Portal Semanario
Año 15. No.781. del 11 al 17 de enero 2021
Premio de Comunicación Alternativa

 

VAMOS A LA OBRA

 

LA SAL DE LA TIERRA

Película

*Cuando los hombres y las mujeres unen sus luchas, tienen grandes posibilidades de ganar.

 

Reseña de Carlos Guillén S.,

Integrante del Sindicato Unica de Trabajadores de la Industria Nuclear (SUTIN),

y colaborador voluntario de Frecuencia Laboral,

Publicación Original del Portal www.frecuencialaboral.com

El movimiento sindical en Estados Unidos agrupa a poco más del diez por ciento de la fuerza laboral, y sus afiliados son generalmente quienes perciben mejores salarios, según la oficina de estadísticas laborales del Departamento de Trabajo de ese país. Sin embargo, a pesar de ser un factor importante en la política y economía, poco se menciona en los grandes medios de difusión sobre la organización de los trabajadores norteamericanos.

Generalmente son los propios sindicatos quienes han debido difundir sus luchas, para lo cual han elaborado no sólo documentos informativos, sino obras que permanecen a lo largo del tiempo a pesar de haber enfrentado todo tipo de obstáculos. Es el caso de la película La Sal de la Tierra , producida de manera independiente por una organización sindical, International Union of Mine, Mill & Smelter Workers con una participación mínima de actores profesionales y actuada mayoritariamente por afiliados de la organización, que llevaron a la pantalla una lucha real.

Esta película, filmada en 1954, está basada en un hecho real ocurrido en 1951, en la mina de zinc  Empire Zinc Company , ubicada en  Nuevo México , Estados Unidos.

La película ilustra las condiciones de trabajo de los mineros a quienes se forzaba a trabajar en condiciones de riesgo a fin de incrementar las ganancias de la empresa, aunque ello pusiera en peligro la salud y aun la vida de los trabajadores.

En terrenos de la propia compañía, que habían pertenecido a antepasados de los trabajadores, vivían éstos. Los de origen mexicano, en viviendas sin agua corriente ni instalaciones sanitarias adecuadas, a diferencia de los de origen anglosajón, quienes contaban con viviendas con esos servicios y además percibían mejores salarios.

La discriminación en salarios y condiciones de trabajo impuesta por la empresa minera, provocó una larga huelga con el objetivo de lograr la igualdad de sueldos y el respeto a la dignidad de los obreros. Entre las demandas del movimiento, el sindicato omitió la petición de agua corriente e instalaciones sanitarias, planteadas por las esposas de los mineros, quienes tenían que hacer frente a las condiciones de sus viviendas, con tareas como cargar pesados recipientes con agua o cortar leña constantemente. El argumento esgrimido fue que no se podría lograr todo a la vez.

La película muestra el menosprecio a las necesidades de las mujeres no solo por parte de la empresa, sino por los propios mineros, quienes veían las tareas y necesidades del hogar como algo ajeno a sus responsabilidades y demandas.

La huelga se prolongó ante la falta de interés de la empresa en negociar con los trabajadores y en cambio, tratar constantemente de introducir esquiroles a trabajar, lo que fue impedido por los huelguistas con una posición firme en los piquetes de huelga, hasta que la empresa invocó aspectos legales para prohibir a los mineros continuar con éstos.

Se planteó entonces a los trabajadores la disyuntiva de sostener los piquetes en desacato a la orden y exponerse a la cárcel o abandonarlos y dejar paso libre a la entrada de los esquiroles que romperían la huelga.

En tales condiciones, las esposas de los mineros propusieron hacerse cargo de los piquetes de huelga en virtud de que la prohibición era solo para los mineros. Al proponerlo en la asamblea del sindicato, fue necesario superar los temores propios, pero sobre todo la resistencia de los propios trabajadores e incluso las normas sindicales, que sólo permitían participar en las votaciones a los afiliados.

Con las mujeres defendiendo la huelga, en lugar de cesar, aumentaron las agresiones y provocaciones de la policía local, al servicio de la empresa. La respuesta femenina fue una resistencia mayor a la de los mineros, que no fue derrotada ni con la detención y encarcelamiento de las más destacadas mujeres, cuyo ánimo y voluntad de luchar en ningún momento decayó, aun estando presas.

Otro aspecto que destaca el filme es la solidaridad obrera. Numerosas secciones del mismo y de otros sindicatos, desde muchos lugares enviaron apoyo económico y en especie para las familias mineras. Incluso hubo presencia física de hombres y mujeres de otras minas y poblaciones, para apoyar los piquetes de huelga.

Durante la huelga, no solo se fortaleció la conciencia y la organización entre los mineros. Mientras las mujeres sostuvieron la huelga en los piquetes, se dieron también cambios en las relaciones familiares y los mineros debieron hacerse cargo de tareas de cuidado y atención familiar a las que eran tan ajenos, lo que cambió su posición frente a necesidades en la vivienda y lo que es más importante, frente a sus familias.

La Sal de la Tierra muestra cómo la huelga permite a las familias mineras pasar de las diferencias entre hombres y mujeres, a la cooperación y lucha conjunta contra el enemigo común.

Una vez que han fallado todos los intentos de la empresa por vencer a la organización obrera, la empresa empieza a plantearse la posibilidad de llegar a un arreglo para terminar el movimiento, con lo que termina la película.

Un mérito indiscutible de esta película es haber sido realizada a pesar de que Estados Unidos pasaba por un periodo del peor anticomunismo. Entre los obstáculos que se debieron superar para la filmación, estuvo incluso la detención y deportación de la actriz mexicana Rosaura Revueltas, quien al igual que el director Herbert Biberman recibió la acusación de comunista.

Superado este momento, la película fue terminada y la protagonista se hizo acreedora por ese trabajo, al premio de mejor actriz del Festival Internacional de Karlovy Vary de ese año.

Otra cosa que nos muestra esta película es que la acción de los sindicatos no se debe limitar a la lucha económica y reivindicativa, sino que puede jugar un papel muy importante en la cultura de los trabajadores, pues como señalamos al inicio de esta nota, la producción del filme estuvo a cargo del sindicato y la mayoría de actores fueron los propios protagonistas de esa destacada lucha por la dignidad proletaria.

¡Qué razón tenía Lenin al decir que el cine era la más importante de las artes para la lucha obrera!

guillen.s.carlos@gmail.com

 

 
   
 
 

 

 

 

 

 
 
 
 
 

 

 

Año 15. No.781. del 11 al 17 de enero 2021
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