VAMOS A LA OBRA

POR LA FELICIDAD Y LA LIBERTAD

Compilación de los Discursos de Maximilien Robespierre

*La Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano de 1793 y el origen del derecho al trabajo y a la seguridad social

de Yanic Bosc, Florence Gauthier y Sophie Wahnich

Resumen de María de Lourdes Martínez González

Periodistas y Conductora de Frecuencia Laboral

Publicación Original del Portal www.frecuencialaboral.com

En este libro se explica que Maximilien Robespierre, fue representante electo a la Asamblea Legislativa que aprobó la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano como la primera Constitución Política de Francia en 1789 y propuso la reforma de 1793.

De este libro sólo vamos a abordar el tema de cómo planteó una reforma radical a este documento fundamental, que fue el antecedente de la actual Carta Internacional de los Derechos Humanos, para que en el derecho a la propiedad se reconociera la propiedad de uno mismo, es decir el derecho a ser libre y a que otra personas no puediera adueñarse de otras para esclavizarlas.

También se instauró el derecho a trabajar y a disfrutar del producto del propio trabajo y así como a trabajar para subsistir. También planteó el derecho a la propiedad social y no sólo a la privada, por lo que aquí nació la palabra socialista, con la que la burguesía de derecha,calificó a la corriente de Robespierre, a los revolucionarios burgueses de izquierda que planteaban la propiedad social para evitar que los acaparadores especularan con el hambre del pueblo.

Planteó acabar con el esclavismo en el mundo y dijo que puesto que todos los hombres (y mujeres) somos hermanos sin importar las diferencias de razas, propuso considerar a quienes invadían a otros países para someterlos como enemigos.

La propuesta de Robespierre no se aprobó en su totalidad aunque sí en lo que respecta a tener derecho al trabajo, a la libertad de trabajo y al producto del propio trabajo.

Redactó el derecho de los pueblos a la insurrección para liberarse de la opresión y recuperar su felicidad, también redactó el derecho a la vida y a la subsistencia y el principio de que las decisiones soberanas residen en todos los individuos del pueblo, la asistencia social en el proyecto de la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano, que entró en vigor el 24 de abril 1793.

Estos principios no se concretaron en la realidad, porque un año después la mayoría de los revolucionarios de izquierda habían perdido la vida en una cruenta lucha que se dio entre quienes abogaban a favor de la propiedad de los hombres para esclavizarlos y quienes luchaban por el derecho a la libertad y fueron sentenciadas a la guillotina fueron sentenciadas a la guillotina fueron sentenciadas a la guillotina fueron sentenciadas a la guillotina fueron sentenciadas a la guillotina fueron sentenciadas a la guillotina París medio siglo después y Tires "hace ejecutar a 23 mil insurgentes solamente en la semana sangrienta”, no lo condenaron ni le nombraron sanguinario, pese a que extraoficialmente se cree que acribilló a más de 100 mil trabajadores, niños, mujeres y ancianos, detallan los autores.

Originalmente la justicia revolucionaria se aplicó contra los Gironda o los conservadores, pero en su última etapa que duró dos meses, también fueron guillotinados los propios revolucionarios jacobinos. El mismo Maximilien Robespierre fue correteado y masacrado a pedradas.

Eso impidió que se aplicara la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano de 1793, que dio origen al derecho al trabajo, al producto del trabajo, a escoger libermente el trabajo que cada individuo deseara, al derecho a lo que fue el antecedente de la seguridad social.