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Año 15. No.803. del 13 al 19 junio 2021
Premio de Comunicación Alternativa

 

 

Verdades y mentiras durante el gobierno de la 4T

ELECCIONES INTERMEDIAS 2021

 

Por Sergio G. Sánchez Díaz,

Profesor-Investigador del Centro de Investigaciones y Estudios Superiores

en Antropología Social (CIESAS), Unidad Ciudad de México,

Publicación Original del Portal www.frecuencialaboral.com

Antecedentes. - En México acabamos de vivir uno de los episodios más importantes e interesantes para el estudio de lo político y de la cultura política en México: las llamadas “elecciones intermedias” el 6 de junio del 2021.

En el evento político, confluyó la elección de 15 gubernaturas estatales (el país cuenta con 32 estados, que conforman esta federación llamada México), con sus respectivos congresos; alcaldías; además del Congreso Federal. Miles de puestos estuvieron en juego, se llegó a mencionar que ese día estuvieron en juego poco más de 20 mil puestos de elección popular.

Pero más que la magnitud del evento, lo más importante es que estas elecciones marcan justo la mitad del sexenio del gobierno federal en manos de la llamada "Cuarta Transformación" (4T) del gobierno de Andrés Manuel López Obrador, el cual representó, desde el primero de julio del 2018, la llegada al poder de una coalición política en la que confluyen fuerzas políticas diversas, que van de la izquierda socialista (podríamos ubicarla como de corte social demócrata), corrientes nacionalistas (herederas del nacionalismo revolucionario histórico), hasta grupos e individuos que podemos ubicar a la derecha del espectro político, militantes o ex militantes del Partido de Acción Nacional (PAN), principalmente.

El apabullante triunfo de esta coalición en esa fecha, con Andrés Manuel López Obrador como candidato a la Presidencia de la República, y la gran derrota de los partidos de derecha (el PRI y el PAN), marcó el inicio de una etapa que declarativamente, y por la agenda política enarbolada e implementada en los primeros tres años de gobierno, se planteó cambios en el país, de orden político, económico y social, con el objetivo de desmantelar el orden neoliberal construido las últimas tres décadas.

En tres años, esta coalición, y el partido en la que supuestamente está organizada, el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), ha implementado un conjunto de reformas de diverso orden y magnitud. No haremos aquí un recuento de todo este período, el cual está por hacerse. Ya están siendo publicados en estos meses del 2021 algunos libros que tratan sobre este complejo proceso, sólo apuntamos aquí algunos elementos que permiten entender el porqué de la importancia del proceso electoral que aquí trataremos de conocer en sus elementos centrales.

En efecto, esa coalición, de perfil antineoliberal, implementó un conjunto de cambios que se propusieron, así sea inicialmente, el desmantelamiento del orden neoliberal, construido a lo largo de varios sexenios, desde los años 80 del siglo pasado, es decir, más de treinta años.

El objetivo no era, ni es sencillo. El caso es que este movimiento, el de la 4T, llevó a cabo reformas administrativas, laborales, económicas, científicas y sociales, que, dicho en pocas palabras, pretenden reposicionar al Estado mexicano como el centro del desarrollo a todos niveles, le salió al paso a la corrupción y al saqueo de los recursos públicos por empresas, fracciones de las clases políticas del régimen neoliberal, empresas nacionales y trasnacionales.

Limitó aspectos de las agresivas políticas laborales neoliberales (como las reformas laborales y educativas del 2019); estableció una agresiva política de austeridad en el gasto de los recursos públicos, que se ha denominado “la austeridad republicana”; estableció diques a los excesos en el gasto público en prácticamente toda la administración público y en el gasto de ciencia, tecnología y cultura; aumentó de manera muy significativa el salario mínimo; entre muchos otras reformas que, hay que decirlo, están en marcha. El balance al respecto está por hacerse.

No entraremos en más detalles, es imposible en este texto sobre las elecciones del 6 de julio. Sólo diremos que este conjunto de políticas ha sido resistida de muchas formas por todas y todos los afectados, los amparos se han establecido por miles desde los grupos de poder económico y político que controlaban los recursos públicos, cientos de contratos con el Estado, que se habían enriquecido por décadas con esto que era (y todavía es) un aspecto de las agresivas políticas neoliberales a lo largo de casi cuatro décadas.

