Explotación Agrícola en el Norte de México

CAMPESINOS VIVEN COMO EN TIENDAS DE RAYA

*Les Venden Alimentos a Precios Caros y Reciben Salarios Miserables

Por Regina Vargas

En los campos mexicanos del norte del país muchos campesinos y sus hijos son explotados y viven en auténticas tiendas de raya, donde les pagan salarios miserables y les venden alimentos tres o cuatro veces más caros de su precio normal; y resulta que cuándo van a cobrar su salario, siempre le quedan a deber a los dueños de esos campos agrícolas.

José Jacobo Femat, dirigente de la Central de Organizaciones Campesinas y Populares (COCYP), denunció lo anterior, al comentar que incluso, algunas familias cuando regresan a sus hogares de origen, no tiene dinero para hacerlo o bien su capital no rebasa los 25 pesos.

En una entrevista denunció que se tiene conocimiento que el 50 por ciento de los seis millones de jornaleros agrícolas que se emplean en los campos del país son niños y adolescentes que aportan cerca del 35 por ciento del ingreso familiar, en un entorno en donde son escasos los esfuerzos para evitar la explotación laboral de los menores.

Sobre el tema, Jean Maninat director de la OIT para América Latina y El Caribe coincidió en que se deben reforzar las leyes para poner en cintura si se quiera a aquellas personas que utilizan a niñas y niños que utilizan como fuente de trabajo indebido, o en niveles de explotación en los campos agrícolas.

Aseveró que en el mundo son 100 millones de niños y niñas los que trabajan, de los cuales un 70 por ciento lo hace en el sector agrícola y resaltó que México da pasos importantes para erradicar este fenómeno.

Por separado, la Confederación Nacional Campesina (CNC), detalló que con base en información recabada en los centros agrícolas del país confirmó que la explotación del trabajo infantil por las grandes empresas trasnacionales y productores privados ha hecho rentable la producción de frutas y hortalizas de exportación.

Testimonios recogidos por la central campesina señalan que los menores y adolescentes son explotados por capataces de los campos agrícolas ante el vacío legal de su condición laboral, que los pone al margen de cualquier tipo de prestación o seguridad social.

Las cifras del estudio realizado por la CNC muestran la importancia del trabajo infantil en la economía familiar. En los estados de atracción para la población migrante, norte y noroeste del país, del total de jornaleros agrícolas el 27 por ciento son niños de entre 6 y 14 años de edad. De ellos el 53 por ciento son varones y el 47 por ciento son mujeres.

En el Valle de Culiacán, por ejemplo, en un ciclo agrícola, el 34% de la población incorporada al trabajo agrícola estaba compuesta por niños menores de 14 años que ayudaban al ingreso familiar sin tener una remuneración propia.