Conmemoran su 119 Aniversario

BOMBEROS DEMANDAN SER REVALORADOS

Por María de Lourdes Martínez González

¿Podría usted creer que a la ceremonia conmemorativa de El Día del Bombero, los homenajeados, es decir, los bomberos no estaban invitados?

Fue apenas el 22 de agosto del 2005, que los especialistas en apagar fuegos, sindicalizados de la Ciudad de México, lograron tener acceso al acto oficial de su aniversario, pero lo consiguieron casi a fuerza y por presión de su reciente sindicato.

Antes de esa fecha, en el Teatro de la Ciudad se colocaban retenes con elementos de seguridad, para garantizar que sólo los altos mandos del H. Cuerpo de Bomberos y las autoridades del Distrito Federal, pudieran tener acceso al festejo.

Por esa razón, durante el acto conmemorativo de "El Día del Bombero", que se celebró este martes 22 de agosto del 2006, fue notoria la inconformidad de los "apaga fuegos" sindicalizados, quienes desde la tribuna a gritos y con una que otra palabra altisonante, reclamaron más salario, mejorar los premios al valor y al trabajo, ser tomados en cuenta en las decisiones y que se acaben los despidos injustificados y los actos de represión en el organismo.

El secretario general del Sindicato del H. Cuerpo de Bomberos de la Ciudad de México, Antonio Peregrino Rojo, dijo lo siguiente:

"El acto conmemorativo del 119 Aniversario del Día del Bombero, se realiza simultáneamente en todos los estados del país, pero hay una diferencia sustancial, en el Distrito Federal, somos los únicos bomberos de todo México y Latinoamérica, que defiende nuestros derechos, para mejorar nuestras condiciones de vida y de trabajo, nos ha costado mucho esfuerzo, nadie mejor que nosotros ha vivido en carne propia las dificultades y obstáculos casi imposible de librar para crear una organización como esta".

El líder del sindicato explicó que hace 4 años, precisamente en un aniversario del Día del Bombero, él mismo fue encarcelado durante unas horas, bajo una falsa acusación de robo, para evitar que se presentara junto con sus compañeros a reclamar sus derechos, durante el festejo de "El Día del Bombero".

Este año lo peor que hicieron las autoridades capitalinas y del cuerpo de bomberos, fue entregar la invitación a los sindicalizados apenas un día antes del acto conmemorativo, colocar el asiento del líder sindical en una esquina.

También se molestaron por los reclamos altisonantes de los agremiados y sus burlas abiertas contra los jefes que recibieron el mérito al valor, porque conforme los mandos iban subiendo al estrado por sus premios, recibían la crítica: "¡ESE NO TRABAJA!", "¡ESE ESTÁ GORDO!", "¡ESE ES UN BARBERO!".

Los bomberos pidieron ser tomados en cuenta en la selección de los premios al valor y al mérito en el trabajo, porque desafortunadamente se escogen por preferencias personales, más que por profesionalismo, comentaron.

Por otro lado, el líder de los bomberos, Antonio Peregrino Rojo, dijo que las condiciones de riesgo en el trabajo de los bomberos todavía son menos preciadas por las autoridades. La muestra de ello es que faltan uniformes y equipo de protección, para quienes arriesgan la vida en la misión de salvamento contra incendios.

El año pasado el sindicato de bomberos firmó con las autoridades del gobierno del Distrito Federal su contrato colectivo de trabajo. Este año obtuvieron un 5 por ciento de incremento salarial y 5 por ciento de aumento en prestaciones, retroactivo a enero.

"La relación trabajador patrón que tenemos actualmente en el cuerpo de bomberos es nueva y todavía hay desacuerdos, para algunos es difícil adecuarse a la nueva realidad, pues durante más de cien años los bomberos nos hemos regido por una estructura militarizada, con ideas castrenses y autoritarias que aún dominan la mentalidad de algunos mandos que no han comprendido que con el sindicato logramos el cambio", agregó Antonio Peregrino Rojo.

Consideró que el respeto y el diálogo de su nueva relación obrero-patronal dará paso a la razón con un objetivo: hacer crecer al cuerpo de bomberos del Distrito Federal, para elevar los servicios de emergencia que solicita la ciudadanía, con la máxima protección al trabajador sindicalizado y la máxima seguridad social para éste y sus familia