Portal Semanario

Año 12. No. 637. del 11 al 17 de marzo 2018

Premio de Comunicación Alternativa

PÁGINA SOLIDARIA

En Solidaridad Publicamos Textualmente:

 

EL LECHO DEL LAGO DE TEXCOCO: SITIO INVIABLE PARA EL NUEVO AEROPUERTO INTERNACIONAL DE LA CIUDAD DE MÉXICO

ECOCIDIO EN EL VALLE DE MÉXICO POR EL NUEVO AEROPUERTO

M. C. SÓCRATES SILVERIO GALICIA FUENTES/ ¹

PROFESOR-INVESTIGADOR DE LA UACh

1 Destrucción de la Región de los Lagos del Valle de México.

Originalmente la Cuenca del Valle de México comprendía 9600 km² (960 000 ha) donde la zona lacustre ocupaba 2000 km² (200 000 ha) que estaba integrada por siete lagos denominados Chalco, Xochimilco, México, Ecatepec, Xaltocan, Zumpango y Texcoco. Este último era el más grande ocupando el 50% de la zona lacustre, esto es, 1000 km² (100 000 ha) cuyas aguas son extremadamente salobres, el doble de saladas que el agua de mar, y sódicas.

La hidrología también comprendía varias lagunas (Citlalpetl, Chiconautla, Acolman), múltiples manantiales (Chapultepec, Coyoacan, Teotihuacan), 30 ríos grandes(15 ríos al Oriente, 15 ríos al poniente), arroyos, acuíferos, etc. En fin, todo un paraíso acuático.

El Valle de México en forma natural es una cuenca endorreica formada con una historia geológica que se resume en dos procesos, el primer proceso volcánico se prolonga durante 50 millones de años formando estructuras dirigidas de suroeste a noreste, que dieron origen a un antiguo sistema de bloques y fosas.

El segundo proceso inició hace cinco millones de años y ha desarrollado estructuras, orientadas generalmente de oeste a este, las cuales ocasionaron el moderno sistema de bloques con fosas, como consecuencia de un hinchamiento cortical largado que formó escalones hacia el centro (Cruickshank, 1998).

La cuenca de México desde el punto de vista geológico se termino de formar hace 600 000 años, cuando la sierra Chichinautzin que divide actualmente a la cuenca de México de la cuenca de Morelos, bloqueo el antiguo drenaje de los ríos Salado y Cuautla, los cuales llevaban el agua hacia el océano Pacifico dentro del Valle que se encuentra entre la sierra Nevada (volcanes Popocatepetl e Iztaciuatl) y la sierra de las cruces; dominada por el nevado de Toluca.

 

 

 

¹/ Actualmente profesor-investigador del Departamento de Fitotecnia de la Universidad Autónoma Chapingo (UACh) ubicada en el Km. 38.5 de la carretera México-Texcoco, C. P. 56 230. Teléfono (01 595) 1069279; E-mail: naicm2017@yahoo.com

La centenaria presencia humana ha transformado profundamente la naturaleza. Los pueblos originarios prehispánicos desarrollaron una cultura hidráulica que les permitió adaptarse y convivir en armonía con la zona lacustre. Las diferentes etnias que se disputaron y ocuparon alternativamente el territorio construyeron diques-albarradones, acequias, acueductos, calzadas-dique, canales de riego, chinampas, etc.

Las inundaciones periódicas de las áreas urbanizadas constituyen un gran problema histórico destacando 30 inundaciones de gran envergadura que se tienen registradas desde tiempos prehispánicos hasta la actualidad. La inundación de 1446 obligo en 1449 a la construcción del dique o albarradon de Netzahualcoyotl de 16 km y la de 1499 propicio que se levantara en 1500 el dique de Ahuizotl. Esto es, toda una Ciudad Lacustre.

Los colonizadores españoles destruyeron el dique de Netzahualcoyotl durante el sitio de Tenochtitlan y durante la reconstrucción de la zona urbana terminaron de destruir la mayoría de las obras hidráulicas que permitían convivir los la zona lacustre.

