PÁGINA SOLIDARIA 
      En solidaridad Publicamos Textualmente 
        
      HOJA OBRERA No. 138 QUE EDITA LA UNIVERSIDAD OBRERA DE MÉXICO:  
      Periodismo, violencia e impunidad
      
        
          
            A un año de haber sido expedida una ley que
                presuntamente defiende a periodistas y defensores de derechos humanos, la violencia contra los informadores 
                se mantiene; en los últimos seis años fueron 
                asesinados 82 periodistas, 18 fueron “desaparecidos” y 807 sufrieron agresiones motivadas 
                por su profesión. Además, fueron censuradas y desmanteladas 
                170 estaciones de radio comunitarias. 
                De acuerdo con el Índice de Libertad de Prensa, indicador 
                que mide los ataques directos a periodistas 
                y medios de comunicación del organismo Reporteros 
                Sin Fronteras, México ocupa el segundo lugar de 
                los países más violentos del continente americano, 
                y en 2012 ocupó el primer lugar en Latinoamérica 
                por el número de periodistas asesinados o desaparecidos 
                (ver gráfica). 
                Amnistía Internacional, en su Informe 2013, describió 
                a detalle la difícil situación que atravesaron 
            defensores de derechos humanos y periodistas en México durante el último año de gobierno de Felipe 
            Calderón. A través de dos casos particulares el organismo 
            exhibió la falta de voluntad de las autoridades 
            de la Fiscalía Especial para la Atención de 
            Delitos Cometidos contra Periodistas para esclarecer 
            los crímenes y las agresiones.  
            Hasta el día de 
                hoy, los responsables no han sido llevados ante la 
                justicia. Nos referimos al caso de Regina Martínez, 
                corresponsal de la revista , y el de los fotoperiodistas 
                locales Gabriel Huge, Guillermo Luna 
                y Esteban Rodríguez, asesinados en el estado de 
                Veracruz, así como la detención arbitraria de Lucila 
                Bettina Cruz, en el estado de Oaxaca. 
            Al respecto, organizaciones civiles nacionales e internacionales 
              señalan al Estado mexicano como 
              responsable de al menos 43% de los ataques a 
              comunicadores y periodistas registrados en 2012, 
              año en el que se reportaron 571 agresiones contra 
              periodistas: 264 fueron golpes y hasta el decomiso 
              Proceso 
              de material de trabajo y equipo fotográfico; alrededor 
              de 50 casos de detenciones ilegales o 
              injustificadas, 5 desapariciones, 102 acciones legales 
              o detenciones legales pero fundadas sobre 
              cargos fabricados y cuestionables, 197 denuncias 
              de ataques psicológicos (que incluye amenazas e 
              intimidaciones), 30 asesinatos y 17 desplazamientos 
              forzosos. 
              A pesar de que se ha tipificado la libertad de prensa 
              como un derecho universal e inalienable, la mayoría 
              de los medios de comunicación son controlados 
              por un grupo de corporaciones de gran poder económico 
              y político, lo que da un carácter oligopólico 
              a la industria de la comunicación.  
            Esto dificulta el ejercicio de la libertad de opinión ymanifestación de ideas de todos los ciudadanos. 
              | 
            | 
          
             Se cuenta ya con una preceptiva internacional sobre la libertad de expresión y la defensa del trabajo de quienes ejercen la labor periodística.  
            La Asamblea General de la ONU instituyó en 1993 el día 3 de mayo como Día Mundial de la Libertad de Prensa, con la idea de fomentar la libertad de prensa como “un componente esencial de toda sociedad democrática 
            El antecedente de esta resolución es el artículo 19 de 
                la Declaración Universal de los Derechos Humanos 
                de 1948 y las constituciones de los países democráticos. 
                La Constitución Mexicana, en su artículo 
                6°, presupone que todo hombre y toda mujer pueden 
                organizarse para la edición de medios de comunicación 
                y la publicación de ideas libremente y 
                sin censura. 
                La libertad de expresión posee una dimensión particular 
                porque involucra el ejercicio de tres derechos: 
             
