Afirma Obispo Vera

EL GOBIERNO ALIENTA LA VIOLENCIA LABORAL

Por María de Lourdes Martínez González

El obispo de Saltillo, Raúl Vera, condenó al gobierno federal por las múltiples mentiras que ha fraguado para encubrir el homicidio industrial en la mina 8 de Pasta de Conchos, Coahuila, en donde perdieron la vida 65 mineros por la explosión de gas grisú. Igual que miente para tapar otras agresiones a los derechos laborales como ocurrió con el Sindicato Mexicano de Electricistas, cuyos 44 mil 100 miembros se quedaron sin empleo por el decreto ilegal de extinción de Luz y Fuerza del Centro, o el desalojo violento de los mineros en Cananea.

El pasado jueves 10 de junio del 2010, El obispo Raúl Vera, estuvo presente en una conferencia de prensa en el campamento de los huelguistas de hambre del Sindicato Mexicano de Electricistas, que en esa fecha cumplieron 47 días con su reclamo de que les sea devuelto su empleo.

"Estamos viviendo en una situación caótica...nuestro país está en una situación grave porque esta violación a los derechos laborales es sistemática, no es casual. Esta protección a las empresas es sistemática, no es casual...y no estoy hablando de Luz y Fuerza del Centro, que es una empresa paraestatal que dependía del Estado mexicano y debió de haberla compuesto...pero opta por desbaratarla...y el día de hoy empiezan a salir las verdaderas razones. En la licitación que se da de dos hilos de fibra óptica a las grandes empresas de televisión y de servicios de internet...aquí está la verdadera razón por la que Luz y Fuerza se desbarata, siempre para favorecer a las grandes empresas del país", dijo el padre Raúl Vera.

Dijo que es una buena noticia la perseverancia en la búsqueda de la justicia y la legalidad en materia laboral por parte de los electricistas del SME, de los mineros de Cananea y de las viudas de los mineros de Pasta de Conchos.

"Estos hermanas y hermanos en huelga de hambre del SME, está abriendo los corazones de mucha gente, está haciendo comprender a mucha gente los verdaderos derroteros por los que le país puede subsistir en la paz y la armonia para el verdadero desarrollo que es el camino de la justicia, de la solidaridad con los demás, de la búsqueda de una auténtica constitucionalidad para esta nación".

Sobre el caso de la mina Pasta de Conchos en donde el 19 de febrero del 2005 murieron víctimas de una explosión de gas grisú 65 mineros, dijo que ahora el gobierno está intentando tapar las pruebas de que ahí se cometió un crimen industrial y que el entonces secretario del Trabajo, hoy diputado federal, Javier Salazar, y el dueño de la concesión de la mina -Germán Larrea, presidente del Grupo México- se negaron a seguir buscando a quienes estaban atrapados porque no querían que salieran las evidencias de ese homicidio. El asunto se agravó porque muchos de los mineros sepultados por la explosión pudieron haber muerto, porque se abandonó la búsqueda.

El 07 de junio del 2010, por la madrugada, llegaron elementos policíacos del Estado de Coahuila protegiendo a un grupo de automóviles de lujo donde iba a borde Germán Larrea, dueño del Grupo México, para ingresar a la mina 8 Pasta de Conchos, Coahuila, pese a que le fue cancelado el permiso de explotación por la Secretaría de Economía.

Sacaron a las viudas que estaban resguardando el lugar y cavando para encontrar los cuerpos que buscan. Las golpearon para quitarlas de una planta lavadora de carbón que está dentro del complejo minero, para entregársela a quien ahora se ostenta como nuevo dueño de la mina, el ex director de Petróleos Mexicanos (PEMEX), Rogelio Montemayor Seguy, denunció Cristina Auerbach de la organización Pastoral Laboral, quien estuvo en la presentación del campamento de los huelguistas de hambre en el zócalo de la Ciudad de México.

Esto mismo ya había ocurrido el 28 de julio del 2009, cuando Rogelio Montemayor Seguy, llegó a Pasta de Conchos e intentó apoderarse de la planta lavadora de carbón, ostentándose como nuevo dueño. No lo logró y tres días después, el 31 de julio del 2009, llegaron elementos policías del estado de Coahuila y guardias privados del Grupo México a golpear a las viudas para sacarlas del complejo minero. (leer noticia "Pasta de Conchos Tiene Nuevo Dueño").

A nombre de los electricistas en huelga de hambre, Ricardo Pérez, dio un mensaje de solidaridad a los mineros de Cananea y de Pasta de Conchos, donde el lunes 07 de junio del 2010 un grupo de policías del Estado de Coahuila, irrumpió en la mina para sacar a dos viudas que mantienen su demanda de que se encuentren los 65 cuerpos que quedaron enterrados luego de la explosión por gas grisú, el 19 de febrero del 2005.

"Hoy vemos cómo el país retrocede. Lo que sucede en las minas de México, es el ejemplo de lo que sucede en todo el país. La explotación en donde no hay derechos laborales, no hay prestaciones mínimas, no hay la mínima posibilidad de organizarse. Cuando así sucede y cuando se organizan por los derechos elementales viene la represión y después de la represión, la impunidad total para asesinos y represores, lo sucedido en estos días en Cananea, pero en especial en Pasta de Conchos, es el reflejo del despotismo de este gobierno...

Es realmente increíble, que un gobierno que se hace llamar democrático, tenga el corazón de desalojar de manera violenta a familiares de hermanos mineros que lo único que están solicitando es el rescate de sus familiares enterrados en la mina. Es increíble que ante demandas justas de los mineros y sus familias la única contestación sea la burla y la represión".