En septiembre de 1555 una fuerte precipitación que duro más de 24 horas provoco una severa inundación de la ciudad y muchos poblados. Este acontecimiento obligo a los españoles a rescatar la obra hidráulica indígena. Fue cuando el español Francisco Gudiel recomendó por primera vez un desagüé general y utilizar las aguas en el riego y navegación. La inundación de 1604 propicio la construcción de la presa del Rey en Acolman para contener y regular las aguas del rio Teotihuacan.

En 1607 hubo nuevas amenazas de inundaciones que indujeron al recién llegado virrey Luis de Velasco a realizar una junta de notables donde se aprobó la idea del geógrafo Enrico Martínez de construir una acequia y un socavón que condujeran los excedentes de agua de las lagunas de Citlaltepetl y Zumpango hasta el rio Tula. Las obras de desagüé se enfrentaron a diversos obstáculos que impidieron su conclusión.

En 1857 el ingeniero Francisco de Garay realizó el proyecto más completo de las obras del desagüe general que consistía principalmente en la construcción de un gran canal que arrancaba desde la orilla occidental del Lago de Texcoco hasta un túnel, el de Tequixquiac No. 1, que descargaba en el río Tula de la vertiente del Golfo de México. Es hasta 1900 en la época dorada del profiriato cuando el ingeniero Luis Espinosa concluirá dichas obras.

El origen de las inundaciones se debe que el lago de Texcoco que es el más grande de todos se encuentra ubicado en la parte más baja del Valle de México. La diferencia de profundidades es mayor hacia el norte y menor hacia el centro-sur. En 1864 se calculo las alturas de los lagos con relación al Lago de Texcoco cuyos resultados fueron el Lago de Zumpango a 6.062 m, el Lago de Xaltocan a 3.474 m, Lago de San Cristóbal a 3.597 m, Ciudad de México a 1.907 m, Lago de Xochimilco a 3.119 m y Lago de Chalco a 3.082 m.

El desastre ecológico y urbano puede resumirse en la forma siguiente:

i) Incremento de 2.5 °C en la temperatura media anual en la ciudad de México durante el siglo XX se debió a la desaparición de los cuerpos de agua de la región de Texcoco que aun subsistían en 1926. La influencia local del Lago de Texcoco como modulador de la temperatura ambiente superficial, ha sido estudiada a través de modelos meteorológicos complejos. Esta experiencia indica que se tiene la oportunidad de contrarrestar el aumento de temperatura en la Zona Metropolitana del Valle de México (ZMVM) restaurando parcialmente el Lago de Texcoco (Jazcilevich, 2011).

ii) Sobrexplotación de los acuíferos del Valle de México. El 70% del agua consumida para todos los usos es extraída del subsuelo. El gasto promedio extraído del subsuelo (48 m³/seg) es más del doble de la recarga de los acuíferos (23 m³/seg) (Cruickshank, 1998). El periódico “EL UNIVERSAL” en su edición del 13 de marzo de 1984 publicó una nota de su corresponsal S. Paredes Quintana, donde informa que el agua potable se extrae de 1686 pozos del centro del Valle de México que usan los campesinos para riego y los empresarios para sus industrias. Sin embargo, el censo de aprovechamiento subterráneo de 1991 encontró 4 300 pozos en operación.

Cuadro 3. Usos del Agua, Numero de Pozos y Gasto

Uso

No. de pozos

Gasto (m 3 / s)

Público urbano

1,636

40.0

Industria

1,495

4.5

Agropecuario

1,189

6.5

Total

4,320

51.0

Fuente: Cruickshank (1998) .

