Cumplió 88 años

LFT DA SALTOS PARA ATRÁS

Por María de Lourdes Martínez González

Periodistas y Conductora de Frecuencia Laboral

Publicación Original del Portal www.frecuencialaboral.com

La Ley Federal del Trabajo ha sufrido múltiples reformas desde que se aprobó y entró en vigor para toda la República Mexicana el 28 de agosto de 1931, pero en los últimos 7 años sus cambios han sido para adaptarla al modelo económico neoliberal, con contratos laborales temporales, con bajos salarios y sin derecho a la seguridad social e imponiendo tramitologías para facilitar a la autoridad el debilitamiento de la contratación colectiva y la eliminación sindicatos.

Cabe recordar que las modificaciones que entraron en vigor el 1 de diciembre de 2012, eliminaron derechos conquistados por los asalariados, al aprobarse nuevas formas de subcontratación de personal, como el trabajo por hora, por tiempo y por capacitación. (Leer Noticia Relacionada: LEGALIZAN LA ERA DEL EMPLEO PRECARIO liga: http://frecuencialaboral.com/reformalaboralentroenvigor2012.html )

En los hechos el empleo digno y decente, vigente en el artículo segundo de la Ley Federal del Trabajo, es letra muerta para más de la mitad de la Población Económicamente Activa mexicana. Alrededor de 33 millones de personas, tiene una ocupación temporal, sin empleo de base, no goza de aumentos salariales acordes a su capacidad de trabajo y antigüedad (conocidos como aumentos escalafonarios), de acuerdo a informe sobre ocupación y empleo, que emitió el 14 de agosto de 2019, el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI). Además de que los trabajadores pueden ser despedidos “a criterio del patrón”

En los hechos, con la contratación temporal también se eliminó el derecho a la seguridad social de los trabajadores, es decir a estar inscritos en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) que asegura la atención a la salud del empleado y su familia, el pago de una pensión en caso de incapacidad para el trabajo por enfermedad, por riesgo de trabajo, por maternidad, por vejez y cesantía en edad avanzada, para garantizar su sustento. La seguridad social también garantiza la recreación, la cultura, el deporte, la capacitación para el trabajo con el propósito de elevar el nivel de vida del asegurado. De todo eso están privados cerca de 40 millones de trabajadores.

La última reforma a la Ley Federal del Trabajo se publicó en el Diario Oficial de la Federación, el primero de mayo de 2019, en el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, para ponerla acorde al nuevo Tratado de Libre Comercio con América del Norte (TLCAN) -hoy conocido como T-Mec- y cubrir la exigencia de los congresistas estadounidenses para firmar ese convenio, como reconoció públicamente en el presidente del Senado de la República, Martí Batres, el 25 de abril de este mismo año.

No fue para mejorar las condiciones de trabajo de los asalariados mexicanos, pues no se corrigió ninguna de las regresiones que sufrieron los trabajadores con la reforma de 2012, como la subcontratación mediante outsourcing.

Esta última reforma se promovió con la campaña propagandística de que impulsaría la democracia sindical y se promovería la justicia laboral, al eliminar las Juntas Federales de Conciliación y Arbitraje y crear tribunales específicos en la materia, al reglamentar la actualización de los contratos colectivos de trabajo y la denominada libertad sindical.

Lo que ha ocurrido, sin embargo, es que diputados y senadores del partido MORENA, hoy en el poder, usando su influencia alienten la creación de sindicatos de fast-track para la manipulación política -–incluso con personas ajenas a las empresas o instituciones donde operarán-, así lo denunciaron Martín Esparza y el Licenciado Jesús Luna, en el programa Frecuencia Laboral. Igual como antes lo hizo el Partido Revolucionario Institucional ( PRI).