Políticas que también, hay que decirlo, afectaron a sectores sociales (instituciones públicas diversas, universidades, centros públicos de investigación), la austeridad republicana, por ejemplo, presentó un ángulo sumamente agresivo, también.

En esa resistencia de los grupos de poder, de amplios sectores de las clases dominantes, ha contado, hasta la fecha, y de manera notable, una agresiva campaña a través de los medios de comunicación (televisión, radio, internet) en contra de cualquier acción y cualquier política de la 4T. Esta “resistencia” merecería un análisis aparte, por lo sofisticada, por lo agresiva, y por lo sistemática, intentando, en todos sus mensajes, de presentar al gobierno de la 4T como incapaz, mediocre, limitado, populista, al borde del hundimiento, etc., etc.

La aparición de la pandemia del virus SARS COV 2 (más conocido como CORONAVIRUS), en febrero-marzo del 2020, representó un gran desafío a la 4T, la cual, como todo el mundo, no estaba preparado para un desafío de esta magnitud.

Las políticas implementadas desde entonces por la 4T fueron igualmente resistidas por todos los grupos políticos y las fracciones empresariales que desde que tomó el poder Andrés Manuel López Obrador (AMLO), el primero de diciembre del 2018, han intentado descarrilar este gobierno de corte bonapartista. El manejo de la pandemia por parte de la 4T, le dio amplios argumentos a las derechas para sus intentos golpistas.

Así las cosas, la elección llamada intermedia del 6 de junio del 2021, se presentaba como una suerte de referéndum para la 4T, por todas sus políticas y por los discursos “mañaneros” de AMLO. Las derechas, los grupos de poder, los partidos de derecha, prácticamente todos los medios de comunicación, se lanzaron enloquecidamente a denunciar al gobierno de la 4T, en la cual ven sólo un grupo desquiciado que intenta llevar al país al pasado, con políticas populistas, que incluso pretender destruir la democracia mexicana. Decían: “voten contra la 4T, tal vez sea la última vez que puedan votar”.

El objetivo era apabullar a la 4T, aprovechar su (supuesto o real) desgaste luego de la implementación de sus políticas públicas y por los efectos económicos, sociales, de la pandemia, y apoderarse de la Cámara de Diputados, por lo menos.

Verdades y mentiras en las elecciones del 6 de julio del 2021.- No haremos un recuento pormenorizado de este complejo proceso, marcado por la alta participación de la ciudadanía, por muchas expresiones y orientaciones políticas, por un importante reparto del poder, por alternancias, y, sobre todo, por un ascenso más que relativo de la 4T, a pesar y en contra de las vociferantes derechas que no sólo se equivocaron al augurar la derrota completa de AMLO y la 4T, sino que, después de los resultados, continuaron falseando la realidad, sin el menor pudor, presentándose incluso como los triunfadores del proceso electoral, como los que “pararon” a la 4T.

Veamos rápidamente, y a vuelo de pájaro, los verdaderos resultados de esta especie de referéndum de medio sexenio. La votación le otorgó 11 de los 15 gobiernos estatales en disputa: Baja California, Baja California Sur, Sonora, Sinaloa, Nayarit, Colima, Guerrero, Michoacán, Zacatecas, Tlaxcala, Campeche. Aunque estados como Michoacán y Guerrero todavía están en disputa (al momento de escribir estas notas, el 10 y 11 de junio).

Las oposiciones (PAN, PRI y PRD), en una jugada desesperada, se aliaron en este proceso, y establecieron en muchos contextos coaliciones electorales, pero esta coalición no logró sus objetivos en los estados, el PRI perdió ocho de las 11 gubernaturas que todavía mantenía (se quedó con tres, Estado de México, Hidalgo y Coahuila, que estarán en disputa los próximos dos años), luego del desastre electoral del 2018.