En 1998 los mantos freáticos se localizaban en el Valle de México en un rango de profundidad de 46.5 m (Chalco, Texcoco) hasta 86 m (Tizayuca, Pachuca) con un abatimiento anual promedio de 1 m hasta 1.3 m (Xochimilco, Tlahuac) y 1.5 m (Cuautitlán). Las excepciones son Cuautitlán donde el manto freático se encontraba a 6 m de profundidad y Apam donde el abatimiento del manto freático era de 0.1 m anual (Cruickshank, 1998).

iii) Explosión Demográfica. En 1900 había 417 000 habitantes en la Ciudad de México. En 1998 la población en la zona metropolitana supera ya los 17 millones de habitantes y en la actualidad se calculan alrededor de 25 millones. Este crecimiento poblacional conlleva un incremento incontrolado en la demanda de servicios, como abastecimiento de agua, servicios de desagüe y drenaje, disposición y tratamiento de los desechos sólidos y líquidos de una de las ciudades más grandes del mundo (ibid).

iv) La Expansión de la Mancha Urbana-Industrial. En 1900 la mancha urbana ocupaba 17 km² (1 700 ha) hoy rebasa los 2,000 Km 2 (200 000 ha) de asfalto y concreto que invade áreas boscosas de la montaña, tierras de cultivo, los lechos de los lagos. Esta situación aumenta la torrencialidad de las corrientes con picos de avenidas más pronunciados, al mismo tiempo reduce el área de recarga natural de los acuíferos del subsuelo e incrementa el peligro de más inundaciones (ibid).

v) La Desertificación de la Cuenca del Valle de México. Este problema ha sido provocada por la devastación de los bosques, erosión de los suelos, abatimiento de los acuíferos, la fuerte evaporación, la expulsión de los excedentes de agua y las filtraciones por las obras de desagüe, sobre todo por el emisor profundo (ibid).

La precipitación media anual del Valle de México fue de 740 mm y el escurrimiento medio de 479.3 Hm 3 . Las isoyetas del Valle del México (1981 -1990) explican gráficamente este fenómeno.

Tomando en cuenta las altas temperaturas que se manifiestan y la frecuencia y duración de los vientos que favorecen a la evaporación, esta se ha medido en valores anuales hasta de 2,453.8 mm, con una medida de 1,743 mm. La evaporación es un factor que debe tomarse en consideración por las pérdidas hídricas que disminuyen la recarga de los acuíferos, incrementan el consumo de agua, acentúan la desertificación y crean problemas en los depósitos que se construyan.

i) Los Hundimientos del Subsuelo de la Ciudad y del Valle de México. Se estima que la Ciudad de México hoy está en promedio a 12 m debajo del nivel más bajo del lecho del Ex Lago de Texcoco, mientras que en 1864 se calculo que la ciudad estaba a 1.907 m arriba de la parte más baja del lago. Esto es particularmente agudo en las zonas de relleno, ocupadas por los lagos que se desecaron, han sido provocados principalmente por la sobreexplotación de los acuíferos, que al reducir la presión hidrostática de los estratos arcillosos, origina la consolidación de estas arcillas y el asentamiento del terreno.

Aunque actualmente los hundimientos han disminuido a 10 cm/año en promedio, todavía existen lugares donde se registran depresiones de 20, 30 y hasta 40 cm/año. Este proceso causa la inestabilidad de edificios, calles, redes de distribución, alcantarillas y demás instalaciones para servicios municipales (ibid).

Los hundimientos se deben a la compresibilidad de la capa arcillosa superior en un espesor variable de 30 a 60 m; Los contenidos de agua en este material alcanzaban valores hasta del 450%. La extracción del agua de los acuíferos del subsuelo, ha generado un proceso de consolidación de las arcillas y el hundimiento del subsuelo, con las consecuencias ya expuestas; obligando a realizar modificaciones y ampliaciones a las atarjeas y colectores de la red de drenaje urbano.

vii) Magnificación de los Sismos. La ubicación de la ciudad en la cuenca del antiguo lago de Texcoco produce un efecto de resonancia, que significa que el material del subsuelo amplifica las ondas de los sismos . En la actualidad conocemos como “efectos de cuenca” las arcillas blandas y saturadas de agua del extinto lago sobre las cuales está construida gran parte de la urbe amplificaron las ondas sísmicas. Es decir, aunque la ciudad se encontraba lejos del sismo, al estar construida sobre materiales muy blandos las vibraciones sísmicas que usualmente serían pequeñas multiplicaron su amplitud y sacudieron a la ciudad cual gelatina. (Melgar, 2017).

