Portal Semanario
Año 14. No. 746. del 04 al 10 de mayo de 2020
Premio de Comunicación Alternativa

PÁGINA SOLIDARIA

En solidaridad publicamos textualmente:

 

Los efectos del COVID19, más allá de la salud, ha expuesto la desigualdad social y la precariedad de las condiciones laborales en todos los sectores

Ciudad de México a 1 de mayo de 2020

La pandemia no es pretexto: Exigimos resolver las demandas históricas sin cumplir de las trabajadoras.

• Los efectos del COVID19, más allá de los que afectan la salud, han expuesto en todos los rincones del país la desigualdad social y la precariedad de las condiciones laborales en todos los sectores económicos, particularmente en aquellos que se han designado como “esenciales”.

• Todos los trabajos que realizamos las mujeres que participamos en esta Coordinadora son simultáneamente esenciales y precarios.

• La coyuntura actual nos demuestra que hay demandas históricas sin cumplir para las trabajadoras; no nacen con la pandemia, sino que las pone al descubierto y, para muchas de nuestras compañeras, agudiza su contexto de vulnerabilidad.

• Este Primero de Mayo conmemoramos al movimiento obrero que paralizó Chicago para exigir la jornada de trabajo de ocho horas y el derecho a la libertad sindical.

Algunas cosas han cambiado desde entonces, pero no lo suficiente. Las organizaciones y colectivos integrantes de la Coordinadora Nacional de Defensoras de los Derechos Humanos Laborales representamos a mujeres trabajadoras de la maquila, trabajo agrícola, trabajo del hogar y trabajo migrante temporal. El surco, la línea de producción, el traspatio, la empacadora, los hogares son nuestros prim

eros espacios de aprendizaje y trincheras de lucha. Organizándonos aprendimos a reconocer los agravios, los derechos y los caminos para construir la justicia; desde ahí llevamos el sustento a casa y dignificamos la vida -la nuestra-, la de nuestra organización y la de nuestras familias.

Aprendimos a reconocernos como mujeres trabajadoras y reivindicar nuestra labor, tan importante y necesaria como nuestros derechos. Aprendimos también que congregarnos y compartir con otras mujeres nos da fuerza para hablar más fuerte y caminar más lejos.

Desde Chiapas, Morelos, Guerrero, Ciudad de México, Coahuila, Sinaloa y Baja California nos sumamos este Primero de Mayo a conmemorar al movimiento obrero que paralizó Chicago para exigir la jornada de trabajo de ocho horas y el derecho a la libertad sindical.


Algunas cosas han cambiado desde entonces, pero no lo suficiente. 134 años después, los empleadores siguen sin querer enterarse.

A éstas demandas históricas hemos sumado las que nos interpelan en nuestros contextos como mujeres, trabajadoras de la maquila, del trabajo agrícola, el trabajo del hogar y el trabajo migrante temporal; no hay que olvidarlo, la deuda con las trabajadoras sigue siendo muy grande. En estos últimos años, durante nuestra articulación en un espacio de lucha común, encontramos experiencias comunes a nuestros sectores de trabajo que orientan nuestra acción:

1. Condiciones laborales precarias de las mujeres. La forma en la que realizamos nuestro trabajo mantiene indicadores violatorios del trabajo digno, como la seguridad del empleo, salario suficiente, estabilidad laboral, largas jornadas, condiciones dignas para la ejecución del trabajo, entre otros. Las problemáticas centrales son comunes para todos los sectores que representan el trabajo de la Coordinadora. Señalamos las condiciones de exclusión y marginación vividas por trabajadoras migrantes de origen indígena, quienes se encuentran más expuestas a agravios en espacios de trabajo y vivienda, como situaciones de explotación, discriminación y subordinación particularmente graves.

2. Violencia contra las mujeres en el ámbito laboral

Denunciamos la violencia cotidiana la que nos enfrentamos en nuestros espacios laborales. La diferencia en percepción de sueldos y salarios con nuestros compañeros varones sigue siendo un problema duro de enfrentar. En otras ocasiones, somos colocadas en sectores de menor valor agregado dentro de los procesos industriales, principalmente en la maquila.

A esto sumamos 1) el acoso y abuso sexual dentro del trabajo de patrones, supervisores, y de nuestros propios compañeros de trabajo; 2) la discriminación en sus diferentes variantes, muy clara en el trabajo del hogar, pero también en otros sectores frente a compañeras embarazadas; 3) la invisibilización dentro de ámbitos de representación laboral, como en el caso de los sindicatos, especialmente en los procesos de representatividad y toma de decisiones.

3. Acceso a la justicia para las mujeres trabajadoras

Desde la reforma laboral de 2012 se ha posicionado la implementación de políticas que garanticen la no discriminación y acceso efectivo a la justicia por parte de las mujeres trabajadoras; sin embargo, las formulaciones y/o protocolos en su generalidad no cuentan con mecanismos de implementación claros, y muchas veces consisten en cuestiones de índole formal, más cercano a la simulación. En este sentido, uno de los desafíos prioritarios es la implementación de procedimientos que garanticen plenamente el derecho a la justicia.

No queremos dejar de nombrar el tiempo desafortunado de la emergencia sanitaria por la Pandemia del COVID19 que agrava de manera significativa las problemáticas que afectan nuestro trabajo.

Los efectos del COVID19, más allá de la salud, ha expuesto en todos los rincones la desigualdad social y la precariedad de las condiciones laborales en todos los sectores, particularmente en aquellos que han designado “esenciales”.

Todos los trabajos que realizamos las mujeres que participamos en esta Coordinadora son simultáneamente esenciales y precarios.

La coyuntura actual nos demuestra que hay demandas históricas sin cumplir para las trabajadoras; no nacen con la pandemia, las pone al descubierto y, para muchas de nuestras compañeras, agudiza su contexto de vulnerabilidad.

Como parte de nuestra identidad, la memoria histórica de lucha de la clase obrera, hoy desde la Coordinadora Nacional de Defensoras de los Derechos Humanos Laborales, demandamos a las autoridades en el ámbito de sus competencias se dé cumplimiento a los derechos ganados y reconocidos por las Leyes Nacionales y Tratados Internacionales, se respete y de cumplimiento plenamente a la Dignidad Humana, salarios remunerados dignos, y verdadero acceso a nuestro derecho a la seguridad social.

Contacto de prensa: Coordinación de Comunicación Estratégica, ProDESC comunicación@prodesc.org.mx +52-55-5212-2229/521-22230

 

 
   

 

 
 

 
 
 
 
 

 

 

Por María de Lourdes Martínez González

Periodistas y Conductora de Frecuencia Laboral

Publicación Original del Portal www.frecuencialaboral.com

 
   
 
 
 
 
 
 
Año 14. No. 746. del 04 al 10 de mayo de 2020
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