Jornada nacional e internacional

EN DEFENSA DE LOS SALARIOS Y EL EMPLEO

Por: Martín Esparza Flores*

Nuestra Constitución Política es muy clara en su artículo 123, donde establece en forma determinante: "Toda persona tiene derecho al trabajo digno y socialmente útil; al efecto, se promoverán la creación de empleos y la organización social para el trabajo".

Sin embargo, durante casi tres décadas los gobiernos neoliberales han forzado a la mayoría de los trabajadores de nuestro país a enfrentar graves problemas en materia de desempleo, pobreza y sobreexplotación.

El gobierno federal no ha promovido con la efectividad necesaria la creación de nuevos empleos, pero sí en cambio ha desestabilizado la organización social para el trabajo, además de permitir la realización de jornadas laborales extenuantes y la incorporación de menores de 14 años a la actividad laboral.

Por su parte, el salario mínimo se ha convertido en sólo una referencia para los salarios contractuales, mientras se miente desvergonzadamente al afirmar que los trabajadores cuentan con percepciones mayores.

Este dato es falso por partida doble: más de diez millones de trabajadores, que representan el 24% de la población económicamente activa, reciben salarios menores al salario mínimo o simplemente carecen de salario; y si algunos logran superar el salario mínimo oficial, es porque se desempeñan en dos o más trabajos.

Datos estadísticos señalan que para cubrir hoy en día la necesidad de una canasta básica, que se compone de alimentos, productos de limpieza, transporte, electricidad y gas doméstico, un jefe de familia que gana el salario mínimo ¡tendría que laborar 48 horas diarias para cubrir dichos gastos! …y algunas otras más para pagar la renta de una vivienda, los gastos de educación, salud, vestido, recreación y cultura.

Desde la década de los años setenta hasta nuestros días, el salario mínimo en México ha sufrido una reducción de más del 75% respecto de su poder adquisitivo, lo que representa una de las caídas más fuertes del ingreso popular en el mundo, todo ello como consecuencia de un propósito de los gobiernos federales con distintas evasivas: sostener la inflación, atraer inversiones extranjeras, entre otros argumentos cínicos e inadmisibles.

Las consecuencias para la sociedad mexicana han sido devastadoras: deterioro en la salud y en la educación, escasez de vivienda accesible, migración, miseria y pobreza.

Son aproximadamente 50 millones de mexicanos que se encuentran por debajo del límite de la pobreza: 30 millones viven con 30 pesos diarios, 10 millones que sobreviven con 22 pesos al día y otros 10 millones tiene que subsistir con 12 pesos y 21 centavos al día.
La depreciación del salario mínimo como política oficial, no sólo es un atentado contra el artículo 123 constitucional, sino que también es inmoral y económicamente insostenible.

Los trabajadores electricistas impulsamos una Jornada Nacional e Internacional en Defensa del Salario y del Empleo, donde convocamos a los obreros de este país, a las mujeres, a los campesinos a los sindicatos nacionales e internacionales, a estudiantes y organizaciones no gubernamentales a realizar foros regionales nacionales e internacionales, para exponer las formas en que se pueda recuperar la vigencia del Artículo 123; emprender acciones legales orientadas a respetar nuestra Carta Magna así como invitar a todos y cada uno de los mexicanos a participar en una marcha por el Salario y el Empleo, el próximo 7 de diciembre.

Los propósitos fundamentales son propugnar por un trabajo digno y socialmente útil, por la creación de más empleos, el respeto a la jornada laboral de ocho horas diarias y por la prohibición de emplear a menores de 14 años, por la preservación del derecho de huelga, de los contratos colectivos de trabajo y, particularmente, para que los salarios mínimos sean, como la marca nuestra Constitución Política, suficientes para satisfacer las necesidades normales de un jefe de familia, en el orden material, social y cultural, y para proveer la educación obligatoria de los hijos.

* Secretario General del SME.