Esta condición geológica, existe hoy y existirá por mucho tiempo. Sismólogos e ingenieros mexicanos a lo largo de las décadas han cartografiado en detalle el perímetro del lago de Texcoco. Hoy sabemos que en 1985 y 2017 la vastísima mayoría de los edificios dañados se encontraban dentro de lo que los ingenieros ahora llaman la “zona del lago” (ibid).

Existe un efecto de doble resonancia que funciona de la manera siguiente. Veamos primero cuáles fueron las causas del desastre sísmico de 1985. El día 19 de septiembre a las 7:19 de la mañana ocurrió un sismo de magnitud 8.1 a 400 kilómetros, debajo de Lázaro Cárdenas. El sismo no causó graves daños en la zona epicentral pero la energía sísmica se transmitió por una guía de ondas, una estructura geológica formada por rocas volcánicas con un espesor de unos dos kilómetros. Se trata de ondas especiales conocidas como Lg que se propagan en la corteza continental y no bajo los mares. Las vibraciones de la onda Lg contienen abundante energía con una frecuencia de 0.4 Hertz.

Cuando las ondas llegaron a la ciudad de México se encontraron con otra guía de ondas más delgada (unos 30 metros de espesor) y más localizada. Me refiero a la capa de lodo que dejó el antiguo lago. El lecho de los lagos es una tierra negra como plastilina (arcilla), que contiene agua principalmente. Esta capa de suelo tiene una frecuencia resonante que depende de su espesor (30 m), y que en este caso es de 0.4 Hertz. Se produjo el acoplamiento de ambas guías de onda. Cuando dos guías de onda vibran al unísono, la frecuencia común puede fluir libremente hacia la capa de lodo y puede acumularse, quedando atrapada en dicha capa durante el sismo. La capa de lodo funciona como una antena, que capta la energía resonante porque se encuentra sintonizada a esa frecuencia. Esto significa que la tierra negra se pone a vibrar cada vez más fuerte, porque hay más energía sísmica atrapada en la capa.

Finalmente, sobre la capa de lodo había edificios construidos. Un edificio es una estructura que tiene su propia frecuencia resonante, según la altura. Los edificios de siete a 18 pisos de alto suelen resonar a una frecuencia cercana a 0.4 Hertz. En la zona del lago el suelo se puso a vibrar a esa frecuencia, y los edificios empezaron a bambolearse y a zangolotear fuera de control.

viii) Desforestacion. Se estima que originalmente existían aproximadamente 2500 km² (250 000 ha) de bosques en el Valle de México. El año 1900 existían en la Cuenca Tributaria Oriental 142 000 ha de bosque equivalentes al 58% de las 246 000 ha de la misma. En el año 2000 solo existían 46 800 ha de bosque, el 19% del total de la superficie de la cuenca, debido a la urbanización regular e irregular, tala inmoderada, incendios, cambios en el uso del suelo, explotación minera y sobrepastoreo (CONAGUA, 2012).

El año 1988 en la parte oriente de la Cuenca se detectaron 54 000 ha de bosques degradadas y una reserva de 54 000 ha de bosque natural. Que es un indicador del desequilibrio ecológico del Valle de México (Cruickshank, 1998).

ix) Disturbios eólicos, Erosión Eólica y Tolvaneras. Los vientos que predominan en el Valle de México son de tres tipos: vientos de altura, vientos rasantes y vientos convectivos. Los convectivos, se p

producen durante las horas más calientes. El intenso calentamiento del aire superficial origina movimientos convectivos de masas de aire, provocando remolinos que se proyectan a gran altura, llevando en suspensión grandes cantidades de polvo.

