PÁGINA SOLIDARIA

En Solidaridad Publicamos Textualmente:

MÉXICO BAJO EL NEOFASCISMO DE DONALD TRUMP

Por la Doctora Josefina Morales,

Investigadora Titular del Instituto de Investigaciones Económicas de la UNAM

Colaboración Voluntaria para el Portal www.frecuencialaboral.com

La crisis de régimen por la que atraviesa nuestro país enfrenta el precipicio que abre el resultado oficial de las elecciones de Estados Unidos que otorga la presidencia al innombrable e inmundo racista, machista, sexenista y neofascista.

Este figurín televisivo y miembro del voraz sector inmobiliario que devora el espacio urbano que a lo largo de su campaña electoral ha denostado como nunca a los mexicanos, a nuestros compatriotas que no sólo han contribuido al mantenimiento de sus familias en nuestro país, contribuyendo, al mismo tiempo, al equilibrio de nuestra balanza de pagos y, fundamentalmente, al crecimiento de la economía estadounidense, representa el verdadero peligro para nuestra patria.

En esta crisis civilizatoria que amenaza a la humanidad entera, este innombrable, no reconoce a la ciencia del cambio climático, no entiende que el destino de uno, de un país, es el destino de todos y, pretende, como potencia imperial dominar desde la más absoluto imposición, siempre en función del interés del gran sueño americano, con la más vieja y caduca, prácticamente nazifascista, pesadilla actualizada, proteccionista y mundializada del mundo, americano, para los americanos .

México está, ahora, en una encrucijada: nos reencontramos con nuestras raíces mexicanas, indígenas y mestizas, y construimos Nuestra América en una perspectiva mundial del trabajo y la cultura, o nos hundimos arrastrados en la decadencia del imperialismo estadounidense que no sólo nos puede hundir en sus múltiples guerras regionales en el mundo, sino que puede destruir, aún más, a nuestro país.

Frente al muro de la ignominia que pretende edificar, como buen rentista urbano trasnacional del sector inmobiliario, al mismo tiempo que reconstruyamos nuestra dignidad mexicana, auténticamente americana, construyamos una patria para todos, para todos los trabajadores del norte al sur, de Canadá a la Patagonia, que enfrentamos la explotación y la ruindad del mismo capital imperialista.

Frente al desfavorable saldo de 22 años del TLC, exijamos la renegociación del tratado en función de nuestros intereses nacionales: no al subsidio estadounidense de la producción agropecuaria; no a la maquila que sólo permite una mínima participación de la producción nacional so pretexto de la producción supuestamente regional; redefinición del pago de impuestos de las trasnacionales a favor del trabajo, de la tierra, del medioambiente, de la nación, cambios en los términos salariales para elevar el salario de los trabajadores de los tres países; cumplimiento del acuerdo en los sectores del transporte y las comunicaciones; no al racismo en ninguno de nuestros países, particularmente no al racismo estadounidense del KKK neofacista. Alto a la militarización del país, a la penetración de la seguridad estadounidense en nuestro país, cada vez más presente en términos armados y militares. Alto a la inversión de los proyectos de despojo y destrucción, del capital extranjero y nacional en función de los intereses del capital monopolista financiero trasnacional.

Nuestra mayor solidaridad con nuestros compatriotas en suelo estadounidense, parte de él nuestro antes de que nos fuera arrebatado por la invasión yankee en 1848.

Demandemos al gobierno de nuestro país la defensa irrestricta de la patria, de los intereses históricos de la nación, de nuestros compatriotas sin papeles, no menos compatriotas, en suelo estadounidense.

Recuperando nuestra historia, nuestras costumbres, nuestra cultura, al mismo tiempo que abiertos al mundo como históricamente hemos construido nuestra nación, con nuestro trabajo, en este mundo del mundo del trabajo, construyamos en nuestra identidad y nuestra diferencia, en nuestra lucha cotidiana el mundo aquel que sueña que otro mundo es posible.