Precariedad laboral en profesores de asignatura de la UACM

La Universidad Autónoma de la Ciudad (UACM) surgió hace 18 años en 2001 con el propósito de atender a los jóvenes, y no tan jóvenes, que hasta entonces habían sido excluidos de la educación superior. Se trató, entonces, de un proyecto educativo fundado en algunos principios básicos, tales como:

La inclusión, pues no contempla el examen de admisión, sino un sorteo.
Gratuidad, pues es ningún trámite o curso tiene costo para los estudiantes.
Democracia, pues su organización administrativa contempla la horizontalidad y la conformación de un Consejo Universitario paritario, donde los votos de los estudiantes tienen el mismo peso que el de los profesores.
Justicia, pues el esquema laboral es lejano a la precarización y otorga salarios dignos y estabilidad. Además de no contemplar diversos tipos de profesor, sino que todos deberían ser “profesores-investigadores de tiempo completo”.

Actualmente la UACM tiene alrededor de 18 500 alumnos distribuidos en cinco planteles (Casa Libertad, Centro Histórico, San Lorenzo Tezonco, Cuautepec, Del Valle). Además tiene dos casas de cultura (Centro Vlady, Casa Talavera) y dos planteles en proceso de habilitación (Magdalena Contreras, Milpa Alta). Aproximadamente existen 1900 trabajadores de los cuales cerca de 800 son profesores y el resto son administrativos. El Sindicato Único de Trabajadores de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México (SUTUACM) tiene alrededor de 1100 agremiados. Adicionalmente existen entre 300 y 400 profesores de asignatura que carecen de prestaciones laborales y seguridad social por lo que sobreviven muy precariamente..

Sin embargo, con el paso del tiempo, las prácticas que han prevalecido en la UACM se han alejado claramente de sus principios, sobre todo en lo que a la justicia se refiere, y ha emprendido un proceso gradual de precarización al violar el Contrato Colectivo de Trabajo e instaurar fácticamente la figura de “profesor de asignatura”. Lo que produce una división entre los profesores de tiempo completo, que gozan de un salario de $40 mil mensualmente, ya con deducción de impuestos, seguridad social y estabilidad laboral, y los profesores de asignatura que ganan 2,100 al mes por un curso impartido. Al bajo salario de los profesores de asignatura se suma que no tenemos estabilidad laboral, pues semestre con semestre debemos participar en una convocatoria abierta por algún curso -máximo 3- y ser dictaminados; se nos realiza una evaluación curricular y una entrevista para saber si podemos o no impartir una asignatura, pese a ya haberla impartido previamente. Cabe destacar que no existen mecanismos de evaluación para los profesores de tiempo completo.

Por años, nuestra relación laboral con la Universidad se ha establecido a través de contratos por Prestación de Servicios Profesionales (PSP) por “tiempo y obra determinada”, los cuales son de tipo civil y no comprenden los derechos humanos laborales marcados en el artículo 123 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, sus leyes reglamentarias y normatividad derivada. En ese sentido, son contratos que dejan desprotegidos y en la indefensión a los trabajadores ya que contradicen la naturaleza de esa relación de trabajo regulada por el citado artículo constitucional.

Los profesores nos vemos en la necesidad de firmar dichos contratos porque es nuestra fuente de trabajo; sin embargo, los derechos humanos son irrenunciables, por lo que estamos en el derecho de exigir nuestra contratación de acuerdo con lo establecido en la Constitución, la Ley Federal del Trabajo y el Contrato Colectivo de Trabajo (CCT) para tener contratos laborales y contar con todos los derechos que eso implica.

Destaca que el CCT establece en la cláusula 23 que “Sólo se podrán celebrar contratos por prestación de servicios profesionales con personas físicas cuando se trate de actividades de carácter temporal que no correspondan a las funciones propias de los trabajadores de base.”. Sin embargo, las actividades que desarrollamos los profesores de asignatura no son por tiempo determinado, sino que son sustantivas de la vida académica y, por ende, continuas y por tiempo indeterminado. La contradicción se encuentra en que somos contratados como prestadores de servicios profesionales por tiempo determinado, a pesar de que cumplimos las mismas funciones de trabajadores de base (académicos): impartir clases [planeaciones, diseño de instrumentos y mecanismos de evaluación] impartir asesorías y tutorías, participar en coloquios de tesistas retroalimentando a los estudiantes en su formación académica, entre otras.

En este contexto es que decidimos organizarnos políticamente y emprender una jornada de lucha que damos en dos rutas: la jurídica (pues demandamos a la Universidad ante la Junta de Conciliación y Arbitraje) y la política, buscando nuestra inserción y participación dentro del Sindicato Único de Trabajadores de la UACM y, desde luego, tejiendo vínculos con otros profesores precarizados o trabajadores de otros ramos, también precarizados, pues estamos en la conciencia de que se trata de un problema generalizado por el que tenemos que organizarnos ampliamente y buscar la unidad en las acciones.

Respeto a nuestros derechos humanos laborales establecidos en el artículo 123 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, sus leyes reglamentarias y normatividad derivada
Contratación de Tiempo Completo y por Tiempo Indeterminado (basificación) de todas y todos los profesores de la UACM, que actualmente se encuentran bajo la figura impropia profesores de “asignatura” por contrato de Prestadores de Servicios Profesionales (PSP), explicado en el punto siguiente.
El reconocimiento de la relación laboral, por parte de la Administración, a todos los mal llamados “profesores de asignatura” que hayan sido contratados producto de la participación en alguna de las convocatorias para “externos”, que así lo soliciten y bajo los términos del Contrato Colectivo de Trabajo de la UACM. El cual sólo contempla un tipo de profesores: “investigadores de tiempo completo”.
Continuidad laboral que se refleje en la cancelación de las convocatorias de profesores por obra determinada y la contratación de los profesores que han estado en activo impartiendo clases que lo soliciten.
Respeto irrestricto al proyecto educativo de la UACM

Por lo que hacemos un llamado a los profesores de asignatura a que se acerquen a la asamblea y que, en cuanto sepan que son contratados, se afilien al sindicato, pues es un instrumento de lucha contra la precariedad laboral. También llamamos a nuestros estudiantes a sumarse a nuestra causa y luchar por mejores condiciones en la UACM. Y, finalmente, llamamos a la más amplia movilización de sectores, organizaciones, sindicatos, docentes y trabajadores precarios en apoyo a nuestra causa. Por ejemplo, sumándose a nuestra campaña de recolección de firmas en apoyo a nuestras demandas, así como al acopio de un fondo de lucha que nos permita seguir adelante, pues muchos miembros de la asamblea se encuentras desempleados, toda vez que no fueron recontratados. Es decir, que sufrieron despidos encubiertos.

Por todo lo anterior, los profesores de asignatura de a UACM nos pronunciamos a favor de la educación pública, irrestricta, gratuita, crítica, científica, humanística y popular, nos oponemos a los recortes presupuestales en el rubro de educación y exigimos mayor presupuesto a la misma, al mismo tiempo, entendemos que no puede haber educación pública de calidad con precarización laboral.

¡EXIGIMOS RESPETO A LOS DERECHOS LABORALES DE LOS PROFESORES DE ASIGNATURA DE LA UACM!

profesores de asignatura de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México (UACM),

PÁGINA SOLIDARIA