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Sin Salario, Sin Seguro, Sin Prestaciones...LAS VENDEDORAS DE AVÓN DE VAN MAL EN PEOR*La Suprema Corte les Negó su Calidad de Trabajadoras y las Catalogan Ahora como Empresarias...
Por María de Lourdes Martínez González Periodista de Frecuencia Laboral
Las 450 mil vendedoras de Avón van de mal en peor. Esa transnacional que utiliza personal para las ventas por catálogo, le quitó el derecho al seguro social al 97 por ciento de sus vendedoras y logró el apoyo del gobierno federal para que la Suprema Corte de Justicia de la Nación les negara el reconocimiento de su condición de trabajadoras. Ahora son catalogadas como pequeñas empresarias, por un fallo de la Suprema Corte de Justicia de la Nación que se emitió en el 2008 a favor de la empresa para negarles su categoría de trabajadoras, a pesar de que la mayoría de ellas son madres solteras, de bajos recursos. Con esta maniobra, lejos de que Avón les pague un salario, ellas le pagan a la empresa una utilidad y a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público el Impuesto Sobre la Renta y el Impuesto Empresarial a Tasa Única (IETU). Silvia Gutiérrez, presidenta de la Asociación Civil COSMOGAR, explicó a Frecuencia Laboral que con esa táctica de convertir a las vendedoras de Avón en pequeñas empresarias, el gobierno las obliga a pagar más impuestos y la transnacional Avón se libra del pago del salario, del infonavit, del Seguro Social y de otras prestaciones, que tendría que devengar como patrón. Además Avón recibe una ganancia extra de estas trabajadoras convertidas en pequeñas empresarias, pues las vendedoras ahora deben hacer el pedido por internet por lo cual la transnacional les cobra "manejo de cuenta". Y en caso de retrasarse en el pedido las obliga a pagar el flete… todo en beneficio monetario para Avón, explicó la lidereza. Silvia Gutiérrez recordó que COSMOGAR se constituyó luego de que Avón se negó a seguir pagando el seguro social a las 450 mil vendedoras -en el año 2007- y solamente conservaron esa prestación 15 mil ( el 3 por ciento del total), las cuales unicamente reciben servicio médico, pero no tienen derecho al seguro por riesgo de trabajo, pese a que corren alto riesgo en la calle y en las visitas domiciliarias para realizar la colocación del producto. Comentó que uno de los efectos más negativos de esa política de Avón es que cambió el sistema de pago, con lo cual redujo las posibilidades de una ganancia mayor para las vendedoras. Pues anteriormente les otorgaba 15 días de plazo para el pago, después de que realizaban el pedido. Actualmente deben pagar al momento de hacer su pedido, lo cual se convierte en una limitante grave para la mayoría, pues son mujeres de bajos recursos económicos.
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Año 5. No. 287. del 14 al 21 mayo 2011 |
México,D.F. |
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