Portal Semanario
Año 13. No. 678 del 23 dic. 2018 al 05 ene. 2019
Premio de Comunicación Alternativa

 

VAMOS A LA OBRA

 

MÁRTIRES DE RÍO BLANCO

Documental de Enrique Quintero Marmolejo

¿Qué ganaron?

 

Reseña de Antonio Peregrino Rojo: "El amigo bombero Peregrino",

Colaborador voluntario de Frecuencia Laboral

Publicación Original del Portal www.frecuencialaboral.com

El lunes 07 de enero de 1907. Hace 112 años, se perpetró una matanza de miles de obreros en el pueblo de Río Blanco, Veracruz, por parte del Ejército Mexicano.

Antecedentes. En 1810, se estableció en el valle de Orizaba, conformado por las villas de Tenango, Nogales, Santa Rosa y Orizaba, un grupo de migrantes provenientes del sur de Francia, los Barcelonnettes. Ellos venían huyendo de la pobreza de su país, aquí en México, se dedican al comercio y se vuelvieron muy ricos 90 años después.

Favorecidos por las políticas entreguistas de Porfirio Díaz, se convirtieron en dueños de fábricas textiles entre ellas la CIDOSA, la más grande de todas. Las características climáticas y geográficas beneficiaron la instalación de fábricas textiles. Para 1900, el Valle de Orizaba era el corredor industrial con las fábricas textiles más modernas de México.

A los trabajadores, que venían del campo les parecía una mejora enorme ser obreros. En el campo trabajaban muy duro y pasaban hambres y en la fábrica les pagaban 50 centavos diarios y les daban un cuarto para vivir, aunque trabajaban de las 6 de la mañana a las 8 de la noche, 14 horas seguidas con media hora para tomar sus alimentos.

Les cobraban las piezas que se rompían y sus herramientas también. Como el salario no les alcanzaba, pedían vales que eran canjeables en la tienda de raya y con este sistema permanecían endeudados siempre, incluso heredaban sus deudas a sus hijos.

Había niños trabajando de 5, 8 y 12 años y a ellos sólo le pagaban 25 centavos diarios, con el mismo horario de trabajo.

6 de abril de 1906, se creó el gran círculo de obreros libres en Río Blanco, con José Neyra a la cabeza, influenciado por los hermanos Flores Magon y su periódico Regeneración, que eran militantes del Partido Liberal Mexicano ( PLN ), como respuesta a la inconformidad de los obreros por la terrible explotación que sufrían.

Durante ese año los trabajadores ya organizados, hicieron varios paros laborales para manifestar su inconformidad. Los patrones no cedieron a ninguna de sus peticiones, que eran aumentó salarial de 1 peso al día, que ya no se les cobrara la herramienta ni las piezas que se rompan de la maquinaria, escuela para los niños en vez de trabajar, reducción de la jornada de trabajo y sobre todo mejor trato por parte de los capataces.

Los trabajadores solicitaron la intervención del Presidente Porfirio Díaz para solucionar el conflicto. Una comisión viajó a la Ciudad de México para entrevistarse con el Presidente, pero fueron recibidos por Ramon Corral, Vicepresidente de la República quien les entregó un laudo firmado por Porfirio Díaz en el que les pide volver a trabajar sin solucionar de fondo sus peticiones. Este laudo es rechazado por los trabajadores.

En asamblea general, se llegó al acuerdo de que el día 7 de enero de 1907, nadie entraría a trabajar. Los silbatos de la fábrica sonaron a las 05:30 horas, como era la costumbre para llamar a los trabajadores que entraban a las 06:00 horas.

La mayoría de los trabajadores no entraron a trabajar, se agruparon en la entrada y ahí esperaron manifestando que estaban en huelga, pero unos pocos si estaban entrando a la fábrica. Había filas de mujeres a los lados de las puertas gritándoles injurias a los que estaban entrando, hasta que les dio vergüenza y dejaron de entrar y unos que estaban adentro se salieron.

Unos trabajadores se dirigen a la tienda de raya y el dependiente los recibió a balazos y mató a un obrero, lo que originó que la multitud enardecida destruyera y quemara la tienda.

El dueño de la fábrica solicita a Porfirio Díaz apoyo y este manda al 13 batallón de infantería comandado por el general Marcelino Martinez con órdenes de acabar con la revuelta a cualquier costo. A las 14:00 horas comenzaron a dispararle a los trabajadores, matando a hombres, mujeres y niños, ya entrada la noche seguían matando a los que encontraban escondidos en el cerro. No se sabe cuantos muertos hubo aquel día pero algunos sobrevivientes vieron que cargaban vagones de ferrocarril con cadáveres y llenaron más de 3 góndolas y se los llevaron a tirar al mar en Veracruz, a los que quedaron vivos los encerraron el San Juan de Hulùa aunque estuvieran heridos.

¿Qué pasó después?

Los trabajadores volvieron a la fábrica, los patrones otorgaron un aumento salarial, se acabaron los vales para la tienda de raya, se acaban las multas, los niños sólo podían trabajar con el permiso del padre, y se hizo obligatorio que los niños acudieran a la escuela construida por el patrón.

Lograron también algo muy importante, las comisiones de obreros fueron atendidas por los patrones, a partir de entonces, para resolver los conflictos obrero-patronales, por primera vez aparecen los representantes de los trabajadores en las actas oficiales de las fábricas.

En 1912 se firmó el primer contrato de tarifas. Cándido Aguilar, gobernador de Veracruz, lo firmó y se conviertió en el primer contrato de trabajo acordado entre el patrón y los trabajadores, avalado por el gobierno del Estado.

En 1915 surgieron los primeros sindicatos con los que se firmaron los primeros contratos colectivos, el primero es el Sindicato de Trabajadores y Similares de Río Blanco.

A partir de entonces hubo un crecimiento económico en la zona, la estabilidad en el empleo y la mejora en las condiciones de vida resultan en prosperidad de los ciudadanos. Los tiempos de mayor auge son en 1942 con la Segunda Guerra Mundial, los países en conflicto requieren de grandes cantidades de telas y Río Blanco surte lo más que puede, con sus fábricas a su máxima capacidad, las máquinas no se detienen, se forman 4 turnos de trabajo, se requieren más trabajadores, siempre hay pago de horas extras.

Pasada la Primera Guerra Mundial comenzó el declive, ya no hubo tanta demanda, surgieron las fibras sintéticas, se importaron telas, los empresarios de Río Blanco decidieron ya no invertir en maquinaria nueva y comenzaron a irse de la zona.

Finalmente el 15 de agosto de 1993 cerró la última fábrica del valle de Río Blanco. 8000 obreros jubilados esperan su apertura.

Este documental fue hecho con testimonios de ex trabajadores de la fábrica la CIDOSA y algunos hijos de los sobrevivientes del cobarde asesinato de miles de trabajadores, mujeres y niños en Río Blanco en 1907, por parte del 13 batallón de infantería del ejército y los carabineros de Río Blanco al servicio de los dueños de la fábricas de textiles.

Un hecho que cabe mencionar, es que un pelotón completo del 13 batallón de infantería del Ejército, se negó a disparar en contra de mujeres, niños y trabajadores desarmados. Esto les costó la vida y ahí mismo fueron fusilados, pero ellos no quisieron ser asesinos.

 
 

 

 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
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