Aseguran Trabajadores de Ex Ruta 100

CONCESIONAN A DEFRAUDADOR RUTA 2 DE METROBUS

Por María de Lourdes Martínez González

Los ex trabajadores de la desaparecida Ruta 100 anunciaron que el 30 de octubre del 2008 es el último día que realizarán el reparto de los fondos de fideicomisos que lograron recuperar, en el zócalo capitalino, en los arcos del gobierno de la ciudad de México. Posteriormente buscarán una oficina, para pagarle a los rezagados.

Jorge Cuellar, presidente de la Comisión Liquidadora anunció que decidieron formar una cooperativa con los fondos que recuperaron. Pero aún no han tenido éxito en las demandas penales y civiles en contra su ex asesor jurídico, Ricardo Barco, y de Gabino Camacho a quienes acusan de abuso de confianza, fraude y estafa, por más de 500 mil millones de pesos.

“A los multimillonarios gangsters, traidores, defraudadores Gabino Camacho Barrera y Ricardo Barco López, protegidos, apadrinados y premiados por la Secretaría de Transporte y Vialidad (Setravi), les otorgaron participación en la línea dos del Metrobús del Eje 4 Sur, con dinero lavado del fraude y la traición del cual fimos objeto los ex trabajadores de Ruta-100”

Además de la apropiación indebida de los bienes y las empresas del Grupo Metropolitano de Transporte, consistentes en nueve módulos de guarda de autobuses de la ex ruta 100, 45 rutas de transporte, 547 autobuses y 500 taxis con valor de 64 millones de dólares, que diariamente producen un millón de pesos de ganancia.

“Por supuesto suponemos –y suponer no es un delito- que los líderes traidores comparten ganancias con algunos funcionarios mafiosos del Gobierno del Distrito Federal y financian a algún partido político, actualmente en el poder”.

Cabe recordar que en 1994, el gobierno del Distrito Federal liquidó a la empresa pública de transporte colectivo de pasajeros denominada Ruta-100. Pagando a los trabajadores parte del dinero que les correspondía por esta determinación. Quedando pendientes de pago distintos fideicomisos, mismos que después de 13 años de lucha, marchas, mítines y procesos legales, finalmente lograron que se liquidaran.

Con ese dinero los ex trabajadores de Ruta-100 compraron los bienes de las empresas que integra el Grupo Metropolitano de Transporte. Su error fue depositar toda la confianza en su ex asesor jurídico Ricardo Barco, a quien acusan de apoderamiento indebido de los muebles, inmuebles y cuentas de esa empresa, cuya devolución reclamaron desde agosto del 2003, pero hasta ahora no han logrado nada.