Portal Semanario

Año 12. No. 638. del 18 al 24 de marzo 2018

Premio de Comunicación Alternativa

 

VAMOS A LA OBRA

 

"La Rosa Blanca" de Bruno Traven

MÉTODOS DE DESPOJO DE LAS PETROLERAS

 

Por Antonio Peregrino Rojo: "El amigo bombero Peregrino",

Colaborador voluntario de Frecuencia Laboral

Publicación Original del Portal www.frecuencialaboral.com

Todo sucede en 1937 en Tuxpan Veracruz. Don Jacinto Yáñez es dueño de una hacienda llamada La Rosa Blanca de 1000 hectáreas de terreno que produce todo lo necesario para sus habitantes, y además tiene petróleo. Las compañías petroleras de ese entonces eran como 20, entre ellas la Cóndor Oil, cuyos accionistas estadounidenses deciden comprar la Rosa Blanca a precio de hambre, pero Jacinto no la vende a ningún precio, entonces acuden al gobierno Mexicano para que intervenga a su favor.

La Secretaria de Gobernación envía un comunicado al Gobierno de Veracruz para que expropie la hacienda "en bien de la nación", este se opone y no deja comprar a la Cóndor Oil ese rancho, aunque ya se había apropiado de toda la franja de las costas del Atlántico mexicano, desde Tampico hasta Campeche.

Desde las oficina centrales de la petrolera en los Ángeles, fraguan un plan para quedarse con La Rosa Blanca.

El plan consistió en matar a Jacinto y corromper al gobierno Mexicano costara lo que costará. Contratan a un asesino y ponen a trabajar a su ejército de abogados.

Al final Jacinto fue invitado a Estados Unidos con el engaño de que le regalarían unos caballos pura sangre y allá le quitan la vida, falsifican su firma y despojan a la familia y a los habitantes de la hacienda.

Al lugar se le cambió el nombre, le pusieron "pozos gigantes", ya no se producía maíz, frutas ni hortalizas, ahora se produce petróleo, todo esta destruido lleno de chapapote y apestoso. Hay torres, tuberías, cables, camiones y un ejército de trabajadores.

De La Rosa Blanca ya nadie se acuerda, ni tampoco que eran campesinos quienes ahí vivían. Ahora son trabajadores que ganan mucho dinero gracias al petróleo, se han transformado, ahora no tienen tiempo de nada, sólo de trabajar, ya no conviven con su familia. Muchos se la pasan del trabajo a la cantina. Perdieron la identidad, no les importa porque la vida es corta.

Los accidentes están a la orden del día, los muertos son substituidos inmediatamente, una larga fila de hombres espera por la vacante, las viudas no se quejan, les pagan muy bien por el que perdió la vida.

El objetivo de la petrolera es sacar la mayor cantidad de petróleo en el menor tiempo posible, ahí se trabaja las 24 horas del día, no les importan los muertos ni el daño ecológico, no es su país, pero a los trabajadores mexicanos tampoco les interesa.

El gobierno no se mete en esos lugares sin ley, recibe su tajada también del petróleo. Las petroleras actúan de la misma manera en todos lados, en México como en Venezuela y en otras partes del mundo.

Primero tratan de comprar la tierra a su propietario por la buena, si no venden amenazan, después corrompen al gobierno para que despoje y por último asesinan o invaden el país pero cumplen su objetivo, porque tienen dinero para comprar ejércitos, dinero que sale del petróleo.

Al leer el libro sale a relucir como era la mafia de las compañías que eran dueñas de las petroleras mexicanas y cual era su manera de robar, así mismo cual es la manera de pensar de los campesinos que ven en el oro negro una maldicion, ya que se les expropia impunemente.

El gobierno de ese entonces era cómplice.

Cabe hacer notar que esta novela fue prohibida o censurada por los gobiernos posteriores a Cárdenas, pero ahora se puede encontrar sin mayor problema en las grandes librerías.

 

 

 

 
   
 
 

 

 
 
 
 
 

Año 12. No. 638. del 18 al 24 de marzo 2018

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