Trabajo Infantil

3.6 MILLONES DE NIÑOS LABORAN EN MÉXICO

*1.5 Millones lo Hacen en el Campo sin Salario

Por Regina Vargas

En México falta mucho por hacer en materia de trabajo de infantil. Cifras conservadoras hablan de que 3.6 millones de niños y adolescentes (de entre 5 y 17 años) que se ven obligados a trabajar para mantenerse o apoyar a sus familias. De ellos, 400 mil laboran en el sector agrícola, en condiciones deplorables, en la mayoría de los casos sin ninguna remuneración económica.

Además, cerca de 1.5 millones de niños que laboran en nuestro país no asisten a la escuela, informó el director regional de esa agrupación para México y Cuba, Germán López Morales.

Sobre el tema, la Confederación Nacional Campesina, no cuadra con las anteriores estadísticas y revela que 50% de los seis millones de jornaleros agrícolas que se emplean en los campos son niños y adolescentes que aportan cerca del 35 por ciento del ingreso familiar, en un entorno en donde son escasos los esfuerzos para evitar la explotación laboral de los menores.

El pasado 26 de enero del 2009, funcionarios de la OIT , Unicef y la Secretaría del Trabajo presentaron el proyecto “Contribución a la prevención y erradicación del trabajo infantil agrícola en México”, que contará con una contribución económica del Departamento del Trabajo de Estados Unidos para que en los próximos cuatro años se pueda apoyar a niños de Chiapas, Michoacán, Sinaloa y Veracruz con el fin de sacarlos del ámbito laboral, en el sector agrícola.

El proyecto incluye intervenciones de acción directa en los estados involucrados, que buscan rescatar a más de 6.500 niños del trabajo infantil agrícola. Según dijo estas serán experiencias piloto, y el objetivo es que “en el futuro puedan ser replicadas y expandidas”.

Por su parte, Jean Maninat, Director Regional de la OIT para América Latina y el Caribe, aseveró: “el trabajo infantil es lo opuesto al trabajo decente”. Según los estudios de la OIT , en todo el mundo hasta un 70 por ciento de los trabajadores infantiles o más de 130 millones de niños, están ocupados en el sector agrícola.

Agregó: es común que entre los niños de áreas rurales, indígenas e hijos de trabajadores migrantes existan índices reducidos de asistencia a la escuela y elevados de deserción, lo cual está hipotecando el futuro de buena parte de la sociedad mexicana.

Informó que México ratificó el convenio para erradicar las peores formas de trabajo infantil en el país, por lo que participará en el proyecto para fortalecer el marco legal y la política de prevención.

La representante del Unicef-México, Susana Sottoli, consideró que no es posible pensar en el desarrollo de un país si se tiene gran cantidad de niños trabajando, sin oportunidad de estudiar y en labores riesgosas para su salud e integridad física y emocional.

En ese sentido, el secretario del Trabajo, Javier Lozano Alarcón, reconoció que es “inadmisible que cuatro de cada 10 menores de edad no asistan a la escuela por ir a laborar”.

Subrayó que entre las acciones que se van a emprender para atender esa problemática destaca la incorporación de disposiciones legales a la reforma laboral, para tipificar como delito la contratación de menores de 14 años fuera del círculo familiar y prohibir que se emplee a menores de 18 años en expendios de bebidas alcohólicas o negocios que impliquen riesgo para la salud o integridad de ellos.

No basta, dijo, con aplicar sanciones administrativas, sino que hay que tomar medidas drásticas para sancionar a quienes explotan a los menores de edad.

NIÑOS JORNALEROS

La Confederación Nacional Campesina (CNC), afirmó que el 50 por ciento de los seis millones de jornaleros agrícolas que se emplean en los campos mexicanos son niños y adolescentes que aportan cerca del 35 por ciento del ingreso familiar, en un entorno en donde son escasos los esfuerzos para evitar la explotación laboral de los menores.

Sobre ese problema, la Secretaría del Trabajo resaltó la importancia de endurecer las leyes para castigar con prisión de 1 a 4 años y multa de 250 a 5 mil veces el salario mínimo general a quien incurra en explotación laboral de menores.

Las niñas que realizan alguna actividad en el sector agropecuario superan las 140 mil, en la industria manufacturera son más de 200 mil, en la construcción cerca de mil 500, en el comercio el medio millón y en servicios 400 mil.

La Organización Internacional del Trabajo (OIT), estima que en el mundo existen unos 216 millones de niños que trabajan. De ellos, 100 millones son niñas y de éstas, 53 millones realizan “trabajos peligrosos” como en el medio rural, que ponen en riesgo su asistencia a la escuela, perjudican su salud o su integridad física y moral.

En el proyecto presentado por la OIT será puesto en práctica por el Programa Internacional de la OIT para la Erradicación del Trabajo Infantil (IPEC), y tendrá un enfoque especial en la situación de los niños indígenas y en el trabajo infantil como consecuencia de las migraciones internas en los estados de Chiapas, Michoacán, Sinaloa y Veracruz.

De acuerdo con información de la OIT , el trabajo infantil es producto de la pobreza, a menudo asociada a una multiplicidad de desventajas. Las desigualdades socioeconómicas relacionadas con el idioma, la raza, las discapacidades y las diferencias entre los entornos rural y urbano siguen profundamente arraigadas.

La Confederación Nacional Campesina demanda ante la situación de niñas y niños que laboran en el medio rural, el gobierno de Felipe Calderón debe voltear los ojos a quienes son el futuro de México. Se requiere, considera, multiplicar esfuerzos para que tengan alimentos, salud y educación, esto es, cambiar la dramática realidad de los niños del campo, ya que muy temprano en su vida se convierten en adultos al trabajar hasta jornadas de 10 horas diarias por un sueldo apenas superior a los 20 pesos”.

Información recabada en los centros agrícolas del país, la CNC confirmó que la explotación del trabajo infantil por las grandes empresas trasnacionales y productores privados ha hecho rentable la producción de frutas y hortalizas de exportación.

En algunas regiones agrícolas del noroeste, la cuarta parte de la fuerza laboral son niños o adolescentes, quienes aportan el 35 por ciento del ingreso familiar con jornadas que rebasan las ocho horas diarias, salarios inferiores al mínimo, expuestos a condiciones insalubres y desprovistos de cualquier tipo de seguridad social.

Estadísticas del estudio realizado por la CNC muestran la importancia del trabajo infantil en la economía familiar. En los estados de atracción para la población migrante, norte y noroeste del país, del total de jornaleros agrícolas el 27 por ciento son niños de entre 6 y 14 años de edad. De ellos el 53 por ciento son varones y el 47 por ciento son mujeres.

En el Valle de Culiacán, por ejemplo, en un ciclo agrícola, el 34% de la población incorporada al trabajo agrícola estaba compuesta por niños menores de 14 años que ayudaban al ingreso familiar sin tener una remuneración propia.