Como consecuencia de todo lo anterior se originaron las tolvaneras que asolaban a la zona metropolitana, se alteró el equilibrio del ecosistema del ex – Lago de Texcoco y su cuenca tributaria, lo que causo la infición del ambiente, afectando la salud y la vida de los habitantes de la región, sobre todo a la población infantil que carece de defensas necesarias contra estas agresiones del medio.

En 1970 existían en la cuenca oriental del Ex Lago de Texcoco 54 000 ha con diferentes grados de erosión que disminuyeron en 1986 a 36 000 ha gracias a los trabajos del Plan Lago de Texcoco (Cruickshank, 1998).

x) El Rompimiento del Equilibrio Hidrológico y Ecológico de la Cuenca. La desaparición de lagos y bosques, la torrencialidad de las corrientes, con avenidas de picos más pronunciados y peligrosos, siguen causando inundaciones a pesar de las costosas obras del Desagüe Profundo en diferentes partes de la zona conurbada del área metropolitana, provocando daños muy costosos e inclusive pérdidas de vidas.

El sobrecalentamiento de la atmosfera en la Ciudad de México produce una acentuada evaporación y disturbios eólicos (vientos convectivos) que propician erosión, desertificación y tolvaneras. La sobrexplotación de los mantos acuíferos propicia hundimientos y magnificación de los sismos. En síntesis, presentamos una crisis ecológica de la Cuenca del Valle de México.

2. El Proyecto del Nuevo Aeropuerto de la Ciudad de México (NAICM)

El Lic. Felipe de Jesús Calderón Hinojosa ordenara realizar diversos estudios a consultorías extranjeras e instituciones nacionales sobre el mejor lugar para el NAICM. Todos esos estudios coinciden en señalar la inviabilidad técnica y financiera del Lago de Texcoco como sitio para la construcción del NAICM.

El jueves 3 de septiembre de 2014 el Lic. Enrique Peña Nieto, presidente constitucional de los Estados Unidos Mexicanos, anuncio la construcción del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (NAICM) en los terrenos federales del Ex Lago de Texcoco. Los detalles generales del proyecto del NAICM son los siguientes:

El proyecto del NAICM consta de dos etapas con cinco fases cuyo costo total ascenderá a $ 209 712 millones que se ejercerán en la primera etapa $ 169 000 millones (80.59%) y en la segunda etapa $ 40 712 millones (19.41%). La superficie que ocupara la infraestructura del NAICM será de 4 626.16 ha donde se construirán las seis pistas, la terminal y demás instalaciones auxiliares (Cuadro 4).

Cuadro 4. Fases programadas para la construcción del Nuevo

Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (NAICM)

Etapa

Operaciones

Pasajeros

Transportados

Fase

Superficie

(ha)

Pistas

Proyectadas

Inversión

(mdp)

 

 

1 (2015-2020)

 

 

 

500 mil anuales

 

 

50 millones

 

 

Fase 1

 

 

4 430

Pista 1 de 5 km x

60 metros

 

 

169 000

Pista 2 de 5 km x

45 metros

Pista 3de 4.5 km x

45 metros (Uso

militar)

 

 

2 (2020-2065)

 

 

 

 

1 millón

Anuales

 

 

120 millones

Fase 2

47.25

Sin Pista

3 696

Fase 3

58.95

Pista 4 de 4.5 km x

45 metros

11 572

Fase 4

89.96

Pista 5 de 4.5 km x

45 metros

18 282

Fase 5

Sin Dato

Pista 6 de 4.5 km x

45 metros

7 162

Fuente: M. Mejía y A. Rodríguez, revista Vértigo, núm. 704, “Todo sobre el nuevo aeropuerto”, 14 de septiembre de 2014, citado por Encinas (2014).

El proyecto del NAICM comprende la construcción de 6 pistas, infraestructura aeroportuaria (torre de control, terminal, oficinas, instalaciones auxiliares), obras hidráulicas, obras sociales, diseño, ingeniería, gestión, cercado perimetral, vialidades, internas y vialidades externas (vías de ferrocarril, autopistas, carreteras) (Cuadro 5).

