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Año 12. No. 651. del 16 al 23 de junio 2018

Premio de Comunicación Alternativa
En México están condenados a empleos precarios

JÓVENES CON TRABAJO MAL PAGADO

Participación de Patricia Pozos Rivera, Doctora en Economía,

Profesora de la Facultad de Economía, de la Escuela Nacional de Trabajo Social y

Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, todas de la UNAM,

Integrante del Centro de Análisis de Coyuntura Económica, Polítca y Social-UNAM

y de la Sociead de Economía Política y Pensamiento Crítico de América Latina, SEPLA.

Publicación Original del Portal www.frecuencialaboral.com

•  Introducción

Me interesa compartir con ustedes una reflexión en relación a la importancia de los jóvenes en México y en el Mundo, la cual se despliega en varios niveles, como lo político, lo laboral, lo cultural, la reproducción misma de la sociedad, posicionándolos en un sector clave en el que debemos colocar la mirada como sociedad.

Me gustaría platicarles un poco, sobre cifras, por qué son tan importantes, sobre lo difícil que es estudiar este grupo social, y por otro lado enfocarnos en lo político y lo económico.

En lo político por lo importante que ha sido su participación en la transformación de nuestra sociedad, lo que implican en esta jornada electoral histórica y en lo económico sobre cómo es su incorporación al mercado laboral y sus condiciones en ese ámbito.

•  La importancia de los Jóvenes a nivel mundial.

Las Naciones Unidas celebraron por primera vez en 1985 el Año Internacional de la Juventud y diez años después se aprobó el Programa de Acción Mundial para mejorar la situación de los jóvenes a escala mundial; en 2007, este programa fue ampliado y se establecieron líneas prioritarias para resolver problemáticas como empleo, pobreza, educación, salud y otros temas, pues ya se les consideraba como una población vulnerable.

La crisis que se desató en 2007, también dejó ver que uno de los grupos sociales más afectados fueron los jóvenes, quienes sufrieron las más altas tasas de desempleo, según datos de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), entre 2008 y 2009 se observó la más alta tasa de desempleo juvenil. Para 2009 se registraron 81 millones de jóvenes sin empleo en el mundo, la mayor cifra en la historia.

En México, 30.6 millones eran jóvenes de entre 15 y 24 años en el año 2015, según el más reciente censo del Instituto Nacional de Estadistica, Geografía e Informática (INEGI), lamentablemente, no se han generado las condiciones para que dicha fuerza de trabajo sea un factor de desarrollo para el país, como lo marcó el Banco Mundial al catalogar a los jóvenes como “bono demográfico”.

Por el contrario, la población mexicana entre 15 y 24 años participa con 40% del flujo de mexicanos que se incorporan al mercado laboral estadounidense [CONAPO, 2010: 23]. Para el año 2010 habían salido del país más de cinco millones de jóvenes, el equivalente a 36.41% de la población entre 15 y 29 años.

Según el Fondo de Población de la Naciones Unidas, habían en el mundo 1,800 millones de jóvenes entre 10 y 24 años, en 2014, lo que equivalía a casi el 25% de la población mundial, es importante decir que nunca antes en la historia, el planeta tuvo tantos jóvenes, y según las proyecciones de población, hacia el 2050 ya no vamos a tener tantos, bajará a un 15% de la población mundial.

•  La dificultad de estudiar a los jóvenes

Cuando uno habla de jóvenes es difícil mencionar una edad en la que todos estén de acuerdo, en mis trabajos de investigación defino como jóvenes a la población de 15 a 29 años, pero dentro de este rango de edad, se pueden hacer sub grupos, por ejemplo de 15 a 18 se les puede llamar adolescentes, de 19 hasta los 24 como jóvenes, luego viene de 25 a 29 años como adultos jóvenes.

Algunos países señalan los 24 años como término del período de juventud, y esto es asociado a una etapa de consolidación, de desapego o de emancipación del núcleo familiar, y en algunos países, la población de 24 años ya es autónoma, más en países desarrollados. En otros como México dicha emancipación se ha retardado y por lo tanto se ha elevado la edad para caracterizar a los jóvenes.

También mencionar que lo que llamamos jóvenes es algo muy nuevo, hablando de la historia humana, pues se empieza a pensar en dicha población como jóvenes cuando se les considera población en edad de formación para el mercado laboral y eso sucede a consecuencia de de la Revolución Industrial, cuando el desarrollo tecnológico, implica pensar en una población trabajadora calificada, y los jóvenes son los que se incorporan a las escuelas para calificar su fuerza de trabajo. Claro que no hay que pensar que la educación solo sirve para formar trabajadores, ya que es un proceso mucho más complejo.

Culturalmente, hay muchas formas de ver esa transición de cuando se es niño a cuando se es adulto, en comunidades urbanas se suele retardar más dicha etapa de juventud que en zonas rurales.

•  Los jóvenes en el ámbito laboral

¿Por qué son tan atractivos los jóvenes?

Si bien la población laboral siempre ha sido joven, actualmente estamos observando que en algunos trabajos, y en fenómenos como la migración, se incorporan cada vez en edades más tempranas.

Los jóvenes que logran incorporarse al mercado laboral son más susceptibles a trabajar más horas, en empleos informales e inseguros, caracterizados por bajos salarios y sin prestaciones sociales.

