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Año 16. No.831. del 10 al 24 enero 2022
Premio de Comunicación Alternativa

 

PÁGINA SOLIDARIA

En solidaridad publicamos textualmente:

 

 

UN POCO DE HISTORIA PARA ACABAR CON EL CHARRISMO SINDICAL

Artículo tomado del boletín de Jubiladas (os) en lucha. (diciembre 2021)

 

La primera semana de diciembre de cada tres años se realizan elecciones de los delegados sindicales en las 4 secciones de la Ciudad de México (Sección XXXII, XXXIII, XXXIV y XXXV).

Como cada tres años, las elecciones en los centros de trabajo son muy reñidas, de pronto aparecen muchas planillas registradas, con mantas enormes en donde aparecen los nombres de los integrantes, imagen, categoría etcétera, pero rara vez aparece un pliego de demandas de la base trabajadora, al cual le llamamos programa, o plan de trabajo por no decir plan de lucha.

La competencia consiste en quién da más obsequios: plumas, libretas, porta-gafetes, desayunos, etc. Hay candidatos que organizan fiestas para atraer a sus seguidores, invirtiendo dinero como si esto fuera un negocio y, tal vez, para muchos lo es.

Esto no es un sindicalismo democrático, ni combativo, pues los candidatos sólo buscan el poder para tener una licencia sindical con sueldo, prebendas de la estructura sindical como son las propuestas, los créditos para casa, autos y otros privilegios. Para nada piensan ganar la elección para realmente representar los intereses de la base trabajadora y, mucho menos, para luchar por los derechos.

Los que ganan la elección son los grupos de siempre, los grupos de poder que hay en las unidades que ya fueron delegados en algún tiempo o que están ligados a la estructura sindical seccional o nacional.

¿Por qué pasa esto?

Desde el surgimiento de nuestro sindicato ( Sindicato Nacional de Trabajadores del Seguro Social, SNTSS, n.d.e.) el 6 de abril de 1943, con 36 trabajadores en sus primeros años, se caracterizó por realizar asambleas con la participación de los trabajadores, pues había mucho por hacer como elaborar reglamentos laborales, estatutos, el nombre del sindicato, la recopilación de documentos para su registro etc.

Desde un principio surgieron grupos de poder al grado que el primer secretario general, el profesor Ismael Rodríguez Aragón, renunció a su cargo al igual que el tercer secretario general Dr. Miguel Flores Aparicio. Del primer secretario no se saben las causas de su renuncia, del tercero quedó un registro en el archivo que dice: “ Este secretario presentó su renuncia el 2 de septiembre de 1946 el motivo de renuncia el estallido de un conflicto intergremial surgido al interior del sindicato”. No hay mayor información.

Otro episodio fue la huelga de los trabajadores del IMSS (Instituto Mexicano del Seguro Social, n.d.e.) que sólo duró un día, porque estalló el domingo 19 de octubre de 1946 y fue declarada inexistente al día siguiente, el lunes 20 de octubre, obligando el gobierno a los trabajadores a presentarse a sus labores.

Después de este golpe la estructura sindical encabezada por secretario general Manuel Moreno Islas en 1949, se alineó con el gobierno en turno, pues en el III Congreso Nacional del sindicato asistieron el presidente de la República, Miguel Alemán Valdez y el secretario de gobernación Adolfo Ruiz Cortines, mientras se golpeaba y reprimía a los trabajadores petroleros, ferrocarrileros y maestros.

Años después nuestro sindicato se afilió (o más bien lo afiliaron) en 1952 al PRI (Partido Revolucionario Institucional, que detento el poder político por más de 70 años). Posteriormente, en la toma de posesión de los secretarios generales se invitaba al presidente en turno, esto según decía la dirigencia como táctica para obtener logros para los trabajadores y al mismo tiempo se pagaban con la colaboración del sindicato a todos los programas gubernamentales con aportaciones en dinero, infraestructura y personal para las campañas presidenciales. Por lo tanto la cúpula sindical fue y ha sido un apéndice o aparato del Estado.

Con la llegada del neoliberalismo, comenzó el desmantelamiento del Seguro Social, la pérdida de los derechos laborales y los trabajadores de base organizados en corrientes sindicales son los que toman en sus manos la lucha por la defensa de la seguridad social, el contrato colectivo, enfrentando a los grupos de poder que están enquistados en la estructura sindical.

Se lograron conquistas a partir de la movilización en las calles durante décadas de lucha, sin embargo la burocracia sindical, no sólo no defendió las conquistas ganadas, al contrario permitieron con su firma y aprobación el avance de la privatización y desmantelamiento del IMSS (Instituto Mexicano del Seguro Social, n.d.e.), y la pérdida del derecho a la jubilación para las nuevas generaciones y para mantener el control.

En 2006 con la llegada de Valdemar Gutiérrez Fragoso a la secretaria general, impuso un terrorismo sindical como: la imposición de candidatos en las secciones sindicales, la destitución de delegados, suspensión de derechos sindicales, descuentos económicos etc.

En 2008, en un Congreso Extraordinario (el XXIV), Valdemar modificó los estatutos sindicales:

- Fusionaron el Fondo de Ayuda Sindical y la Mutualidad y desde entonces fueron cambiando el reglamento a modo, para no pagar lo que le corresponde a los familiares de trabajadores y jubilados fallecidos.

- Impusieron un reglamento de procesos electorales que legitimaron con la reforma estatutaria de octubre de 2019, para tener mayor control en el registro de candidatos, calificando ellos como juez y parte la elección.

- La ampliación de la gestión de delegados sindicales, cada tres años en lugar de dos, seccionales y nacional cada 6 años en lugar de 4, para tratar de perpetuarse en el poder.

Estos son sólo algunos aspectos del control de los trabajadores, por parte de la cúpula sindical que tiene 78 años.

Los demás secretarios generales no han sido distintos, pues siguen la línea patronal y de gobierno, la entrega de derechos y manteniendo el control de los trabajadores. Por eso es necesaria la organización de la base en cada centro laboral para rescatar y construir por decisión nuestra un verdadero sindicalismo como instrumento de lucha de los trabajadores.

¡LO QUE NO HAGAMOS NOSOTROS NADIE LO HARÁ!

 

 

 
   
 
 

 

 
 
 

 

 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

 

Año 16. No.831. del 10 al 24 enero 2022
Premio de Comunicación Alternativa