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VAMOS A LA OBRA
1984 Autor: George Orwell, escrita en 1949 *Métodos para el sometimiento social por miedo...
Reseña de Antonio Peregrino Rojo: "El amigo bombero Peregrino", Colaborador voluntario de Frecuencia Laboral Publicación Original del Portal www.frecuencialaboral.com El mundo futurista de 1984, en esta novela, está dividido en tres superpotencias que viven en permanente estado de guerra: Oceanía, Eurasia y Asia Oriental. Oceanía, conformada por las regiones angloparlantes. Está regido por el Partido, un grupo oligarca. Este a su vez se divide en el Partido Interior -el cual gobierna y está conformado por el 2% de la población- y el Partido Exterior -conformado por el 13% de la población y encargado de ejecutar las órdenes-. El 85% que conforma el resto de la población corresponde al proletariado, quienes son ignorados porque el Partido considera que no tienen la capacidad intelectual necesaria para organizar una rebelión, al pueblo lo mantienen siempre espantado con la guerra. Son dominados con el miedo a un constante posible bombardeo, pero nadie ha atestiguado esa guerra. Solamente ven y escuchan la televisión, que les dice los avances de esa guerra, contra el enemigo que nadie ha visto. El Partido mantiene a los ciudadanos bajo vigilancia perpetua, por medio de las pantallas de televisión y una cámara en forma de ojo que se encuentra en el interior de todas las casas, arrestando y haciendo desaparecer a quienes demuestren alguna inconformidad. A la cabeza del Partido se encuentra la figura de El Gran Hermano, cuya cara está en carteles, anuncios espectaculares y monedas. Todos los ciudadanos están obligados a amarlo y a ofrecerle su lealtad incondicional. El Gran Hermano es el dueño de los medios de comunicación, televisión, periódicos y radio, sólo es verdad lo que él dice, nadie lo contradice, tiene toda una red de espías que le informan de todo, tiene el control total de los ciudadanos por medio del miedo, utilizando a la policía y al ejército. El Partido controla a la población mediante cuatro ministerios: 1) Ministerio del Amor. Encargado de la ley y el orden. Por medio de la tortura y los lavados de cerebro, reeduca a los ciudadanos rebeldes. 2) Ministerio de la Verdad. Encargado de la propaganda del gobierno, por medio de noticias, arte, entretenimiento, educación y adoctrinamiento. 3) Ministerio de la Paz. A cargo de mantener la guerra. Una de sus estrategias es enfocar la atención en problemas externos (con otros países) para distraer a los ciudadanos de los problemas que viven en su propio país. De esta manera culpar a otros, para que los problemas nunca se solucionen y el estado de guerra se perpetúe. 4) Ministerio de la Abundancia. Encargado de asuntos económicos, como racionar y crear hambrunas. El protagonista de la novela es Winston Smith, un miembro del Partido Exterior que trabaja para el Ministerio de la Verdad, reescribiendo la historia para que cumplan con la ideología y la imagen que vende el Partido. Perturbado por su trabajo, Winston escribe un diario dirigido a O´Brien, uno de los miembros del Partido Interior, debido a que Winston sospecha que O´Brian pertenece a una organización secreta de rebeldes conocida como La Hermandad. Un día Winston conoce a Julia, una joven que le envía una nota que dice "te quiero". En Oceanía las relaciones y el deseo sexual están prohibidos, incluso para parejas casadas. A pesar de esto, Winston decide iniciar una aventura clandestina con Julia. La pareja se encuentra en el segundo piso de la tienda del señor Charrington, el propietario de una local de objetos usados, quien parece ser un aliado de la Hermandad. El señor Charrington traiciona y denuncia a la pareja que es arrestada en su tienda, en posesión del libro escrito por Emmanuel Goldstein, un líder contrario del Partido. Winston y Julia son torturados por O'Brien en el Ministerio del Amor, se les realiza un lavado de cerebro en el que pierden su individualidad, respeto y deseo sexual. Al final, Winston y Julia aprenden a ser leales al Partido, a amar al Gran Hermano y a tener miedo, a necesitar que el gran hermano los proteja.
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