En contraparte, son los trabajadores más vigorosos, los que físicamente tienen la posibilidad de soportar jornadas extenuantes, pueden trabajar sin asistir al médico si tienen alguna enfermedad leve y pueden adaptarse a diversas actividades, lo que los hace atractivos en los trabajos donde buscan a trabajadores multitask o flexibles.

Esta combinación, por un lado, fuerza de trabajo vulnerable y por otra altamente productiva, hace de los jóvenes mano de obra muy atractiva en los mercados laborales de las economías.

Como sabemos, la economía capitalista responde a ciclos económicos, algunas veces estamos en expansión y otras en recesión, es por ello que en momentos de crisis es necesario reestructurar los procesos productivos. Desde los años 70 venimos en una reestructuración que ha permitido al gran capital seguir reproduciéndonse a costa de trasladarle los costos de la crisis a la Fuerza de Trabajo.

El resultado de la reestructuración productiva se observa en trabajos más flexibilizados, que tienden a precarizar los empleos, son ahorradores de fuerza de trabajo, debido a la automatización, la necesidad de menores saberes para realizar una gran cantidad de los trabajos, teniendo como resultado la demanda de grandes cantidades de trabajadores jóvenes, con una formación técnica, quienes son los que mejor se adaptan a los nuevos procesos productivos, en modelos de desarrollo maquilador.

Un papel importante lo juega la reforma laboral, ya que además ha encaminado la reestrucutración a contratar trabajadores con menores derechos.

Es importante decir que la reforma laboral ha despojado a los trabajadores de una gran cantidad de derechos que las organizaciones sindicales habían ganado a principios del siglo XX, y que las nuevas generaciones de trabajadores, que nacieron ya en el contexto del TLCAN, (jóvenes de 24 años o menos) ya no tienen idea de lo que es la estabilidad laboral, tener derecho a una pensión, derecho a vacaciones, derecho a la seguridad social, a servicio médico, etc.

Según el Instituto Mexicano de la Juventud, en México en el 2014, 7 de cada 10 jóvenes presentan carencia de acceso a la seguridad social y 3 de cada 10 carencían de acceso a servicios de salud.

Si bien no es nuevo que el capitalismo eche mano de toda la población para garantizar su fuerza de trabajo barata (incluyendo niños, mujeres y adultos mayores) en este momento histórico los jóvenes son muy necesarios, no sólo por el número que respresentan a nivel mundial, sino también porque los jóvenes son los que mejor se adaptan a los procesos donde se incorpora la innovación tecnológica, así como en los que todavía no es rentable incorporarla, por ejemplo el trabajo en la pisca de frutas y hortalizas, tanto en México como en Estados Unidos.

La población juvenil se ve afectada por dos grandes problemas, por un lado, si son incorporados al mercado laboral son altamente explotados, pero también son los más afectados por el desempleo y por su exclusión del sistema educativo en el nivel medio y superior.

un estudio que publica la Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros (AMIS), l as personas nacidas en 1985 o después, tienen 41.1 por ciento de probabilidad de vivir en condición de pobreza como adulto mayor. Además, este segmento de la población vivirá al menos hasta los 82 u 84 años de edad por el aumento en la esperanza de vida; es decir, después de cumplir 65 años y pensionarse, deberá asumir gastos por los siguientes 17 o 19 años.

La AMIS expuso que una proporción elevada de este segmento se conformará por quienes la mayor parte de su vida laboral se han desempeñado en el sector informal, y que tal vez nunca o muy tiempo cotizaron al sistema de seguridad social.  Estamos generando una población que cuando sea adulta mayor futura será muy vulnerable, y destinada a vivir en pobreza.

 

•  Lo político

Las y los jóvenes pueden ser altamente peligrosos para el estatus quo del actual sistema económico y político, por su capacidad de generar grandes cambios sociales, como lo demostró el movimiento estudiantil de 1968. A 50 años, no hay duda de que influyó en el escenario político, social y cultural de México y otros países, por ello es fundamental recordarlo y que las nuevas generaciones tengan la información de las demandas de entonces.

El pasado 19 de septiembre las y los jóvenes en horas se organizaron, y salieron a las calles para ayudar a la población que fue damnificada por el sismo, cuando a ocho meses, el gobierno no nos ha dado explicaciones sobre los recursos para la reconstrucción y una gran cantidad de damnificados siguen sin tener certeza de la reconstrucción.

Ahora, estamos en un momento político que nos obliga a reflexionar en los grandes problemas de México, y los jóvenes son un punto estratégico.

Como sociedad debemos brindarles una atención total, no asistencialista y los candidatos actuales no deben verlos sólo como votos.

Según información del INE al 2 de marzo de este año, el 29.35% de la lista nominal está conformada por jóvenes entre 15 y 29 años, de ellos aproximadamente el 17% votará por primera vez, estamos hablando de un poco más de 15 millones.

Como sociedad debemos generar condiciones para que los jóvenes puedan participar en la transformación social, no solo en la elección, sino más allá de ella, garantizarles espacios en el sistema educativo, no criminalizarlos, y hay que trascender su precariedad laboral.

 

 

 
   
 
 

 

 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

 

 

 
 
 
 
 

 

 

Año 12. No.651. del 16 al 23 de junio 2018

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