 

Cuadro 5. Destino de la Inversión para la construcción del Nuevo

Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (NAICM)

Gasto

(millones de pesos)

%

Obras

4 700

2.78

Obras Sociales

16 400

9.70

Obras Hidráulicas

20 500

12.13

Diseño, Ingeniería y Gestión

127 400

75.38

Infraestructura Aeroportuaria

Fuente: Encinas (2014).

Es muy evidente que el NAICM es un megaproyecto que pretende ser la obra faraónica del sexenio. Las obras del NAICM empezaron el día 1 de septiembre de 2015.

 

 

 

3. El Lecho del Ex Lago de Texcoco un Sitio Técnicamente Inviable para el Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (NAICM)

El vaso del Ex Lago de Texcoco es el peor sitio que se hubiese escogido para construir el NAICM. Existen múltiples razones, geológicas, hidrológicas, aeronáuticas que han sido expuestas por diversos especialistas en informes y eventos académicos.

El TIPO DE SUELO SALINO SÓDICO constituye un suelo totalmente inadecuado para cualquier tipo de construcción Un suelo salino-sódico se distinguen por su conductividad mayor de 4 mmhos/cm del extracto de saturación a 25°C y un porcentaje de sodio intercambiable mayor al 15 (Allison, et. el., 1985).

El miércoles 17 de octubre de 2012 realice tomas de muestras de suelo en el área conocida como el moño de los tlateles de Chimalhuacan. Las muestras se tomaron según los cánones científico-técnicos de la edafología o ciencia del suelo. Esto es se realizaron perfiles de suelo de un metro cubico a una distancia de 50 metros en zig zag entre perfil y perfil. Se obtuvieron cuatro muestras compuestas de los cuatro estratos o capas que se encontraron en la casi totalidad de los perfiles y una quinta muestra para el ultimo perfil que presento un quinto estrato o capa.

Se realizo la descripción de cada perfil de suelo siguiendo las indicaciones del Manual para la Descripción de Perfiles de Suelo en el Campo del Dr. Heriberto Cuanalo de la Cerda publicado por el Centro de Edafología del Colegio de Posgraduados en 1975. El resumen de la descripción del perfil es el siguiente:

La mayoría de los perfiles mostraron cuatro capas con las características siguientes: la 1ª capa de 30 cm, la 2ª capa de 15 cm, la 3ª capa de 35 cm y la 4ª capa de 20 cm. La textura de las capas es limosa, arenosa y en la 3ª es arcillosa debido a la acumulación de arcillas. Las capas son poco permeables, esto es que el agua tiene poco movimiento en el perfil. El moño de los tlateles es un área que carece de drenaje por lo que experimenta constantemente inundaciones.

El viernes 26 de octubre del 2012 se realizo el análisis químico de suelo en el Laboratorio Central Universitario de la Universidad Autónoma Chapingo (UACh) obteniéndose los resultados siguientes:

El pH de las capas oscila entre 11.18 y 11.42, el contenido de materia orgánica (MO) va de 0.54 a 1.34 % que es un contenido muy bajo, la textura es franco-arenosa excepto la 3ª capa que resulto franco arcillosa. La conductividad eléctrica (CE) oscila entre 14.93 y 38.8 dS/m que indica un suelo de fuertemente a extremadamente salino. El contenido de sodio varía entre 65.47 y 216.63 meq/L o ppm que representa un exceso de sodio soluble. El análisis químico de suelo también mostro un exceso de carbonatos, cloruros y boro solubles (Rodríguez, 2012).

Estos suelos se clasifican como SALINO SÓDICOS debido a su pH extremadamente alcalino, salinidad extrema y exceso de contenido de sodio soluble.

Los problemas de este suelo salino-sódico se resumen a continuación: 1) pH extremadamente alcalino, lo cual es caustico para las raíces de las plantas; 2) toxicidad de sodio; 3) bajo potencial hídrico o alta presión osmótica; 4) toxicidad de carbonatos; 5) toxicidad de cloruros; 6) toxicidad de boro. 7) alta impermeabilidad. Adicionalmente encontramos un alto contenido de agua a un metro de profundidad del suelo.

