexicanos y eso nadie
lo respeta.
Mencionó que muchas de estas empresas laboran de manera ilegal,
están amparadas.
Además del crecimiento de las empresas de mensajería, y
considerando que mucha gente tiene acceso al internet y a los correos
electrónicos, también ha disminuido en un 60 por ciento,
el envió de cartas personales, por la facilidad del acceso a la
comunicación por computadora.
En la actualidad México cuenta con 9 mil carteros, de los cuales,
100 son mujeres quienes dan servicio a 100 millones de mexicanos.
Detalló que anualmente, el correo maneja 30 millones de piezas
postales por lo que sigue siendo un medio eficaz de comunicación,
el cual tiene un costo de 6.50 pesos por carta
El líder del SNTSEPOMEX reiteró su denuncia respecto a
que la Ley del Servicio Postal Mexicano no se respeta ni tampoco la Secretaría
de Comunicaciones y Transportes ejerce regulación alguna sobre
las mensajerías y paqueterías que operan en el país.
Acevedo González mencionó que pese a la falta de atención
del gobierno federal a este importante medio de comunicación escrito,
los trabajadores postales realizan su máximo esfuerzo para cumplir
las encomiendas que el pueblo de México y los grandes usuarios
les confían.
Aunque, dijo, sortean un cúmulo de carencias, tanto de recursos
materiales como de recursos humanos, bajos salarios, que no provienen
del erario público, sino que es producto del esfuerzo y de la venta
de los servicios que prestan, y solamente el gobierno federal les otorgan
un subsidio anual de alrededor de 350 millones para gasto corriente.
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