Se Prestó Para Desplazar al Gremio Minero
ACUSA SINDICATO MINERO A CTM DE TRAICIÓN
*El Nuevo Líder Cetemista Rechaza la Acusación y Dice que Ya Hay 350 Liquidados Laborando en la Mina Cananea
Periodista de Frecuencia Laboral
El dirigente del Sindicato Minero Metalúrgica, afiliado a la CTM, Javier Villarreal Gámez, asegura no ser un traidor ni líder de “esquiroles”, Buenavista del Cobre, antes Minera Cananea, y dijo que tampoco siente el peso de estar ayudando a Grupo México para acabar con el histórico contrato colectivo de trabajo, porque ya estaba finiquitado cuando él llegó.
Rechazó que se “haya retorcido la ley” para favorecer a los empresarios. Dijo que Cananea ya está operando al 90%, con “cerca de 600 empleados que eran contratistas y otros 350 de los que cobraron su liquidación y volvieron. Inclusive, afirmó que la mina ya tiene una producción mensual superior a 360 mil toneladas.
Presumió que la organización que encabeza ya detenta el contrato colectivo de ese yacimiento y que tiene afiliados a cerca de 900 mineros.
En conferencia de prensa, el pasado 28 de junio del 2011, Villarreal Gámez negó sentirse un traidor del movimiento sindical minero; por lo aseveró que las instancias laborales de justicia del país ya dieron por terminadas las relaciones de los trabajadores de Cananea y Grupo México.
Por lo que él, quien tiene el contrato colectivo de la mina de Nacozari, ahora busca representar a quienes eran contratistas de Cananea y a los que finalmente resolvieron regresar a la mina, quienes no pertenecían a ningún gremio.
En su opinión, está descartado un enfrentamiento entre los trabajadores en huelga de Cananea y los que integran el sindicato que él encabeza, ya que, “para bien o para mal”, hay mucha vigilancia de fuerzas policiacas alrededor de la mina, precisamente para evitar hechos de violencia.
Respecto al hecho de que el sindicato a su cargo firmó el contrato colectivo no con Mexicana de Cananea, sino con una empresa que se denomina Buena Vista, reconoce que se trata sólo de un “cambio de razón social”, pero que la empresa sigue siendo propiedad de Grupo México.
Sobre el “pacto de caballeros” que había entre la CTM y el sindicato minero para no atacarse uno al otro, comentó que eso fue en tiempos de Fidel Velázquez y de Napoleón Gómez Sada –padre del actual dirigente–, y que incluso la separación final entre la central y este gremio se dio cuando Napoleón Gómez Urrutia quiso dirigir el Congreso del Trabajo, por lo que ya no hay tal acuerdo.
También reconoció que es lamentable como se pretende dar por terminada la huelga, que estalló el julio del 2007, contra la que existe un amparo por parte de la sección 65 del sindicato minero, ya que puede tomarse como un antecedente para eliminar ese derecho.
Aclaró en entrevista que la mayoría de los trabajadores que representa es el mismo grupo que el sindicato manejado por Napoleón Gómez Urrutia nunca quiso representar.
A decir del dirigente sonorense, ahora que las instalaciones de Cananea le fueron entregadas a Grupo México y cambió de razón social a Compañía Operadora de Cobre Buenavista, los trabajadores que se contrataron pidieron al sindicato de la CTM los representara.
De ahí que recordó que ya antes otro importante grupo de mineros de Nacozari decidió dejar las filas del gremio de Gómez Urrutia y solicitó a la Confederación de Trabajadores de México que sea su representante sindical, por lo que es falso que sean esquiroles.
Incluso justificó que tampoco es verdad que haya habido una traición de la CTM al sindicato minero, pues recordó que las relaciones entre ambas organizaciones se rompieron desde que Napoleón Gómez intentó apoderarse del Congreso del Trabajo.
El dirigente del sindicato minero cetemista aceptó que el Contrato Colectivo de Trabajo que suscribieron y depositaron recientemente en la Secretaría del Trabajo y Previsión Social es inferior en cuanto a prestación respecto al histórico de Cananea.
Explicó, sin embargo, que existe el compromiso de recuperar los beneficios perdidos paulatinamente, mediante el diálogo y la concertación con la empresa, pues su organización no ve la huelga como una forma de vida sino como un recurso de lucha.
Según Villarreal, este movimiento se ha prolongado porque el conflicto se llevó a un terreno personal entre Gómez Urrutia y Germán Larrea Mota Velasco, aunque consideró que una huelga tampoco puede ser eterna ni propiedad de un sindicato.
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