Estas características del suelo hacen del lecho del Ex Lago de Texcoco un lugar inviable para la construcción del NAICM debido a presentar suelos altamente corrosivos y exceso de agua en el subsuelo.

Las características del suelo, la geología, el relieve y la hidrología exigen la realización de obras que encarecen el costo de la obra. Se requieren 64 millones de metros cúbicos de tezontle y 32 millones de metros cúbicos de basalto para poder drenar las capas profundas del subsuelo. Se requieren obras de control de aguas superficiales e internas para evitar cualquier posible inundación del área del NAICM.

Además de otros problemas aeronáuticos que dificultan el despegue de los aviones por las sierras y cerros circundantes, así como por las corrientes de vientos dominantes.

Aeropuertos y ServiciosAsociados (ASA) ha cuestionado severamente los estudios costosos realizados por el Massachusetts Institute of Technology Research & Engineering (MITRE). En octubre del año 2000 ASA presento un reporte ejecutivo de los estudios realizados señala que MITRE no consideró, en el caso del proyecto Texcoco, información relativa a la meteorología, orografía, suelos, riesgo aviario o volcánico, factores urbanísticos, de vulnerabilidad, demográficos o de hidrología (Encinas, 2014).

“Debido a que no incorpora información orográfica, los gradientes de ascenso (es decir, el ángulo en el que los aviones tienen que ascender durante el despegue o la ida al aire) no se conocen, pero en opinión de los técnicos que asistieron a la presentación del estudio MITRE en Washington y que conocen bien el entorno y las elevaciones de la zona de Texcoco, tales como la Sierra de Guadalupe y los cerros Chiconautla y Chimalhuacán, dichos gradientes serían extremadamente elevados, lo cual implica aplicar mayor potencia a los motores de los aviones y reducir su carga útil” (ASA, 2000, citado por Encinas, 2014)

El Valle de México comprende 11 zonas hidrológicas que presentan una precipitación media anual de 740 mm y un escurrimiento medio anual de 479.3 Hm ³ . La zonas hidrológicas VI de Teotihuacan (5.9 Hm ³ ) y VII de Texcoco (53.1 Hm ³ ) generan 59 Hm ³ constituyen en grave riesgo de inundaciones para el aeropuerto y la zona urbana del Valle de México.

5. Ecocidio de la Cuenca del Valle de México por el NAICM

Los diez problemas de destrucción de los recursos naturales y el desastre ecológico resultado de 500 años de graves errores en el manejo de la Cuenca del Valle de México enunciados anteriormente se agudizaran en forma exponencial debido al impacto ambiental que tendrá la construcción del NAICM. Esto producirá un verdadero ecocidio que ocasionara fuertes pérdidas materiales, económicas, sociales y culturales.

El grupo aeroportuario reporta un total de 91 minas en el Valle de México, pero nosotros hemos realizado varios recorridos de campo que muestran la presencia de minas no registradas que carecen de todos los permisos necesarios para su operación. Consideramos que el número real de minas explotadas se duplican haciendo un total aproximado de 180.

El municipio de Tepetlaoxtoc es uno de los más castigados por la destrucción de sus cerros ya que cuenta con 40 minas (23 minas federales, 17 estatales) en su mayoría en terrenos de particulares que carecen de los permisos correspondientes. La destrucción impresionante de cerros comprende los municipios de Texcoco, Acolman, Tezoyuca, Teotihuacan, San Martin de las Pirámides, Temascalapa, Otumba, Axapusco entre otros.

 
 

 

 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

 

 

 
 
 
 
 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 
 
 
 
 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 
 
 
 
 

 

 

Año 12. No. 637. del 11 al 17 de marzo 2018v

Premio de Comunicación Alternativa
Ir al Inicio
Directorio
¿Quiénes Somos?
Contáctanos