Igual que los Índices de Marginación Social
EN MÉXICO LA FEMINIZACIÓN DE LA POBREZA SE AGUDIZÓ
*En el Ambito Laboral las Mujeres Ganan Hasta 36% Menos que los Hombres...Y su Trabajo en Doble.
Por María de Lourdes Martínez González
Periodista de Frecuencia Laboral
En el mundo laboral el sector femenino gana hasta 36 por ciento menos que los hombres, a pesar de que realiza el mismo tipo de trabajo y en igual número de horas, situación que contribuye a que en México de los 52 millones de mexicanos en situación de pobreza, la mayoría son mujeres. Esto se agudiza porque el sector femenino en México no tiene la tradición de organización colectiva para pelear sus derechos como ciudadanas y trabajadoras, destacó Ignacia Ortiz Magallón, trabajadora telefonista, ex diputada federal y actual asesora legislativa.
En entrevista con Frecuencia Laboral: El Espacio donde los Trabajadores son la Noticia, del sábado 31 de diciembre del 2011, aclaró que hay otros factores sociales y económicos que contribuyen a la feminización de la pobreza, pero en el mundo laboral las condiciones de trabajo para las mujeres igualmente van a la baja…en parte porque los patrones siguen considerando que ese sector debe desarrollar actividades menos calificados y con menor paga.
“Esa postura cultural ha limitado la posibilidad de que nos organicemos para exigir incrementos salariales, desde la parte de cómo negociamos un problema laboral o un espacio más amplio…eso ha reflejado que las mujeres estemos colocadas en posiciones salariales y de ocupación donde no se requiere una calificación…y donde nosotras mismas no estamos acostumbradas a juntarnos para discutir cómo vamos a enfrentarnos al patrón o a la patrona para exigir nuestros derechos laborales”.
Sumado a ello, en el mundo social las familias siguen recargando las actividades domésticas y el cuidado de los hijos a las mujeres, lo cual las obliga a realizar una doble o triple jornada (la económica, doméstica y la del cuidado de los niños) que le impide dedicarle el tiempo suficiente a su actividad laboral para competir por mejores puestos en el trabajo y un mayor ingreso.
Ignacia Ortíz Magallón, destacó que la marginación económica y laboral de las mujeres podría romperse con la organización de las trabajadoras para exigir sus derechos sin embargo el sector femenino mexicano no tiene esa cultura de lucha. Lo cual también incide para que dentro de los mismos sindicatos haya una misoginia recalcitrante, que deja en el olvido una agenda de lucha sindical que incluya sus demandas.
“Como mujer ama de casa y mujer madre si el sindicato no me genera los mecanismos de participación en cargos de dirección gremial o yo no los propongo, difícilmente voy a poder dejar a mis hijos en casa para ir a una asamblea…pero tener cargos de dirección implica invertirle una jornada de trabajo.
Subrayó que una trabajadora puede dejar encargados a sus hijos o negociar su cuidado en una guardería, para poder ir a los mítines y gestiones para luchar por sus derechos. Pero cuando es funcionaria sindical deben invertir una jornada que va más allá de 8 horas y con horarios que no están determinados.
Por lo cual la visión de las familias, los maridos y los propios compañeros sindicalistas deben ampliar su visión de lo que es la democracia, la cual no se limita a la crítica hacia el gobierno o hacia la parte patronal, sino que debe romper con la visión sexista y misógina en los sindicatos, para buscar alternativas que le permitan a las mujeres compartir las tareas del hogar y del cuidado de los hijos, a fin de que su participación sindical sea mayor.
Pero la feminización de la pobreza incluye la caída en los niveles de educación, salud y bienestar de las mujeres. Y actualmente se calcula que por cada hombre pobre hay tres mujeres más en la misma condición.
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