Portal Semanario
Año 14. No. 729. del 05 al 11 enero de 2020
Premio de Comunicación Alternativa

 

VAMOS A LA OBRA

 

MÉXICO BÁRBARO

Autor John Kenneth Turner

*El Tren Maya se asentará sobre las vías del Tren de la Muerte...

*Fue construido en la época de Porfirio Díaz y cada riel cobró 5 vidas...

*Morían de hambre, sed, cansancio, golpes, de trabajo forzado, suicidio y de enfermedad...

* Muchos trabajadores eran detenidos arbitrariamente y enviados al Tren de la Muerte..

*El Tren de la Muerte sirvió para transladar a soldados para matar a los mayas insurrectos...

*También sirvió para transportar las riquezas naturales saqueadas del sur del país.

 

Reseña de Antonio Peregrino Rojo: "El amigo bombero Peregrino",

Colaborador voluntario de Frecuencia Laboral

Publicación Original del Portal www.frecuencialaboral.com

Es un amplio reportaje sobre la situación política y social de México durante el ocaso de la larga dictadura de Porfirio Díaz. A través de sus viajes por la República Mexicana, sus entrevistas, sus investigaciones, y haciéndose pasar de incógnito como un empresario norteamericano y millonario, John Kenneth Turner expuso el lado esclavista del desarrollo capitalista en México, que impulso el dictador y al que sometió a la mayoría de la población indígena y mestiza del país en pleno siglo XX.

El relato se sitúa entre 1908 y el inicio de la revolución mexicana en 1910. En el libro, narra que se entrevistó con el ex jefe de sanidad del ejército de Porfirio Díaz, y le comentó que en su campaña contra los mayas, el gobierno construyó en el estado de Quintana Roo, un ferrocarril de 70 kilómetros, conocido entre los soldados como el tren de la muerte, pues se dice que durante su construcción, cada durmiente costo cinco vidas.

Si contamos que cada durmiente se coloca a cada 50 cm, un metro de vía tiene dos durmientes, cada kilómetro tiene dos mil durmientes, los 70 quilómetros de vía tienen 140 000 durmientes, por cinco vidas cada uno, nos da un total de 700 000 muertos, ese fue el costo total por construir ese tren.

Se llevaron muchos reos de la prisión militar de San Juan de Ulúa para que hicieran el trabajo, con la promesa de reducir sus condenas a la mitad; pero después de estar pocas semanas en manos del General Bravo, la mayoría pedía---aunque en vano---que los devolviesen a Ulúa, que fue la más temida entre las prisiones de México.

Entre esos presos estaban muchos trabajadores que eran detenidos arbitrariamente al salir de su centro laboral, en realidad era una privación ilegal de la libertad, un secuestro, sólo para acusarlos e imponerles de castigo trabajo forzado en el Tren de la Muerte. También se podían librar de ese castigo si pagaban por su libertad, dinero que iba al bolsillo de los jefes militares que ordenaban y cometían los secuestros.

El General Bravo, a cargo de la construcción de El Tren de la Muerte en Quintana Roo, no les daba de comer a estos infortunados prisioneros; cuando caían por debilidad, eran azotados, algunos hasta morir. Muchos reos se suicidaron en cuanto tuvieron oportunidad de hacerlo; lo mismo hacían los soldados.

El propósito de ese tren fue el de transportar soldados para matar a los mayas que no se dejaban someter en esa zona. Durante los 30 años del mandato de Díaz, hubo una fuerza de dos a tres mil soldados en campaña constante contra los mayas, pero nunca pudieron someterlos.

Por cada Maya que moría, morían 30 soldados de hambre o enfermedades. La historia nos dice que los ferrocarriles se construyen para el saqueo de las riquezas naturales de los pueblos y para el transporte de soldados que someten a los pueblos que no se dejan saquear.

 

 

 

 
   
 
 

 

 
 
 
 
 
Año 13. No. 714. del 09 al 28 septiembre de 2019
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