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PÁGINA SOLIDARIAEn Solidaridad Publicamos Textualmente: AUTONOMÍA EN EL INSTITUTO POLITÉCNICO NACIONAL ¿PARA BIEN O PARA MAL ? Ma. Del Rosario Trejo García Profesora-Investigadora de UPIICSA-IPN Graciela Muñoz Pérez Sria. Gral. Delegación Sindical de Personal Académico de UPIICSA-IPN
Se ha dicho que la autonomía es una condición o naturaleza de las universidades o centros de enseñanza superior e investigación, relacionado con una forma de autogobierno que implica dotarse de una estructuración y organización necesaria para la realización de fines educativos, generación del conocimiento y difusión de la cultura, bajo los principios de libertad de cátedra, de organización académica y libre discusión de ideas, al margen de los poderes de la unión y de los partido políticos, que administrativamente se configura en los llamados órganos descentralizados. El movimiento estudiantil de 2014, no ha sido el único momento reciente en el que se ha hablado de la autonomía para el Instituto Politécnico Nacional. El planteamiento se hizo cuando el expresidente de México, Vicente Fox Quezada en su discurso de designación del Lic. Miguel Ángel Correa Jasso, como Director General del Instituto para el período 2000-2003, expresó que sería la última vez que un presidente designaba a un director general del IPN. De esta manera durante la gestión de Miguel Ángel Correa Jasso se generó una propuesta de autonomía para el Instituto, misma que previamente y durante el proceso de su difusión se organizaron reuniones, foros y asambleas para analizar, intercambiar y discutir dicha propuestas en torno a su contenido e implicaciones y sobre el tema en sí. Dicha propuesta no se concretó, muy posiblemente porque se originó en el seno de la autoridades, lo que causó desconfianza en la comunidad politécnica al considerar que posiblemente sería una maniobra para desmantelar al IPN. Incluso el sector estudiantil organizó una consulta para conocer el sentir sobre tema entre la comunidad politécnica, en la que participaron alrededor de 35,000 personas, siendo el resultado el rechazo casi generalizado al proyecto de autonomía de Correa Jasso o a cualquier modelo de autonomía, mismos que fue entregados al Presidente Vicente Fox, con lo que este intento quedó truncado. Asimismo, no hay que dejar de considerar que este proceso tal vez careció de información más amplia sin faltar que se pronunciaran y tuvieran efectividad las expresiones de grupos antiautonomía. Ahora con la realización del Congreso Nacional Politécnico seguramente habrá de retomarse la discusión sobre la autonomía. A raíz del paro y movimiento estudiantil de 2014, que como es conocido, fue el producto de la reacción de inconformidad de la comunidad politécnica, particularmente de los estudiantes, por la aprobación sorpresa de un nuevo Reglamento Interno, que buscaba llevar a cabo una reforma educativa en la que se asomaba la evaluación al personal docente y establecer las bases legales para darle solidez al modelo educativo neoliberal basado en competencias, puesto en marcha ya años atrás, entre otras cuestiones. Dicho paro que mantuvo sin actividades al Politécnico durante casi tres meses, de setiembre a diciembre de 2014, se resolvió con la firma de ocho acuerdos, entre la Asamblea General Politécnica y las autoridades del Gobierno Federal, siendo uno de ellos la realización de un Congreso Nacional Politécnico Refundacional y resolutivo (actualmente se encuentra en la fase de la integración de la Comisión Organizadora del Congreso Nacional Politécnico) en el que se busca analizar, discutir y acordar transformaciones para el IPN en sus diferentes tareas educativas, pero también en su condición como institución de educación superior. Seguramente uno de los temas que aparecerán en la agenda del Congreso, será el tipo de organización del conocimiento que deberá ser el IPN para el futuro, y con ello no estará ausente seguramente el tema de la Autonomía Politécnica. Vale mencionar, que el tema durante y después del paro de actividades académicas en el IPN de 2014 ha sido muy polémico y controversial, sobre el que se han manifestado expresiones, fundamentalmente en dos vertientes: los que expresan estar a favor de la autonomía y los que están en contra. En esta perspectiva, se necesario que se genere una discusión abierta, respetuosa, tolerante y con sustento, de nivel, a la altura de una institución de educación superior, IPN, como la segunda más importante del país, que no confunda a la comunidad politécnica y que por el contrario permita formar criterio en los politécnicos para adoptar la más conveniente forma de organización del Instituto en el futuro inmediato, pues desafortunadamente lo que se ha mostrado en diversos foros sobre tratamiento del tema y boletines informativos, es que aquellas expresiones que se han pronunciado a favor de la autonomía, son fuertemente criticadas y descalificadas por grupos que señalan que se traiciona el origen del IPN como una institución de estado y porque se considera que las estructuras de decisión vertical han sido funcionales al devenir del IPN, por mencionar algunas de las razones a las que se alude En caso de que el camino que se decida en el Congreso Nacional Politécnico sea la Autonomía para el IPN, no necesariamente debe ser un simil de la autonomía de otras universidades, aunque no se puede negar el aprovechar el conocimiento de sus experiencias, habría que pensar en la construcción particular de una Autonomía Politécnica Democrática , considerando la relación que el IPN ha tenido con el poder ejecutivo. Por otra parte, si se considera que el IPN deberá seguir siendo un órgano de la administración pública centralizada, deberá también considerarse mecanismos de gestión y decisión de mejor funcionalidad que le permita cumplir en mejores condiciones con su misión educativa, pero siempre estará con el riesgo de estar sujeta a los vaivenes de la política educativa de los regímenes en turno que, no necesariamente han sido para elevar el desempeño educativo y menos en tiempos de los últimos gobiernos neoliberales. No se puede dejar de considerar aspectos centrales de la autonomía como los siguientes: La elección de autoridades en el IPN de forma democrática, sin la injerencia del poder ejecutivo, que fue una de las demandas relevantes en el movimiento estudiantil de 2014. El tipo de organización que será el Instituto, de pasar de ser una un organismo desconcentrado dependiente de la SEP, del poder ejecutivo, a uno descentralizado y por ende, su reconfiguración para autogobernarse en la vida y organización académica. En la parte económica y administrativa, contar con mayor libertad, dado que actualmente la Secretaría de Hacienda y Crédito Público ejerce control férreo, sobre todo en los recursos autogenerados en el IPN, que no pueden utilizare libremente para cubrir diversas carencias. Aunque también hay que decir, que una institución con autonomía sin presupuesto significativo tiene complicaciones en su desempeño. Reestructuración del Consejo General Consultivo en el IPN en uno que pueda ser resolutivo, y por qué no, también paritario, ya que actualmente se sobreponen las imposiciones de las autoridades en decisiones de diversa índole por su presencia mayoritaria. La posible modificación en la condición orgánica del IPN en una organización autónoma y por ende descentralizada, involucraría el cambio en la condición laboral del personal académico y administrativo en el IPN, al pasar de ser trabajadores del Apartado “B” al Apartado “A”, con las ventajas y riesgos que ello implica, como el derecho a huelga y las modificaciones a la legislación laboral reciente en el apartado “A”. Sin dejar también de considerar otro orden sindical al tener la posibilidad de salir de las filas del SNTE y del sindicalismo corporativo, como una oportunidad pero también hay que tener presente las posiblidades de la fuerza de los académicos y personal no docente para la integración de un sindicato responsable, democrático y transparente. Estos temas seguramente estarán en las mesas de discusión en el Congreso Nacional Politécnico a realizarse posiblemente a finales del 2016. |
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Año 10. No. 522. del 20 al 27 diciembre 2015 | Premio de Comunicación Alternativa |