Portal Semanario

Año 12. No. 633. del 11 al 17 de febrero del 2018

Premio de Comunicación Alternativa

EL EMPERADOR: De Rizzard Kapuscinski

Reseña

*Al pueblo hay que mantenerlo con hambre para que nada más estén pensando en la olla y no en politica.

Por Antonio Peregrino Rojo

Colaborador Voluntario de Frecuencia Laboral

Publicación Original del Portal www.frecuencialaboral.com

Haile Selassie, emperador de Etiopia, llegó al poder por un golpe de estado ayudado por las embajadas extranjeras, principalmente de Norte América. Tenía el control de todo el país, utilizando para ello al ejército, la policía y una red de espías en todas las ciudades y pueblos, así como un enorme número de funcionarios de de palacio que eran mantenidos por los impuestos que pagaban los Etíopes.

En mayo de 1963 en Addis Abeba se reunirían los presidentes del África independiente. Con ese motivo el emperador ofreció en el palacio un banquete impresionante para 3000 personas, en bandejas y cubiertos de plata y oro que juntos pesaban varias toneladas. El banquete consistía en descomunales montañas de carne, fruta, pescado, quesos, pasteles y vinos esquí sitos.

Detrás del palacio tiraban los desperdicios de la comida, en donde una turba de mendigos descalzos comían en silencio todo lo que les arrojaban y que formaban una montaña de desperdicios.

El emperador decía que al pueblo hay que mantenerlo con hambre para que nada más estén pensando en la olla y no intenten organizarse. También controlaba el sistema educativo, porque si los jóvenes estudiaban, entonces empezarían a pensar y eso es muy peligroso para el imperio.

Controlaba la prensa con un traje de 25 mil ejemplares para todo el país, en donde la mayoría no sabía leer. Decía que sí el pueblo empieza a leer, puede acostumbrarse y lo que sigue es que empiecen a pensar.

Cualquier intento de levantamiento era extinguido por el ejército, matando a los sublevados.

Debido a la enorme diferencia en la repartición de la riqueza, muchos pobres y pocos, muy pocos ricos, había mucho descontento en la población, el aumento en los impuestos aumentaba la miseria en el país.

Cuando al ministro de Economía se le ocurrió aumentar el precio de la gasolina, el pueblo ya no aguanto más. Los taxistas se pusieron en huelga, se les unieron los demás transportistas, los estudiantes, los maestros y organizaciones civiles, el ejército no se daba abasto tratando de controlar las revueltas y el mismo ejército se inconformo, los soldados se sublevaron contra los generales y contra el emperador.

Finalmente en 1974 el emperador fue destronado por los rebeldes quienes portaban armas y conducían vehículos de fabricación estadounidense. Lo que más le indignó al magnate fue que acostumbrado a transportarse en vehículos de lujo como Rolls-Royce, Mercedes, Lincoln-Continental, se lo llevaron a otro palacio en un modesto Volkswagen... hacia su última morada, en donde murió el 28 de agosto de 1975.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 
   
 
 

 

 

 
 
 
 
 

 

Año 12. No. 633. del 11 al 17 de febrero del 2018

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