                la búsqueda, la recepción y la difusión de la 
                información. En el marco internacional de protección 
                de los derechos humanos, se encuentra la normatividad 
                acuñada por la Convención Americana 
                sobre Derechos Humanos (1969) y la Declaración 
                de Principios sobre Libertad de Expresión (2000), 
                que propugnan por el respeto y la plena vigencia 
                de las libertades individuales, destacando la libertad 
                de expresión como un derecho fundamental e 
                inherente a todas las personas y como requisito indispensable 
                para la existencia misma de una sociedad 
                democrática. 
             
                En marzo de 2007, el Senado mexicano despenalizó 
                la calumnia y la difamación, derogando los artículos 
                348 al 359 del Código Penal Federal, por 
                lo que un periodista ya no puede ser denunciado 
                penalmente por quienes se sientan ofendidos por 
                la publicación de escritos en su contra. 
            En ese contexto jurídico, en 2012 la sociedad civil 
              promovió una ley para la creación de un mecanismo 
              de protección de los periodistas y defensores de 
              los derechos humanos, que el Congreso aprobó 
              ese mismo año: la Ley para la Protección de Personas 
              Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas, 
              en la que las agresiones contra periodistas y defensores 
              de derechos humanos se configuran cuando 
              por acción u omisión de las autoridades se dañe 
              su integridad física, psicológica, moral o económica. 
             
                Aunque esta ley intenta responder a una de las principales 
                demandas que los representantes de organismos 
                de derechos humanos y de libertad de 
                expresión han hecho al gobierno de México, lamentablemente 
                no garantiza condiciones de seguridad 
                ni de protección al gremio periodístico. 
              | 
            | 
          
            
              La situación de los comunicadores no ha mejorado, pues a pesar de que ya existen instancias especializadas para 
  procesar los casos de agresiones contra periodistas, hay una falta de coordinación entre los distintos niveles de gobierno. 
                 La lentitud para aplicar las medidas de seguridad y atender los llamados de emergencia, anulan los beneficios de esta ley. 
                Aunque se hable de libertad de expresión, en México es difícil ejercerla. Sobre todo a la luz de la impunidad en la que permanecen los crímenes contra periodistas. 
                 
  De ahí el fenómeno de la autocensura en muchos medios, ante la constante presión sufrida. 
  Un buen ejemplo está en el asedio a la periodista Carmen Aristegui, o el sesgo informativo evidenciado en montajes televisivos como el del caso Cassez. 
                 
  Los hechos, antes que las palabras, indican que la libertad de expresión no está garantizada para todos los mexicanos. 
                 El periodista, por su parte, no sólo enfrenta la explotación laboral y la amenaza de la criminalidad, sino también la indiferencia y las arbitrariedades de las autoridades, la primera fuente de agresión hacia los periodistas.  
                No por nada México es ahora uno de los países más peligrosos 
  del mundo para ejercer el periodismo.  | 
             
            
              |   | 
             
            
              |   | 
             
            
              |   | 
             
            
              |   | 
             
            
              |   | 
             
            
              |   | 
             
            
              |   | 
             
            
              |   | 
             
            
              |   | 
             
            
              |   | 
             
            
              |   | 
             
            
              |   | 
             
            
              |   | 
             
            
              |   | 
             
            
              |   | 
             
            
              |   | 
             
            
              |   | 
             
            
              |   | 
             
            
              |   | 
             
            
              |   | 
             
            
              |   | 
             
            
              |   | 
             
            
              |   | 
             
            
              |   | 
             
            
              |   | 
             
            
              |   | 
             
            
              |   | 
             
            
              |   | 
             
            
              |   | 
             
            
              |   | 
             
            
              |   | 
             
                        | 
         
              | 
      | 
    
         
        
        
              
        
      
         |