El SME la apoya...pero

LA REFORMA ENERGÉTICA DE AMLO ESTÁ TRUNCA

*1) Falta decretar la reinserción laboral de integrantes del SME

*2) Falta decretar el borrón y cuenta nueva.

*3) Falta decretar la tarifa eléctrica social.

*4) Falta decretar el derecho humano a la electricidad.

Participación de Martín Esparza Flores,

Secretario General del Sindicato Mexicano de Electricistas,

Transcripción de Antonio Peregrino Rojo, colaborador voluntario,

publicacion original de www.frecuencialaboral.com

La reforma energética de Andrés Manuel López Obrador está enfocada principalmente a la parte de la electricidad y a la parte de los minerales cómo es el litio, para tener soberanía sobre este mineral para las baterías, ya sea para vehículos, para almacenar energía a gran escala, pero lo que sí tenemos que observar es que con en esta reforma le regresan al Estado mexicano el control sobre la electricidad.

En la propuesta de modificación del artículo 28 constitucional, en donde se establece el tema de los monopolios vuelven a reincorporar el tema de que no se otorgarán concesiones ni contratos en electricidad, texto que le quitaron los neoliberales y en esta reforma prácticamente contempla que regresa la Comisión Federal de Electricidad como un organismo público descentralizado.

La reforma energética que se hizo con la llegada de Enrique Peña Nieto a la presidencia de la República, prácticamente hicieron pedacitos a la Comisión Federal de Electricidad, se crearon más de 8 empresas subsidiarias filiales.

El control a la red general de transmisión, de la red nacional de distribución y, todo lo demás, como la generación de energía eléctrica y la comercialización se abrieron a la iniciativa privada, para –dicen- la libre concurrencia.

Ahora se busca recuperar para la nación todo eso. Lo que se observa es regresarle a la Comisión Federal de Electricidad (CFE) facultades para tener bajo su control la planeación, la generación, la comercialización de energía eléctrica, mantener la red nacional de transmisión, la red de distribución.

Eliminan la separación que hicieron de cada área. El Centro Nacional de Control de Energía (CENACE), por ejemplo, que es el organismo que está manejando la operación, antes era parte de la CFE, del pueblo. Hicieron un organismo público descentralizado con esta reforma de Peña Nieto y ahora pretenden regresar esas facultades a la Comisión Federal de Electricidad.

Lo relevante está al final de la iniciativa de reforma energética de López Obrador, en el segundo transitorio en donde dice que una vez que se apruebe esta reforma se estarían cancelando todos los permisos de generación eléctrica otorgados y los contratos de compraventa de electricidad entre el sector privado y la Comisión Federal de Electricidad.

Aquí cabe recordar que uno de los principales permisos que tienen los privados, que fueron privilegiados en la época de Vicente Fox, en la época de Felipe Calderón y, después con Peña Nieto es la transnacional española Iberdrola, que tiene una capacidad de generación mayor del 40%. Le otorgaron contratos con vigencia por más de 25 años y se empezó a fomentar el consumo del gas natural con Estados Unidos y las tarifas a las que les compra Comisión Federal de Electricidad la energía que producen se dispararon por la carestía del gas natural. Son tarifas que al final terminan pagando todos los usuarios.

La iniciativa de reforma constitucional modifica el artículo 25, el 27 y el artículo 28. En el artículo 28 se habla de una transición energética que tendría que estar a cargo de la Comisión Federal de Electricidad, todo nos parece relevante. Hay escenarios que se van a tener que discutir.

Esto tiene que ir acompañado también de una serie de modificaciones a las leyes secundarias, como la Ley de la Industria Eléctrica, tendrá que revisarse la Ley de Egresos de la Federación porque también tiene que ir contemplado presupuesto porque en el escenario de qué se cancelen todos los permisos a los privados, tendrá que haber una indemnización para ellos, porque ellos son muy hábiles, ante cualquier problema que se tenga nuestro país, pues se van a los tribunales internacionales y difícilmente México puede ganar. En un litigio recién hemos visto como una empresa privada le ganó a la CFE y tuvo que pagar casi 250 millones de dólares de indemnización.

Esta es una iniciativa preferente que envió manda el presidente a la Cámara de Diputados y nos parece que tendremos que seguir discutiéndolo, porque se queda corta a partir de las necesidades que se tiene el país, no nada más en materia de Electricidad, sino también en materia de petróleo y gas, sectores en los que el proceso de desmantelamiento se profundizó desde la época del ex presidente Carlos Salinas de Gortari, que empezó por privatizar la petroquímica.

Después hicieron los contratos de servicios múltiples, con aquella reforma que hizo el ex presidente Felipe Calderón en el 2008, con la que prácticamente legalizaron la exploración y la explotación del petróleo.

Nosotros como Sindicato Mexicano Electricista (SME), estamos a favor de una reforma de esta naturaleza, pero creo que también se puede modificar porque está pendiente resolver el problema de la reinserción laboral de todos los integrantes del gremio. Vamos a cumplir 12 años con este conflicto desde que Calderon extinguió ilegalmente a la Compañía de Luz y Fuerza del Centro.

Otra de las demandas que faltó incluir en esta reforma es la parte de las tarifas social. La Asamblea Nacional de Usuarios de la Energía Eléctrica (ANUEE), mantiene una huelga de no pagó de luz por todo el territorio nacional. Recordemos que la actual tarifa actual fue creada en el 2002 con Vicente Fox a partir de que no le aprobaron una reforma hacendaria para aumentar los impuestos. Desde entonces el tema de las tarifas eléctricas domésticas, se viene manejando como si fueran empresas privadas en el país.

También faltó incluir la generación eléctrica con recursos naturales.

Seguramente habrá parlamento abierto en el Congreso de La Unión y vamos a solicitar estar presentes para incorporar estos temas sociales en la reforma energética, porque entre las facultades del Congreso de la Unión está modificar las iniciativas.