El PAN mantuvo Chihuahua (con grandes trabajos, Morena dio ahí una cerrada pelea, como nunca antes la izquierda había estado cerca de conquistar un estado muy orientado a las derechas, aunque Morena arrasó al PAN en Ciudad Juárez, la gran ciudad del estado grande, ganó 8 de 9 diputaciones locales en esa región y ganó la alcaldía); y Querétaro (bastión histórico del PAN).

Un antiguo desprendimiento del PRI, Movimiento Ciudadano (MC) ganó Nuevo León, conservando Jalisco, cuyo gobierno estatal no estuvo en disputa en esta ocasión; peleó y perdió, de manera cerrada, ante Morena, en Campeche, viejo bastión del PRI, que no lo será más.

La alianza del Partido Verde y el PT (aliados en diversos lugares con Morena, en los hechos siendo “la otra” coalición electoral), marcharon solos en San Luis Potosí y ganaron este estado.

Morena arrolló a las oposiciones, a la coalición del PRI, PAN, PRD, en los Congresos estatales; ahí se presenció, en varios estados, verdaderos “carros completos”, como en Baja California y otros estados más. Parece que Morena tendrá mayoría en todos los estados que ahora ganó. Su presencia es fuerte y amplia en 20 de los 33 Congresos estatales.

En cuanto a la Cámara de Diputados, que en esta elección se renovaba completamente (500 “asientos”), y que era el objetivo de la coalición de las derechas, para así poderle arrebatar el control del presupuesto al Presidente y a Morena.

Morena ganó, de este proceso salió siendo el partido más votado en cuanto a Diputaciones Federales se refiere, con 196 ó 197 asientos, logrando incluso un aumento de algunos asientos con respecto al 2018, si bien sí perdió unos 50 asientos.

Con sus “aliados” (Partido Verde, PT, con la posibilidad de sumar algún partido de la coalición de derechas), Morena puede constituir la llamada “mayoría calificada” (está a alrededor de 50 votos de esta mayoría calificada), suficiente para lograr reformas constitucionales. Si no lo logra, de todas maneras, es la mayoría en el Congreso Federal.

Por su parte, el PAN parece que tendrá 112 asientos; el PRI 69, y el PRD 16. Si bien aumentaron algunos “asientos” con respecto a la elección del 2018, ni juntos alcanzan el número de asientos de Morena en la llamada “Cámara baja”.

Hasta aquí detenemos estas notas nuestras sobre el complejo proceso electoral del 6 de junio de este año. Mucho más se podría analizar, y seguramente seguirá siendo analizado por politólogos, sociólogos, y demás especialistas. El país aparece muy diverso y complejo con respecto a las orientaciones políticas y las preferencias electorales.

Mención aparte merecería el análisis de los resultados electorales en la Ciudad de México, la cual, para variar, han sido presentados como la gran derrota de Morena. Sí es, sin duda, un retroceso de Morena esta votación en el espacio urbano más poblado del país, tan sólo la Ciudad de México tiene más de 9 millones de habitantes, perdió varias alcaldías, otras siguieron en manos de partidos de derecha, como Coyoacán. En total, la coalición de las derechas se quedó con 9 alcaldías, y Morena 7, quedando la ciudad dividida entre el oriente guinda y el occidente azul, en general.

Mucho campo tiene aquí la reflexión sociológica y antropológica para alcanzar un entendimiento de este comportamiento “atípico” de sectores del electorado en la Ciudad de México. Para variar, este resultado, que habla sin duda de un retroceso de Morena en la capital de la República, ha sido presentado como el gran descalabro de AMLO y su proyecto en la Ciudad de México, sin matices, por los medios de comunicación y por los “analistas” voceros de las derechas en las televisoras, en la radio, en los medios de comunicación.

A final de cuentas, el resultado de la votación es favorable para la 4T, la cual tuvo un crecimiento no sólo grande, sino espectacular, estamos ante lo que parece un cambio profundo de la orientación política de millones que se definen en favor del proyecto de AMLO de vuelta a un modelo que pone en el centro al Estado, ante la empresa privada, nacional o transnacional, con recursos públicos cada vez más en favor de “los pobres”.

Cudad de México, 11 de junio del 2021.

 
   
 
 

 

 

 

 
 
 
 
 

 

 

 

 

Año 15. No.803. del 13 al 19 junio 2021
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