Cientos de Electricistas con Hipertensión

SUFREN ESTRAGOS EMOCIONALES POR PERDER SU EMPLEO

Por Regina Vargas

Cientos de ex trabajadores electricistas de Luz y Fuerza del Centro están sufriendo los estragos emocionales de quedarse sin trabajo y sin expectativas de encontrar un nuevo empleo, y ya experimentan depresión, frustración, hipertensión, infartos y ansiedad; incluso, se habla de 4 fallecimientos por ataque al corazón, dos hombres jóvenes y dos mayores tras una profunda depresión.

Cecilia Figueroa, una electricista de tercera generación explicó su caso y dijo que sus abuelos, padres, hermanos, hijos y tíos trabajaron en LyFC y ahora: "toditita la familia Figueroa se quedaron sin empleo, y con la incertidumbre de que el próximo 5 de diciembre concluye el servicio del Seguro Social y ella tiene una hermana que tuvo trombosis y está pendiente su fecha de operación; su papá es diabético y a la fecha, tiene niveles altos de glucosa".

Datos oficiales señalan que en promedio, 6 de cada 10 personas que se retiran laboralmente experimentan depresión, frustración e insatisfacción, al no estar preparadas para esa decisión. Sin embargo, los que de repente, sin esperar, se quedan sin empleo o bien de la noche a la mañana cierran su centro de trabajo, experimentan síntomas similares o incluso más acciones suicidas.

Cecilia Figueroa, integrante de "Mujeres Electricistas en Resistencia", expuso los dramas, padecimientos y sufrimientos que tienen las 44 mil familias despedidas, "porque no son sólo una cifra, son cientos de miles de dramas y tragedias familiares que ahora peligra su situación económica y estabilidad emocional empeorará.

Margarita de la Cruz, trabajadora electricista, dijo conocer el caso de 4 electricistas, -personas cercanas a ella, dos jóvenes y dos mayores -, que murieron en los últimos días de un infarto, tras la angustia que les generó quedarse sin trabajo.

Para Mónica Hernández, quien laboraba como administrativa en Luz y Fuerza del Centro durante 24 años, haberse quedado sin empleo es un verdadero drama, pues le faltaba poco para jubilarse. Ella se definía como una persona jovial, entusiasta y con ganas de vivir, pero desde el pasado 11 de octubre, todo cambió.

"No estaba preparada para su despido injustificado, para que cerrarán LyFC sin ningún aviso. Ahora siento soledad, frustración y daño emocional, después de haber trabajado toda mi vida en ese organismo. Tengo un triple impacto en mi persona: económico, emocional y físico", indicó.

Estudios del IMSS mencionan que se ha analizado que cuando viene una crisis o despidos masivos hay un aumento en "los trastornos de ansiedad y depresión", por estrés repetitivo que ocasiona la incertidumbre de no encontrar un empleo".

Incluso, datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), señalan que en los últimos 45 años el índice de suicidios se ha incrementado en un 60 por ciento a nivel internacional, actualmente se encuentra dentro de las tres primeras causas de muerte; en el caso de México, señala que anualmente se quitan la vida entre 4 mil y 6 mil personas a consecuencia de: ansiedad, depresión, estrés, soledad, desesperanza, exigencias sociales, sentimientos de culpa, rechazo o por falta de trabajo.

La integrante de "Mujeres Electricistas en Resistencia", indicó que a la fecha, muchos de los trabajadores tienen problemas de presión alta, depresión, angustia, nervios, ansiedad, apatía, desgano, falta de sueño, que de acuerdo a los doctores son síntomas de depresión".

Además, denunció que con la campaña mediática de desprestigio que ha habido en contra de los trabajadores de LyFC, "pocos empresas nos van a querer contratar, pues no nos bajan de holgazanes, conflictivos y rijosos". s