Portal Semanario
Año 10. No. 530. del 14 al 20 febrero 2016
Premio de Comunicación Alternativa
Números Rojos en Finanzas Públicas

MÁS CRISIS Y RECORTES A LA VISTA

 

Participación de la Doctora Josefina Morales,

Investigadora del Instituto de Investigaciones Económicas de la UNAM

y de la Sociedad de Economía Política y Pensamiento Crítico de América Latina (SEPLA)

Programa del sábado 13 de febrero del 2016

Publicación Original del Portal www.frecuencialaboral.com

En los nubarrones de la economía mundial en la que está inserta nuestra economía, en forma dependiente, los informes trimestrales sobre las finanzas públicas así como las acciones y declaraciones cotidianas de los ministros de hacienda y economía, así como del banco de México, nos llevan a preguntarnos qué pasa con nuestro futuro inmediato, con nuestro salario y nuestros gastos, con el futuro inmediato de nuestro trabajo.

Desde el año pasado, el presupuesto público y su distribución han venido sufriendo recortes: en primer lugar porque las finanzas públicas dependían en alto grado, más de una tercera parte, del petróleo, de Pemex, sometiendo a Pemex a una ordeña sin fin que la llevó a un endeudamiento explosivo y a un grave abandono de la inversión; en segundo lugar por la caída del precio del petróleo, en tercer lugar por la política privatizadora en curso que ha impuesto una redistribución de la finanzas petroleras publicas.

El diseño del presupuesto para este 2016, dirigido por el Banco Mundial, a partir del denominado presupuesto base cero, con miras a un ajuste severo del gasto público, entendido o reducido a recorte de personal y de algunos rubros de gasto corriente, no se realizó, sin embargo, considerando la brutal caída del precio del petróleo, ahora alrededor de 23-24 dólares por barril, hace dos años en más de 100 dólares, ni mucho menos la tormenta monetaria que ha arrastrado nuestra moneda a casi 20 dólares por peso, perdiendo más de un 40% en unas cuantos meses, en unas cuantas semanas.

Por lo que, además de la reducción realizada en el diseño del presupuesto de este año ya se anuncia ahora otro recorte, un reajuste preventivo para 2017 y estamos en febrero!

Los ingresos públicos provienen de nuestros impuestos, que contribuyen con más de la mitad; de las empresas públicas (reducidas a Pemex y CFE) que contribuyen con la cuarta parte, con deuda y otros.

La tímida reforma fiscal, que no afectó seriamente a las grandes empresas que siguen recibiendo cantidades millonarias de devoluciones de impuestos o de impuestos diferidos, elevó la recaudación del impuesto sobre la renta un 24%, sin embargo, la recaudación de este impuesto sigue siendo una de las más bajas de América Latina al representar 12% del PIB.

Se señala que el presupuesto público ya no está petrolizado, sin embargo, los aportes del petróleo, cayeron más de una tercera parte por la caída del petróleo, y todavía representan la cuarta parte de los ingresos totales del gobierno, si bien ahora poco menos de la mitad está en el llamado Fondo Mexicano del petróleo, del cual una parte sustantiva sigue destinándose al presupuesto federal, sin rebasar 4.5 del PIB, es decir, alrededor de la quinta parte del presupuesto.

A esta situación hay que agregarle el crecimiento de la deuda pública tanto interna como externa. La deuda interna del gobierno federal registra 5.1 billones de pesos, la externa 82 000 millones de dólares, en total 363.5 mil millones de dólares; y con la de las empresas estatales se eleva a 474 274 millones de dólares, 43% del PIB. Y si agregamos la deuda externa del sector privada que anda alrededor de los 200 000 millones de dólares, la deuda nacional supera la mitad del PIB.

De la crisis global hay que tener presente las tendencias recesivas y deflacionarias que arrastran a Europa y Japón en medio de una turbulencia monetaria, y la grave crisis económica política en varios países de Nuestra América (Brasil, Argentina, Venezuela…)

 

¿Cómo afecta en lo inmediato a los trabajadores esta situación?

 

1.- En primer lugar en el desempleo en el sector público del que ya se anuncia un recorte de 25 000 plazas, recorte que ya empezó desde finales del año pasado, y que afectará particularmente a Pemex, cuya negociación del contrato colectivo echa a espaldas de los trabajadores ya lo tenía contemplado. Despido de miles de trabajadores, dicen que sólo de confianza, que se realizará sin prestaciones.

2.- Recorte en el presupuesto educativo, particularmente en las universidades públicas de provincia, a las que los gobiernos estatales deben, en varios casos, parte importante de su presupuesto.

3.- El recorte del gasto público incide en forma directa en la construcción, ya que el gobierno es el más importante realizador de proyectos de infraestructura; actividad que desde el año pasado se ha detenido y ha repercutido gravemente en empresas de diverso tamaño. Esta actividad, además está atravesada por la corrupción y la adjudicación de la obra pública a los amigos del presidente, a los amigos de los secretarios, a los amigos de los gobernadores… Y ahí está la crítica situación de ICA.

4.- El recorte del gasto público afecta también a miles de proveedores de diversos productos y servicios, con un rezago creciente en el pago del sector público y las empresas. Se dice, por ejemplo, que Pemex de pagar a sus proveedores en tres meses ahora lo hace, si lo hace, o lo hará en seis meses.

5.- La devaluación en caída del peso nos afecta de distintas formas:

--En el pago de los intereses de la deuda externa y parte de la interna que está en dólares. Por ejemplo, si el año pasado se pagaron alrededor de 7 000 millones de dólares de intereses, que a 15 dólares por peso, en promedio, habrían sido equivalentes a 105 000 millones de pesos, en este año si se queda en 20 pesos, se pagarían 140 000 millones, 30% más.

Y el sector privado está más endeudado que el sector púbico…

-- Incrementa el costo, en pesos, de las importaciones que representan poco más de la cuarta parte del mercado interno: importaciones de maquinaria, equipo, partes y materias primas para la industria maquiladora y no maquiladora; importamos alimentos, importamos energéticos, gasolina y ahora hasta petróleo…

-- Sin control público sobre la banca, nacional y extranjera, se elevarán las tasas de interés de las tarjetas de crédito

-- Incrementa el costo de los viajes internacionales que se realizan por trabajo, estamos globalizados y somos parte de las cadenas de valor trasnacional, o por vacaciones…

Estas repercusiones en la contracción del gasto público y la elevación del costo de la deuda y de las importaciones incidirá en el crecimiento de la economía, por lo que otra vez los pronósticos no se cumplirán y la inflación, más pronto de lo que el gobierno puede esperar, se resentirá.

 

 
   

 

 
 

 

 

 
 
 
 
 

 

 

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