Para Recuperar las Finanzas Públicas

HAY QUE BAJARLE EL SALARIAZO A ALTOS FUNCIONARIOS

Por María de Lourdes Martínez González

Los nuevos impuestos que propone el gobierno federal en su paquete económico 2010, harán imposible el crecimiento económico y la generación de empleos opinó Mario Alberto Di Costanzo Armenta, diputado federal por el Partido del Trabajo. Subrayó que en contrate se mantienen los privilegios a los funcionarios con altos salarios y prestaciones.

En entrevista que realizamos el pasado martes 08 de septiembre del 2009, sostuvo que esa nueva carga de impuestos se sumará al incremento de 17.5 por ciento del Impuesto Empresarial a Tasa Unica (IETU), más el 15 por ciento de IVA, además del 15 por ciento del Impuesto Sobre la Renta, entre otras tasas fiscales que ya existen.

“Lo que le ha dado miedo a Felipe Calderón –presidente mexicano- es meterse a hacer una reforma a fondo de las plazas de los funcionarios públicos de toda la administración. Quiere tapar el sol con un dedo. Yo te aseguro que funcionarios de alto nivel en estas tres secretarías que están desapareciendo no son más de 50”.

Dijo que por el contrario son más de 3 mil 500 trabajadores de base los que saldrán perjudicados con el desempleo y no más de 100 empleados de confianza.

Agregó que sólo en la Secretaría de Hacienda hay 126 plazas de directores generales adjuntos, cada uno de los cuales gana neto al mes, sin prestaciones, 105 mil pesos. Más las prestaciones el costo promedio de una plaza de director general en Hacienda es de 2 millones 800 mil pesos al año.

Dijo que por otra parte no surgirán más funcionarios de alto nivel pues se creará una contraloría general en la que se crearán más puestos con empleados privilegiados, lo cual demuestra que son cambios de maquillaje.

Mario Di Costanzo, opinó que una reforma de fondo implicaría la reducción sustancial del salario de los altos funcionarios públicos, en dependencias donde hay derroche de gastos, como la Condusef, la Comisión Nacional Bancaria y de Valores, entre otras.

“Para mi la Ley de Salarios Máximos no es contundente, porque sólo establece que nadie puede ganar más que el presidente, siendo empleado del gobierno. Eso no dice nada, porque el presidente mismo ganan muchísimo, incluso comparándolo con funcionarios de otras partes del mundo”.

Señaló que una regla de oro para mantener finanzas públicas sanas, es que el gasto corriente, el gasto de operación del gobierno federal no puede crecer más allá de la mitad de lo que es el crecimiento de la economía.

“Si para el 2010 el crecimiento económico se estima en 3 por ciento. El gasto del gobierno no podría crecer en más de 1.5 por ciento”.